Tomando Decisiones

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—¿Y si hablo con ella? —se debatía entre tocar el timbre y no. Daba un paso y luego se regresaba, así en un momento de decisión timbro esperando que Michiru fuera quien le abriera.

—Ah hola –dijo Seiya que se encontraba haciendo la limpieza y las labores de Michiru.

—Ah hola... –dijo Haruka un poco desilusionado— ¿se encuentra Michiru?

—No, no está, fue a trabajar, pero pasa

—Gracias... —entró a la casa y tomando asiento en uno de los sillones— me imagino que ya sabes lo que paso ¿verdad?

—Si, lamento haberlos escuchado ¿quieres beber algo?

—No gracias —negó con un movimiento de cabeza para luego bajar la mirada— en algún momento te ibas a dar cuenta, Seiya —subió su mirada para verlo— realmente la quiero y no me gustaría que pensaras que solo quiero jugar con ella

—Lo sé y ella también te quiere, pero es un tanto indecisa y en ocasiones insegura, aunque aparente lo contrario. En este momento está vulnerable seguro te buscara y hablaran

—Eso es lo que quiero hablar con ella —suspiró— creo que soy demasiado impulsivo y ayer no pensé bien las cosas. Ahora me siento arrepentido de no haberle dicho que continuáramos con nuestra relación. Claro ahora de una manera más tranquila y conociéndonos poco a poco

—Eso es lo que les hace falta, pero tranquilo ya verás que todo saldrá bien, hacen una linda pareja

X—X

Diamante se encontraba un poco nervioso ¿por qué la llegada de Michiru lo ponía así? no sabía qué hacer, caminaba de un lado al otro buscando y sin buscar entre los cajones. No era del todo mentira que buscara esas cotizaciones, solo que las necesitaría hasta el lunes, así que en realidad no había razón para hacer venir a Michiru en su día de descanso.

Michiru llego al hotel un poco nerviosa, al entrar se dirigió primero a la oficina de Diamante, donde toco la puerta.

—Adelante —subió la vista a la puerta, pues se encontraba recostado en el sillón.

Abrió la puerta y entro— Buenas tardes

—Michiru—se sorprendió sentándose rápidamente— lo siento, pasa —se puso de pie para acercarse a ella

—Ya llegué... —dijo al verlo acercarse.

—Disculpa que te haya hecho venir, pero es que lo necesito para comenzar a hacer las cuentas —dijo lo más tranquilo posible— después te repondré el descanso ¿de acuerdo?

—Si está bien no se preocupe, no tenía nada que hacer de todas formas —desviando su mirada.

—Bueno eso me quita un peso de encima —dijo un poco más relajado— pero ¿cómo es eso de que una chica tan linda como tú no tenga nada que hacer hoy? ¿qué hay de tu novio? ¿por qué tienes novio no?

—Ya no —dijo un poco triste— terminamos ayer, pero bueno voy por los papeles

—Ah lo siento —dijo un poco apenado— si gracias —la vio salir— entonces Darien tenía razón ella y el hermano de Serena eran novios, pero ahora no tendré competencia —volviendo a sentarse en su silla recargándose— Mmm y bien ¿qué carta usare?

Suspiró al ir a su cajón y sacar los documentos necesarios, regresando a la oficina de Diamante— Aquí están las cotizaciones ¿necesita algo más?

—Gracias —tomó los papeles dejándolos en el escritorio— no, es todo, pero si no tienes inconveniente ¿te quedarías acompañándome? digo solo un momento, extrañamente el día de hoy me siento solo

BENDITA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora