Capítulo 7

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Kim Namjoon

Seokjin se encontraba recostado en la cama de su celda con un libro en manos "Matar a un ruiseñor" su libro favorito, estaba ignorando por completo el hecho de que su compañero de celda estaba golpeando las paredes y caminando de un lado a otro con mucha frustración.

-Lo voy a matar-

Musitó Namjoon con la mirada fija en la ventana tapada con barrotes, tenía mucho odio en su interior, nadie se había atrevido a tratarlo de esa manera, "¿Quién se cree?" Se preguntaba una y otra vez el chico mientras su frustración se volvía mayor, volteo a ver al chico en la cama y se acercó a él.

-Jin, necesito que me ayudes a crear un plan-

El chico mencionado levanto la vista topandose con un chico de ojos oscuros a causa de la desesperación.

-Dudo que puedas matarlo-

Dijo dulcemente y volvió a su libro, el compañero se enojó mucho más y comenzó a jalar sus propios cabellos.

-¿Crees que soy débil? Carajo Jin, soy el mejor jefe de la mafia aquí en todo Corea, nadie puede vencerme-

-Entonces ¿Porque estás aquí? ¿Te dejaste encerrar por la policía?-

Soltó una leve risa y siguió leyendo

-Eso fue porque me traicionaron, y quién lo hizo ya está muerto-

Su compañero solo negó con la cabeza teniendo una sonrisa en su rostro, cerró su libro y lo coloco en la esquina de la cama, se levantó y se acercó a su compañero tomando sus manos y comenzando a acariciar estás mientras lo observaba con una dulce sonrisa.

-Solo ignoralo, tampoco sabemos de él, no sabemos que tanto ha hecho, solo tenemos en conciencia el hecho de que mato al hijo del CEO de una de las mejores empresas en Corea, si hizo eso sin temer por la cárcel, no sabemos de lo que es capáz-

Siguio acariciando las manos contrarias con sus pulgares.

-Tienes razón, no sabemos... Pero aún así no dejaré que todo se quede así, dónde queda mi dignidad, comenzarán a verme inferior a él aquí en la cárcel, me niego a ello-

Comentó el molesto preso, quería seguir siendo el mejor de toda la cárcel.

-Eso no pasará cariño, ¿Quieres que te ayude a calmarte un poco? Ya es noche y los oficiales no se encuentran rondando por aquí-

El preso al que le habían ofrecido aquello sonrío y asintió con la cabeza.

-Ya sabes que hacer-

Musitó el chico y comenzó a quitarse su playera dejando su marcado y suave cuerpo el cual se encontraba lleno de cicatrices y alguna que otra costra reciente, siguió sonriendo mientras se quitaba el pantalón.
El preso mayor se acercó al chico y colocó sus manos en su cintura jalandolo hacia el, lo miro una última vez antes de cerrar sus ojos y juntar sus labios, lo tomó firmemente levantándolo en sus brazos, el menor enredó sus piernas en la cintura ajena y siguió besando al chico. Este llevo sus manos al trasero de Jin y camino hacia su cama, se separo de aquel desesperado beso y tiró sin cuidado al joven sobre la cama, llevo sus manos al borde de su playera y comenzó a subirla con rapidez hasta deshacerse de esta misma, tomó el elástico de su pantalón naranja y comenzó a bajarlo junto con su ropa interior dejando a la vista su ya dura erección, el menor lamió su labio inferior y se quedó observando al chico frente a él, este se subió sobre su compañero de celda, tomo su ropa interior y la jaló con fuerza rasgandola y terminando por romper toda la tela, lanzó esa prenda al suelo y tomo sus piernas abriendolas de golpe, observo su rosada y abierta entrada a causa de las veces que ya se había acostado con el, era muy seguido.
El chico mordió su labio inferior y se inclinó para comenzar a lamer la entrada de su compañero, estiro su mano para sacar algo debajo de la cama escondido entre los barrotes que sostenían el colchón, seguía lamiendo dicha entrada mientras el chico disfrutaba de su experta lengua, gemía ligeramente agudo y bajo, cerró sus ojos al notar el arma punzocortante que había sacado el chico entre sus piernas, soltó un suspiro y decidió disfrutar del oral que estaba recibiendo antes de volver a sentir aquel fuerte pero placentero dolor.
Nam con su mano libre comenzó a masturbar el miembro ajeno mientras alzaba la mirada para ver el rostro del chico, se separó de su entrada y subió un poco para quedar a la altura de su rostro, pasó la punta de la pequeña navaja suavemente por la mejilla del chico, este se encontraba jadeando bajo por los movimientos en su miembro, abrió un poco los ojos para toparse con la mirada del chico frente a el, sonrío dulcemente y sintió la punta de aquella arma blanca comenzar a bajar hasta llegar a su pectoral derecho, soltó un suspiro y sintió como el filo de aquella arma comenzó a rasgar su blanca piel volviendo está roja junto con un líquido carmesí que brotó inmediatamente luego del corte algo profundo que había recibido, soltó un pequeño chillido y cerró sus ojos apretandolos al igual que apretó sus puños a sus lados, tomo aire y comenzó a sentir el ardor comenzar a viajar por aquella zona, el chico sonrío satisfecho, comenzaba a desahogar sus problemas con su compañero sexual. Lamió la herida saboreando aquel dulce sabor metálico que tanto amaba, succionó un poco para sacar más espeso líquido. Se separó con sus labios rojos por la sangre, lamió solamente su labio inferior y tomó con dos dedos más sangre de aquella herida, llevo su mano a su entrada comenzando a lubricar la entrada con su propia sangre, introdujo sus dos dedos y comenzó a moverlos con fuerza mientras observaba el rostro del chico debajo de él, su rostro reflejaba dolor y placer, le encantaba observarlo de aquella manera, saco los dedos notando como el chico se callaba repentinamente, metió su miembro de una solo estocada llegando a sentir su próstata por la fuerza con la que lo introdujo, el mayor soltó un jadeo ronco y comenzó a mover su cadera de adelante para atrás embistiendo al dulce chico con fuerza y rapidez, acercó la navaja a su pectoral izquierdo donde hizo un corte un poco más profundo. El chico que se encontraba gozando de los movimientos del mayor soltó un pequeño grito el cual fue callado por los labios del mayor, se separó con una sonrisa y observó la sangre en su pecho, llevo su mano libre al cuello del pasivo y comenzó a presionar notando como a este se le iba lentamente el aire. Por su lado el menor notó como no podía jalar oxígeno, abrió su boca intentándolo pero gracias a eso el agarre fue más fuerte, en su vientre sentía un placer inmenso el cual poco a poco iba recorriendo su cuerpo dejándolo soltar un par de espasmos, la mano en su cuello solo hacia el placer aumentar, a pesar de que no quería que lo ahorcara ni lastimara, pero aún así sabía que su cuerpo lo necesitaba para tener mayor placer.
Su mirada comenzó a nublarse y su rostro se ponía más y más rojo a causa de ella falta de aire, el chico mayor sintió que era suficiente y quito su mano notando como el chico inmediatamente comenzó a toser, sonrío ladino y aumento la fuerza de las embestidas. En la celda solo se escuchaban los tosidos combinados con gemidos agudos del chico menor, los gemidos roncos del mayor y el sonido provocado por sus cuerpos chocar.

Al cabo de los minutos Jin había recuperado el oxígeno, solamente se encontraba gimiendo por el placer que le provocaba el mayor.

-Y-ya viene-

Gimió en alto

-Aguanta un poco-

Gruño el mayor, aumentó su velocidad sintiendo como su glande chocaba perfectamente con la próstata del menor, su orgasmo comenzó a aproximarse, llevó su mano al miembro del pequeño y comenzó a masturbar, el chico arqueó su espalda y cerró sus ojos, su orgasmo llegó saliendo de golpe sobre el pecho del mayor, el cual poco después se vino dentro del chico, gruño su nombre y se dejó caer en el cuerpo ensangrentado del menor. Ambos se encontraban con la respiración entrecortada.
Nam salió de Jin y se recostó a su lado, se estiró para tomar la cobija de la cama de al lado, la cual, al ser un espacio pequeño, se encontraba muy junto a la otra, colocó la cobija sobre ellos y cerró los ojos sin emitir ninguna palabra.
Jin estaba acostumbrado al frío silencio del chico luego de tener un encuentro sexual, simplemente se volteo dándole la espalda y se abrazo a él mismo ignorando el dolor que sentía en sus pectorales. Se quedó mirando el suelo sintiendo sus lágrimas comenzar a salir como todas las veces que se acostaban juntos. Su indiferencia lastimaba al pequeño Jin, pero a pesar de eso, el chico ya estaba acostumbrado.

Tras las rejas || Vkook +18 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora