XXIII

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─  ¿Junho?

─ ¡¡Ya voy!! ─gritó el dragón desde la otra punta de la casa.

Vio aparecer al chico vestido de forma estrafalaria como si quisiese aparentar que era elegante, pero no.

─ ¿A dónde vas así vestido?

─ ¿No has dicho que íbamos a ver al rey? ¡Quiero causar buena impresión!

Yohan suspiró pesadamente al oír eso. Ya se lo había explicado un montón de veces que no iban a ver al rey precisamente y que era mejor ir vestido sin llamar la atención.

─ Junho, dije a matarlo, no a verlo. Ve y ponte otra cosa más cómoda.

─ ¡No! ¡Quiero ir guapo!

─ ¡Pero si vas guapo siempre, déjate de tonterías!

Ambos se sorprendieron con dicha respuesta, aunque Junho se puso a sonreír como un bobo y fue a cambiarse como le había dicho, Yohan comenzó a culparse por ser tan idiota y decirle semejante cosa. ¿Por qué lo había hecho? ¡Si en realidad ni siquiera lo pensaba! ¿O sí?

Unos pocos minutos después, el dragón apareció dispuesto a irse con una ropa más cómoda, aunque muy mal combinada, aún así, prefirió no decirle nada.

Era de noche y las calles estaban solitarias, solo se oía el ruido de algunos bichos nocturnos y sus pasos.

─ ¿Por qué quieres matar al rey? He oído que es buena persona.

─ No es por él, es por su padre, el anterior monarca. Él mandó ejecutar a mis padres sin ningún motivo, así que quiero asesinar a lo que más ama para que sufra lo mismo que yo sufrí.

─ Pero la venganza no es buena, Yohan...

─ Si conocieses al que mató a tu familia, ¿no querrías vengarte?

Junho se quedó en silencio pensando. Nunca le había dado vueltas a ese tema, ni siquiera llegó a conocer bien a su familia, por lo que no tenía ningún recuerdo exacto, tan solo alguno borroso, si es que no se lo había inventado él mismo.

─ No. Es mejor dejar descansar la memoria de los muertos y no revolver el pasado. Tarde o temprano se hará justicia divina.

¿Justicia divina? ¿Qué clase de tontería era esa?
Fuese lo que fuese, no lo creía posible.
Una vez en el castillo, lograron colarse sin mucho esfuerzo, a pesar de que había más guardias de lo normal debido al concilio que había convocado Dongpyo anteriormente.

─ Bien, ¿y ahora qué? ─Yohan se quedó pensativo ante la pregunta, no había ideado nada exacto, tan solo ir y matarlo, ¿por qué lo había hecho así? No era propio de él.

─ Transfórmate en dragón y lo matas.

─ ¡¿Qué?! ¡No pienso matar a nadie!

─ ¡Eh, ustedes dos, intrusos! ─se escuchó hablar a una voz. Ambos se giraron y se dieron cuenta de que unos soldados los habían vistos, por lo que comenzaron a correr─. ¡Deténganse!

Los siguieron mientras ellos dos intentaban huir por el castillo, pero sin ninguna duda aquel lugar era un horrible laberinto para el que no lo conociese.

Finalmente, acabaron pillándolos y llevándolos ante el rey, quien no les hizo ni caso por todo el trabajo que tenía, según él, así que decidieron dejarlos en las mazmorras hasta nuevo aviso.

─ ¡Perfecto! Ahora estamos encerrados por nada.

─ Bueno, ¡piénsalo de esta forma, es una nueva experiencia!

Yohan suspiró, no podía creer que estaba ahí metido con aquel sujeto. Tenía que salir lo antes posible o acabaría volviéndose loco.

Comenzó a buscar por las paredes de piedra de la mazmorra alguna que estuviese un poco suelta para quitarla y empezar un túnel, o por el suelo, para hacer un agujero y huir, pero no encontró ningún punto débil en la celda.

─ ¡Tranquilízate! Aprovechemos que estamos aquí para hablar, casi nunca me hablas.

─ ¿De qué quieres hablar? ─preguntó Yohan ridiéndose.

─ ¡De lo que quieras!

─ Vale... ¿Por qué te comportas como un tonto siempre?

Junho inclinó la cabeza a modo de interrogante, no sabía a qué se refería con eso. Él no era tonto, si lo fuese no sabría hablar bien o algo por el estilo, ¿no?

─ ¿A qué te refieres?

─ Pff, a eso mismo, no te das cuenta, pero eres insufrible. Dios... Necesito salir de aquí ya.

El joven dragón se quedó pensativo por las palabras del humano. No sabía que era insufrible. Exactamente, no se había dado cuenta.
Decidió no seguir hablando, ya que no quería que Yohan se molestase más con él, puesto que parecía bastante molesto ya.

Aburrido y sin nada que hacer, alzó la vista y se percató de un pequeño agujero en una de las esquinas superiores de la pared del fondo, por el cual se podía apreciar el exterior.

Se lo diría a Yohan, pero claro, no quería resultar insufrible, así que decidió callarse, simplemente para quedarse más tiempo allí, cosa que no era molestia para Junho, pero sí para el humano.

⌗ SOMNIA ♡̷̷%՞˖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora