Capítulo 18

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Tercer día

Kim Taehyung despertó en la mañana sabiendo que su oficial favorito ya no estaría con el. Tenía un ligero dolor de cabeza a causa de la reaparición de su jefe, el solo quería tranquilidad, y ni en la cárcel podía adquirirla.

-Veo que despiertas... ahora arriba y a las duchas- Demandó el oficial Hoseok al percatarse de que el preso ya había abierto los ojos.

El asesino se levantó de una sola con algo de molestia sin mirar al oficial fuera de su celda el cual se encontraba abriendo las rejas, con las esposas en sus manos. Estiró sus manos hacia el frente a lo que el policía respondió colocándole las esposas.

Una vez listos, ambos caminaron en dirección a los baños, para que el asesino pudiera tomar su ducha. Habían llegado justo a la hora en que todos los presos estaban tomando sus baños o simplemente de pie, observando a sus compañeros. Tae entró a este lugar sin dirigirle la mirada a nadie, como ya era de costumbre.

Namjoon se encontraba en una de las regaderas enjabonando su cuerpo, la única regadera libre estaba a su lado, al percatarse de que este chico había entrado al baño, hizo una amplia sonrisa y comenzó a alentar los movimientos de sus manos sobre su cabello, con la espera de que este chico se colocara a su lado.

Y como mandado a hacer, luego de dejar su ropa en un casillero, se puso a su lado en la regadera abriendo la llave para comenzar a mojar su cuerpo. Su mente seguía dándole vueltas al asunto de su jefe, si el plan comenzaba de una sola vez, su vida correría un gran peligro. Debía ser el mas cuidadoso con lo que hacia y, a pesar de no ser orden de su jefe, debía saber quien era el chico al que buscaba. Todo se había pospuesto hace un par de años, no entendía porque el Dragón quería volver a sacar a flote el plan, no tenia sentido alguno, o al menos eso creía.

-Tae, ¿Como estás?- Una voz conocida lo había sacado de sus pensamientos, sabia muy bien quien era, y no quería responder, era molesto tenerlo cerca.- ¿A caso no me escuchas?- El moreno comenzaba a perder la paciencia, no solía ser ignorado, y cuando pasaba solo lo hacia ponerse de malas, pero por más molesto que fuera, debía seguir su plan, ser amable con el asesino.

-¿Qué quieres Namjoon?, no estoy para perder el tiempo- Mencionó mientras tomaba un poco del liquido de la botella de shampoo, lo llevo a su cabello y comenzó a masajear su cabeza con lentitud, en un intento de calmar el dolor de cabeza y a la vez, limpiar bien su cabello.

-Solo quiero platicar contigo, me he percatado de que somos similares en forma de ser, podríamos crear una buena amistad-Dijo con la mejor sonrisa que pudo formular en ese momento.

-Polos opuestos se atraen, iguales se repelen- Dijo de una sola, metió su cabeza al chorro de agua que caía y dejó que toda la espuma que poseía en su cabeza comenzara a resbalarse.

Nam por su lado comenzó a apretar la botella de shampoo de manera inconsciente, tenia tantas ganas de soltarle un golpe directo al rostro, pero logró calmarse. El chico de cabello rojo cerro la llave del agua, tomó su toalla y camino hacia los lockers para poder vestirse.

-Estas desperdiciando liquido-Fue lo único que dijo antes de desaparecer de las duchas.

El moreno bajo la mirada percatándose de que, por apretar la botella, el contenido de esta había comenzado a caer, aflojo el agarre y cerro esta, dejándola nuevamente en su lugar. Cerró la llave y soltó un suspiro pesado. Lo planeado iba a ser mucho mas difícil de lo que tenia pensado, pero no iba a rendirse, lograría su plan a costa de todo.

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El oficial Jungkook se encontraba en su habitación, recostado mirando el techo, su mente solo ideaba teorías a cerca del porque el Dragón había hecho aparición luego de años sin saberse nada sobre el. Toda su guardia en la cárcel se había quedado pensando en eso, y para colmo besó a Taehyung, a pesar de estar mal, era algo agradable, se había atrevido a algo que nunca hubiera hecho en el pasado. Ya imaginaba que este chico iba a hacerlo cambiar, pero no sabía que iba a ser tan pronto, apenas llevaban tres noches juntos, todo estaba yendo demasiado rápido, quería llevar las cosas con más calma, tenia cosas mas importantes por las cual preocuparse, y tener sentimientos hacia el preso solo iba a hacer que todo fuera mas complicado, no lo podría sacar tan fácil de su mente y eso solo seria un problema.

Su hambre hizo aparición, llevaba desde la tarde del día anterior, sin comer nada. Se puso de pie, con cierta molestia, y salió de su habitación para dirigirse a la cocina y poder prepararse algo, aunque fuera pequeño, para saciar su hambre. Grata fue su sorpresa al hallar a su hermana sentada en la mesa del comedor, junto con sus dos sobrinos, degustando del delicioso desayuno que había preparado.

–Jungkook, pensé que estabas dormido–La dulce voz de la chica fue la que se escuchó, esta chica rápidamente se puso de pie y fue hacia la estufa–Siéntate cariño, te serviré un poco, debes tener hambre–

El oficial olvidó por completo el enojo que tenía y una sonrisa se dibujó en sus labios, luego de agradecer se sentó junto a uno de los pequeños.

–Tío, ¿que se siente estar cuidando al carcelero más peligroso del momento?–Preguntó el niño sentado más cerca de él.

–Young Min basta–La mayor alzó la voz algo molesta por el comentario de su hijo

–Perdón ma–El gemelo bajo la mirada observando su platillo

–Hey descuida–La voz cansada del oficial se escuchó, su mano se dirigió a la cabeza del pequeño en donde decidió revolver un poco su cabello–Mejor ustedes díganme, ¿porque no están en la escuela?–

–Yo le digo yo le digo– el pequeño Kwang Min alzó su manita con desesperación, a lo cual el oficial solo pudo reír y darle la palabra–La maestra dijo que no habrán clases por una semana, ya que un dragón podría atacar la escuela–

El mayor rápidamente eliminó la sonrisa de su rostro y llevó la mirada a su hermana la cual solo pudo hacer una mueca mientras se acercaba nuevamente a la mesa para dejar el plato del mayor frente a él. El, por su lado, se puso de pie y salió de la habitación seguido de su hermana.

–¿Porque le dicen esto a los niños?–Preguntó el chico sintiendo la preocupación recorrer su cuerpo

–La escuela dice que tienen que afrontar la realidad, que no podemos mantenerlos en una fantasía donde todo es color de rosa–

–Pero son niños, tienen solo 7 años, ni siquiera saben que Dragón se refiere a una persona–Mencionó con la voz baja para que los pequeños no pudieran escuchar.

–Jungkook, yo también estoy en desacuerdo, pero ellos ya lo saben, no puedo hacer nada–Una triste sonrisa se formó en su rostro haciendo que el oficial se sintiera peor.

–Solo cuídalos, no salgan de la casa si no es necesario–Dijo seguido de un suspiro.

Ambos volvieron a la cocina luego de esta corta plática, volvieron a sonreír para no preocupar a los pequeños y cada quien volvió a comer, sacando distintos temas de conversación para así aligerar la tensión que solo los mayores sentían.

Tras las rejas || Vkook +18 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora