BENDITA VIDA

Capitulo 18 Una Cita Doble

—Hola ¿por qué tan temprano? —pregunto en cuanto abrió la puerta.

—Al que madruga Dios lo ayuda —sonrió al verlo— ¿cómo estás cuñadito?

—Desvelado, ese perro no dejó de ladrar toda la noche —bostezó— y además con ese estúpido nombre me dan ganas de arrojarlo a la calle

—Ay pobre Inuki que culpa tiene, seguro quería salir de paseo

—¿De madrugada? por cierto... ¿Inuki? —sonrió— ¿cuándo le cambiaron el nombre?

—Hace unos días le cambie el nombre, pero Serena aun no lo acepta, trabajo en ello —guiñándole un ojo.

—¿Trabajas en ello? —se hizo a un lado para dejarlo pasar— a ver cuéntame ¿cómo es que trabajas en ello?

—Ese es mi secreto —al entrar vio al cachorro jugando.

—Nada —volteó a ver al cachorro— dime porque al mencionarlo tu cara se ilumina, además tiene que ver con mi hermanita y con su mascota

—Mmm con muchas fresas y mucho cariño —sonrió— mira esto, oye Darien ven

—¿Fresas? —un poco confundido al no entender, pero aún más al ver que el cachorro no respondía a su famoso nombre— ¿qué quieres probar?

—Inuki ven, Inuki –se agachó llamando al cachorro.

—Sorprendente —sonrió al ver que el cachorro inmediatamente acudió al llamado de Seiya— ¿cuándo lo descubriste?

—Desde la primera vez que lo llame así, ese día Serena no lo llamo por su supuesto nombre, pero en cambio lo llamo Inuki en un ataque de cosquillas —soltó la carcajada al recordarlo.

—Ah así que inconscientemente mi hermana no acepta ese nombre, eso es aún más interesante —lo volvió a observar fijamente— ¿cómo es que la estas convenciendo de que le cambie el nombre?

—Ya te lo dije con fresas —mientras acariciaba al cachorro— verdad Inuki

—Y me quedo en las mismas ¿qué le compras fresas o qué? —se sentó más confundido que al principio.

—No, fresas es un rico postre que me gusta comer y con eso la estoy convenciendo o al menos haciendo labor de convencimiento —cargó al perro sentándose a un lado de él.

—No pues no entiendo nada —suspiró— ¿y crees que ese método funcione para convencerla?

—Desde luego, no me rendiré

—Bueno pues es un poco difícil de convencer así que te deseo suerte —sonrió— porque no es fácil

—Ya verás que con mis besos de fresa la convenceré

Al escucharlo inmediatamente lo observo con suspicacia— ¿Así que ese es el postre de fresa que te gusta comer? ¿no crees que te estas aprovechando de mi hermanita?

—Ups creo que hable de más —sonrojándose.

—Si eso creo —fingió seriedad— estoy comenzando a pensar que si te estas aprovechando de ella

—No para nada, yo nunca me aprovecharía de ella —aun sumamente nervioso.

—¿Nunca? bueno eso ya lo veremos, pero aun así no quiero que estés besándola cada que quieras con ese pretexto

—¿Me crees capaz de eso? —fingiendo inocencia.

—Mmm te diré, aunque no estaría mal. Digo los dos son solteros y se gustan, así que... —negó— de cualquier forma, no te aproveches