BENDITA VIDA

Capitulo 25 Una Noche de Amor

Por fin terminaba de capturar el último dato de los huéspedes que habían entrado ese día, suspiró y cerró los ojos moviendo un poco su cuello para descansar brevemente.

—¿Terminaste? —sonrió apoyándose en el mostrador.

—¿Eh? —abrió los ojos encontrándose con él— si ¿y tú?

—Si termine hace un rato —aun en la misma pose sonriendo.

—¿Sabes que te ves muy guapo así? —preguntó recargándose también en el mostrado.

—¿Lo crees?

—Sí, eres el supervisor más guapo y consentidor que hay en este hotel —dijo con seguridad mientras asentía— ¿o tú no lo crees?

—Si lo dice la recepcionista más hermosa que hay entonces si lo creo

—Bien, entonces debes creerlo —dijo muy segura— ¿y a donde me vas a llevar?

—Es una pequeña sorpresa espero que te guste, pero toma —le da una venda— debes vendarte los ojos

Tomó la venda observándola con extrañeza— Pero supongo que no lo haré desde aquí —observando a algunos de sus compañeros que andaban por ahí.

—No en el auto

—Ah vaya, solo espero que no me vayas a secuestrar —se alejó en busca de algunas cosas para luego salir.

—Mmm la verdad no sería mala idea

—No te atreverías —sonrió hasta que estuvo cerca de él.

—Mmm ¿quieres apostar? —sonrió seductora y retadoramente.

—No, gracias —dijo dando un paso hacia atrás— porque ya vi en tus ojos que si te atreverías

—Anda vamos. Quizás después si lo haga —le guiño un ojo.

—De acuerdo —dijo tomando su mano— no quiero arriesgarme a que lo hagas

—El día que lo haga ni siquiera te avisare simplemente lo haré –dijo con suma seguridad y orgullo.

Al escucharlo inmediatamente el sonrojo asomo a sus mejillas, sintiendo como una revolución de "mariposas" se hacía presente en su estómago— Seiya... —murmuró algo nerviosa.

—¿Dime?

—¿De verdad lo harías? —preguntó bajando un poco la mirada con cierta pena.

—Puede ser —sonrió al momento que le abría la puerta del auto— no lo sé, siento que sería divertido y algo interesante

—¿Divertido e interesante? —preguntó al momento en que subía su mirada para verlo— podrías explicarme por favor —dijo con una ligera sonrisa.

—No lo sé, solo sé que.... —al ver que estaba a punto de hablar de más se quedó callado— ponte la venda por favor —cerrando la puerta para subir de inmediato y poner el auto en marcha.

—¿Ya tan pronto? —preguntó algo desconcertada.

—Si anda póntela y no veas nada

—De acuerdo, pero no estás enojado ¿verdad? creo que hago muchas preguntas —dijo mientras acomodaba la venda para colocársela.

—De ninguna manera podría estarlo, lo sabes —sonrió al ver que se colocaba la venda.

—Sí, lo sé solo que no me gustaría hacerte enojar nunca —murmuró mientras amarraba la venda.

—Tu nunca me harías enojar lo sé muy bien —sonrió tiernamente.

—Eso espero —dijo suspirando bajando las manos después de haber amarrado la venda a su cabeza— listo solo no te quieras aprovechar porque no voy a ver a donde me vas a llevar —dijo buscándolo con la mano.