BENDITA VIDA

Capitulo 43 Mariposa

Debido al riesgo de su embarazo había sido imposible regresar a España, por lo que se tendrían que quedar ahí hasta que estuviera en mejores condiciones de viajar. Por lo tanto, habían rentado una pequeña casa, para mayor comodidad. Comenzaba a gustarle la ciudad, aun lucia triste por lo sucedido aquel día, poso sus manos sobre su abultado vientre mientras observaba la ropa de bebé.

—¿Quieres que vayamos por algo de comer? ¿qué tal una de esas malteadas que tanto te gustan? —dijo Taiki al verla tan triste.

—Si ¿te gusta este vestidito? —le mostro la prenda que sostenía en sus manos.

—Sí, es muy lindo, pero ¿y si es niño? —preguntó sonriéndole sutil.

—Yo siento que será niña, pero si es niño entonces quizás también deba comprar ropa por si acaso ¿qué opinas?

—Bueno mientras es pequeño quizá pueda usar ropita blanca o comprar cosas azules también, aun si es niña se verá linda de azul

—Ropa unisex que gran idea Taiki —se acercó dándole un beso en la mejilla— gracias por todo lo que estás haciendo por mí

—No tienes por qué agradecerme, siempre contaras conmigo —sonrió— bien iré por tu malteada. Nos vemos fuera de la tienda ¿te parece?

Asintió con una sonrisa— No tardare

—De acuerdo no tardo —sonrió llevando el par de bolsas. Se sentía feliz al menos de estar de ese modo con ella—

Escogió algunas prendas en azul blanco y amarillo para su futuro bebé y enseguida las pagó, para después salir del lugar y esperar a Taiki. Caminó hacia una fuente sentándose en el borde jugando un poco con el agua.

—¿Así que aún no sabes si será niña o niño? —preguntó deteniéndose a su lado.

—Darien —fijo su mirada en él— ¿qué quieres?

—Más te vale que sea niño —dijo tomándola del brazo para levantarla— vendrás conmigo

—¿Qué haces? me estas lastimando —intentó soltarse de él— ¿a qué viene de pronto tu interés en un niño que has rechazado?

—Que por fin tendré a mi familia conmigo —dijo jalándola— y camina no hagas escándalos

—¿A dónde me llevas? —intentaba soltarse de su agarre— me estas lastimando Darien

—Suéltala —dijo Taiki al ver lo que sucedía dejo caer las malteadas para ir en su auxilio.

—Cállate. Esto es lo que querías ¿no? —preguntó a Lita jalándola con fuerza— querías estar a mi lado, pues ahora lo estarás

Sin duda aquello era verdad, ese era su deseo, pero ¿de esa forma? observo a Taiki que los había seguido hasta el estacionamiento, derramando un par de lágrimas— ¿Por qué el cambio? ¿Acaso tú exnovia te rechazo y por eso has venido a mí? —preguntó un tanto burlista.

—Eso no te importa —dijo jalándola— y más te vale que tu amiguito no nos siga. Dile que se marche —la sujetó entre sus brazos murmurando a su oído— que es tu voluntad venir conmigo o la puede pasar muy mal

—¿Qué piensas hacer? —contuvo la respiración al escuchar sus palabras.

—Suéltala —se paró frente a la pareja.

—Díselo, ya no me importa nada. Bien puedo deshacerme de él —dijo aun a su oído besando en seguida su cuello— hazlo

Cerró sus ojos asustada— Taiki, iré con él. Volveré más tarde a casa. No, no te preocupes —lo observo detenidamente.