Capitulo 11 Inicios

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Una linda chica de hermoso cabello castaño se encontraba en su recamara un tanto triste pues su prometido tenia algunos días de haberse ido y ya lo extrañaba de sobre manera.

—Iré de compras —sonrió al tomar su bolso para luego salir de su casa, encontrándose a su chofer descansando un poco— Taiki ¿me puedes llevar de compras por favor?

Levanto su mirada dejando ver sus hermosos ojos violeta al escuchar la voz de la chica, el apuesto joven de cabello castaño, simplemente sonrió— Claro señorita, ¿a donde iremos hoy?

—A comprar el vestido ¿conoces un buen lugar donde vendan vestidos bonitos?

—Claro que sí, he visto unos que sin duda le encantaran —mientras abría la puerta del auto para que ella subiera.

—Mmm confío en tu buen gusto, llévame por favor —subiendo al auto.

—"Ojalá que usted confiara más en mí que solo en mi buen gusto" —pensó al cerrar la puerta y después subir al auto— ¿Y cómo se encuentra hoy señorita? —viéndola por el retrovisor.

—Te diré —mirando por la ventanilla, su semblante era de tristeza.

Taiki odiaba verla triste y no poder hacer nada para ayudarla o simplemente consolarla.

—No se preocupe señorita, hoy las compras harán que se sienta mejor —mostrándole su apoyo.

—Eso espero, en estos días nada me satisface

Solo respiró profundamente y continúo su camino en silencio puesto que a leguas se notaba que ella no tenía muchas ganas de hablar. Condujo hasta llegar a la exclusiva tienda de ropa, por la que tantas veces había pasado y a su mente siempre venia la señorita Lita usando esos lindos vestidos y una sonrisa en su rostro. Así bajo y de prisa abrió la puerta de ella para que bajara.

—Aquí es señorita

Bajó del auto mirando la tienda— Mmm se ve linda —sonrió, para acercarse a la entrada— Taiki acompáñame por favor

—Claro señorita —caminando detrás de ella y abriendo la puerta de la boutique para que ella pasara.

—Gracias...

X—X

El día de descanso de Serena no sería precisamente para descansar, después de desayunar y de pensar una vez más lo que había decidido se metió a bañar y luego a arreglarse para ir y poner su idea en práctica. Durante todo el camino no dejaba de pensar en lo sucedido con Darien y Seiya, aún no estaba muy segura de lo que iba a hacer, pero sí esa era la única manera de saber lo que realmente sentía la llevaría acabo. Al llegar a la dirección que recordaba eran las oficinas de los papás de Darien subió hasta el último piso esperando no equivocarse y encontrarlo ahí. Él por su parte estaba en su oficina revisando algunos papeles o al menos eso intentaba ya que no podía sacar de su mente aquella conversación con Serena, pero sobre todo esos besos.

—Disculpe señor lo busca la señorita Serena Tsukino

Se sorprendió al escuchar ese nombre, poniéndose de pie rápidamente, mientras contestaba a su secretaria— Claro hágala pasar y no me interrumpa —recogiendo un poco de cosas sobre su escritorio.

—El señor Chiba la recibirá por favor sígame —poniéndose de pie y caminando adelante de Serena que solo la siguió en silencio, abrió la puerta para dejarla pasar— pase...

—Gracias... —sonrió tímidamente a la mujer, pasando a la oficina— hola... —dijo casi en un murmullo.

Darien que ya estaba cerca de la puerta, se acercó para saludarla con un suave beso en la mejilla— Pasa por favor —dijo en tono tranquilo, tratando de no demostrar tanto la felicidad que le daba en verla ahí.

BENDITA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora