⌗ SOMNIA ♡̷̷%՞˖

XXVI

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─ Así que Seungyoun te interceptó cerca del portal y te hizo visualizar todo aquello. Desconozco sus razones, pero lo más probable es que lo hiciese para intentar volverte loco o que te suicidades. Quién sabe lo que pasa en la cabeza de ese psicópata.

─ Tú lo has dicho, quién sabe lo que puede estar planeando, pero te aseguro que es muy poderoso ─hizo una pequeña pausa pensando en todo lo que estaba por venir teniendo en cuenta lo que ya había ocurrido─ ¿Te dije que ninguno de los líderes quiere formar un ejército en común para detener a las tropas de Nadiria? ¡Me parece increíble!

─ Son unos egoístas, pero siendo así, Dongpyo... Creo que deberías volver a Adrestia a preparar a tu pueblo para un posible ataque. No sé cuando, mas no creo que tarde.

Como ya se encontraba algo mejor, decidió volver al mundo terrenal y prepararse para lo peor. Odiaba tener que estar en esa situación, pero lo más malo es que él mismo la había provocado con su curiosidad, incumpliendo su deber como rey y como guardián de Somnia.

Se despidió de todos sin ganas y salió de Draumur para dirigirse al portal de nuevo. Aquel viaje había sido totalmente inútil, como todo lo que hacía.

Una vez en Adrestia, caminó cabizbajo por el castillo, hasta que unos soldados lo llamaron, impacientes.

─ ¡Majestad! ¡Tenemos una noticia increíble que contarle! ¡Venga con nosotros!

Y sin que pudiese mediar palabra, le agarraron del brazo y lo condujeron a la parte este del castillo, hacia la biblioteca, donde todos los eruditos del reino estudiaban.

─ Majestad, queríamos presentarle a un joven que ha salvado a uno de nuestros soldados de la muerte con... magia pura.

─ ¡¿Magia pura de verdad?! ─preguntó sorprendido. Por lo que había oído y leído, ese tipo de magia era extremadamente rara y casi no había magos así, casi todos eran hechiceros normales con dotes curativas, nada más. Cuando aquel guardia asintió muy serio, seguro de lo que decía, a Dongpyo le picó la curiosidad de saber quién era aquel héroe con buenas habilidades mágicas, así que pidió que lo llevasen ante él.

Lo condujeron a una amplia mesa al fondo de la biblioteca. Tras una enorme pila de libros se encontraba un joven haciendo una montañita con lapiceros.

─ ¿Hola? ─aquel supuesto "mago" rompió sin querer su obra de arte, desperdigando todos los lápices por la mesa─ Lamento haberte asustado de esa forma, no era mi intención. Mi nombre es Dongpyo, rey de Adrestia, ¿cuál es tu nombre?

─ ¡Me llamo Junho, su majestad esplendorosa y brillante! ─se levantó rápidamente y con un extraño gesto de brazos, llevando uno a su espalda y otro a su torso, hizo una reverencia demasiado exagerada, causando que se golpease la cabeza contra la mesa.

Dongpyo no pudo evitar reírse al ver aquello, le pareció bastante gracioso. No le parecía que aquel chico fuese un mago de magia pura, pero lo que sí se le daría bien sería ser el bufón de la corte.

─ No era necesario que hicieses... Semejante cosa.

─ Ah, ¿no? Pensaba que a la gente importante se le saludaba así. Bueno, como sea, ¿puedo ayudarle en algo?

─ He oído que has salvado a uno de los soldados de mi ejército de una muerte segura, ¿cómo ha sido?

Aquella pregunta le tomó por sorpresa al dragón. No quería contar la verdad, ya que eso sería decir que fue Yohan quien lo atacó y, por lo tanto, lo encerrarían por eso, pero tampoco quería mentirle al rey, a sus nuevos compañeros eruditos y a los soldados que había allí presentes. No sabía qué hacer realmente.

─ Estoy esperando tu respuesta, chico.

─ Sí, es que... Es todo muy confuso para mí, simplemente lo vi en las mazmorras herido y decidí ayudarle, nadie merece morir, ¿sabe?

─ ¿Qué hacías en las mazmorras?

─ Me encerraron.

─ ¿Por qué?

─ Por colarme en el castillo sin permiso, pero yo de verdad que lo siento muchísimo por hacer eso, en serio, no quería hacerlo, aunque me obligaron y-...

─ ¿Te obligaron? ─oh no, ya la había fastidiado─ ¿Quién te obligó?

─ ¿He dicho que alguien me obligó? No quería decir eso, yo... Es que...

─ Majestad ─intervino uno de los eruditos que estaban con Junho─, debemos llevarnos al chico, tenemos que probar unos cuantos conjuros. Como usted dijo que iba a haber una guerra, estamos entrenándolo para que cure a las tropas heridas. Ahora, si nos disculpa.

Y silenciosamente, se llevó al dragón de allí. Junho, antes de marcharse con el erudito, echó una mirada hacia atrás, pudiendo ver a Dongpyo fulminándolo con la mirada.