Cute Boy »Sin Editar« [AllxJin]

Fangs [KookJin] Especial 10k

Solitario en la fría y oscura habitación, intenta hacerse lo más pequeño que puede en el amplio colchón en el que está recostado, la grande camisa blanca que trae puesta no le cubre lo suficiente, sus muñecas atadas tras de si se se sienten lastimadas debido al fuerte amarre de la soga, sus ojos vendados solo lo hacen estar más alerta.

Su cuerpo se encuentra cansado y adolorido. Recuerdos del toque rudo de aquel hombre de cabello negro azabache, aquellos ojos negros carbón que lo miraban, las grandes manos que recorrían su piel. Inconscientemente quiere llevar su mano a la zona adolorida de su cuello, pero el amarre no se lo permite.

Silenciosamente anhela la compañía del hombre una vez más, llamenlo loco, pero el encierro de meses y la falta de contacto humano, lo han hecho depender de aquel pelinegro que lo visita algunas veces a la semana. No le importa si solo sea para saciar su sed y la necesidad de su cuerpo, para SeokJin es mejor a nada. Además, si es bueno y coopera, algunas veces le premia con algo de comida.

Y no es del todo malo, el hombre pelinegro diario manda a alguien para que lo asee, las pocas comidas que llega a tener son buenas, y la habitación a pesar de ser fría y oscura, tiene una suave, limpia y cómoda cama.

Escucha el eco de pasos pesados que se acercan a la habitación, su cuerpo tiembla en anticipación. Desea arrancarse la venda en los ojos pero fue su culpa, si él no hubiera tenido su pequeño momento de lucidez y cometer la estupidez de escapar... El recuerdo aún está fresco en su memoria, lo intensidad con la que aquellos ojos negros lo miraron.

El sonido del seguro siendo retirado y acontinuación la puerta siendo abierta, alertan todos sus sentidos. El aroma fuerte y masculino que hacen embriagar sus sentidos lo llevan al delirio y deseo.

Pronto unas hábiles manos desatan la venda en sus ojos, intenta ajustarse a la poca iluminación, cuando logra hacerlo lo ve, tan masculino e imponente, el costoso traje negro resalta al igual que sus oscuros y brillantes ojos.

Como si de una hipnosis se tratase, poco a poco se incorpora con dificultad sobre la cama, sin apartar su mirada de la del contrario se arrodilla en el colchón a la espera del toque cálido pero rudo.

Una fuerte mano lo toma por el mentón y acontinuación los labios del pelinegro chocan contra los suyos en un beso salvaje y apresurado que lo hacen gemir satisfecho. La otra mano se dirige a su cabello para hablarlo hacia atrás y permitir el mejor acceso a su cálida boca.

La húmeda lengua del hombre delinea su labio inferior para después apresarlo entre sus dientes hasta hacerlo sangrar, donde gustoso saborea.

La mano en su mandíbula desciende hasta la abertura de la camisa, recorre con sus finos dedos las clavículas y cuello.

Lo toma fuerte del brazo para hacer que se ponga de pie y acontinuación arrodillarlo en el suelo frente a él.

Para SeokJin es su señal, no necesita palabras pues la orden está dicha implícitamente. Solo está a la espera de que el hombre baje la cremallera de su costoso pantalón y libere su gran erección para que él pueda hacer su trabajo.

Cuando eso pasa, de nuevo la mano que sujetaba su cabello regresa a su lugar para empujarlo hacia el frente, donde abre la boca en espera. Saca la lengua y delinea desde la base del miembro hasta la punta. Observa como el líquido preseminal desciende poco a poco, él sólo atina a chupar todo.

El pelinegro parado frente a él no puede esperar más, así que con desespero y sin cuidado, toma entre sus dos manos la cabeza del pequeño chico arrodillado ante él, e ingresa su miembro de una sola estocada en su boca.

SeokJin intenta relajar los músculos de su garganta lo más que puede para evitar ahogarse, respirando fuertemente por la nariz, se deja hacer lo que el hombre quiere. Esa es su única función, complacerlo. Y es algo que él está más que dispuesto a hacer, solo si con eso obtiene un poco de atención del pelinegro.