Tercera noche
Kim Taehyung se encontraba dentro de su celda observando al policía fuera de esta, el cual estaba con la espalda recargada en la pared blanca junto a los desgastados fierros. Sus brazos yacían cruzados sobre su pecho y su expresión mostraba que se encontraba totalmente sumido en sus pensamientos.El chico de cabello rojo decidió aprovechar el momento, se recostó en la cama de la celda y tomó el celular que el preso le había guardado en la bolsa del pantalón, a la hora del almuerzo. Soltó un suspiro algo molesto y encendió la pequeña pantalla del celular desechable. El sonido de este estaba apagado, por lo cual no había visto que tenía una llamada perdida de un número desconocido. Sabía que llamar no era una buena idea, por lo cual decidió entrar a la bandeja de mensajes, presionó el unico número que aparecía en la lista de contactos y mandó el siguiente mensaje.
-Espero sea algo importante, ¿qué quieres?-
Presionó el botón para enviar dicho mensaje, levanto la mirada observando al policía el cual seguía metido en sus pensamientos, no había hecho ni un solo movimiento.
Volvió a bajar la mirada y observó que el mensaje ya había sido respondido.-No se si sepas pero volví a hacer aparición, necesito llamar la atención para poder desviar a los policías de lo que realmente importa, y por lo cual, necesito de tu ayuda. Sé que estás siendo custodiado por dos oficiales, tienes que vigilarlos muy de cerca, sacales información sobre lo que saben, debemos estar un paso delante de ellos para poder hacer el plan. Sé que decidiste entrar a la cárcel para tomar un descanso de mi, pero sabes que eso conmigo no va. Cumple lo que te pedí, si no, tu cabeza será el próximo adorno de mi oficina–
El preso bufó molesto y se puso de pie levantando con cuidado el colchón de la cama, colocó el celular en la base de la cama, dejó caer el colchón haciendo el menor ruido posible y luego caminó hacia los barrotes, recargandose en estos para poder observar al chico fuera de la celda.
—¿Cómo se encuentra el día de hoy oficial? Lo noto un poco distanciado, ¿acaso ya no me quiere?—
El menor al escuchar la voz del preso sintió un leve escalofrío recorrer su cuerpo, haciendo que contrajera ligeramente los brazos.
Volteó la mirada, topándose así con la del mayor.—Nunca te he querido—
Comentó serio y sin expresión en su rostro. El preso llevó su mano a su pecho e hizo un rostro de dolor.
—Ha roto mi corazón, ¿no le importa eso?—
Un simple movimiento de cabeza fue la respuesta del menor, dejando en claro que no le importa que le pasaba al chico.
Este soltó un suspiro, pero en ningún momento apartó la mirada del policía encargado.—Tarde o temprano tendrá un afecto por mi, estoy seguro—
Una sonrisa de satisfacción adornó su rostro, cosa que causó un ligero revoltijo en el estómago del oficial. Sabia que estaba mal tener cariño por un asesino, nadie ve eso como normal o aceptable. Pero, a pesar de saber que no estaba moralmente bien, quería estar a su lado, tenía una atracción excesiva por la maldad que el traía. Esa mirada misteriosa llamaba su atención, sabía que había cometido muchos crímenes de los cuales la policía no estaba al tanto. Simplemente quería mantenerse a su lado, descubrir de que era capaz, aunque no quisiera aceptarlo, quería perder aquella pureza que por tanto tiempo había mantenido.
—Y bien oficial, ¿acepta?—Preguntó el carcelero con aquella conocida sonrisa en su rostro.
—Perdón ¿que decías?—
—Me molesta que no me escuchen—La mirada del chico oscureció y aquella confortable sonrisa había desaparecido—Dije que si me daba otro beso, desde aquella noche me quedé con ganas de más.—
El oficial lamió inconcientemente su labio inferior al recordar todo lo ocurrido la primer noche a cargo. Inmediatamente cayó en cuenta de lo ocurrido y negó con la cabeza borrando todas esas ideas que comenzaban a rondar por su cabeza.
—Jamás volverá a ocurrir eso—Respondió de manera seca, llevando su mirada al frente nuevamente.
—No le cuesta nada, sé que le gustó todo lo que pasamos la primer noche, su rostro demuestra que quiere volver a hacerlo, o mejor dicho, hacer algo mejor, más íntimo—Su sonrisa cuadrada volvió a aparecer en su rostro.
El oficial volteó a ver al chico tras las rejas y soltó un suspiro intentando calmar las ganas que tenía de entrar a la celda y pasar un buen rato con el asesino.
—Estas equivocado— Mencionó sin atreverse a mirar el rostro del mayor.
—A ver oficial, mireme a los ojos y repitalo—
El oficial volteó a ver sus ojos con toda la seguridad del mundo, pero toda la seguridad desapareció en cuanto notó la confianza que tenía el asesino.
—No tengo porqué seguir tus órdenes—
El pelinegro desvió la mirada sabiendo que se había safado de la mentira que estaba diciendo.
Estaba calmado hasta que escuchó la risa burlona del chico tras los barrotes.—Ya ve oficial, sé que me desea—Dijo luego de haber parado de reír.
El mayor estiró su mano tomando el brazo izquierdo del oficial. Este simplemente volteó a verlo con cierto temor en su mirada, no quería que los encontraran, era muy temeroso con el hecho de lo que estaba bien y lo que estaba mal.
—Solo un beso oficial... Bueno, si gusta puede ser más— Giñó su ojo derecho y jalo el brazo del oficial dejándolo de frente a él.
—¿Qué intentas?—Preguntó el oficial sintiendo sus manos comenzar a temblar.
El chico que que sostenía su brazo simplemente se quedo observando los ojos del menor sin emitir ningún sonido y sin hacer movimiento alguno , esto estaba comenzando a alterar las al policía, su cuerpo comenzó a debilitarse, se sentía muy debajo del asesino, a pesar de encontrarse dentro de la celda, sentía que podía hacer lo que sea con el, estaba vulnerable ante el.
—T-taehyung ¿Qué intentas hacer?— Su voz había comenzado a temblar, estaba demostrando que era menos a pesar de ser el encargado.
—Esto—Se acercó más al oficial sintiendo sus respiraciones mezclarse. Se mantuvo un momento sin moverse observando como el pelinegro bajaba la mirada a sus labios. Una gran sonrisa se posó en sus labios al percatarse que tenía al oficial en la palma de su mano.
El pelinegro no aguantó más y pegó sus labios a los del mayor comenzando a mover los suyos con desesperación, lo ansiaba, sentía una obsesión por el, era extraño puesto a que llevaban poco conociéndose, o mejor dicho, no se conocían en absoluto.
Cuando el mayor sintió los labios del pequeño sobre los suyos, cerró sus ojos y correspondió el beso.
—Ya eres mio—Susurro el asesino sintiendo como el menor había aumentado la intensidad con la que lo besaba.
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Tras las rejas || Vkook +18 (TERMINADA)
Random¿Qué ocurre si juntas a un oficial y a un preso solos durante 12 horas diarias sin vigilancia alguna? ¿Será que el amor se desata? ... Jeon Jungkook oficial de policía, trabaja en una cárcel en Corea del Sur. Kim Taehyung, un chico desquiciado, aman...