Capítulo 29

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Noche cinco

El oficial Jungkook se encontraba llegando a la celda de aquel preso, en su rostro yacía una sonrisa sincera y grande.
Llegó con su compañero y lo saludó dándole un dulce abrazo, cosa que desconcertó un poco al preso ya que, solía verlo feliz, pero en esta ocasión estaba más de lo normal.

–Buenas noches Hoseok, ve a descansar, mi turno ha llegado–Mencionó sonriente separándose de aquel abrazo.

–Buenas noches Jeon... ¿Porqué tan feliz?–Preguntó mientras se quitaba las esposas del cinturón junto con las llaves de la celda, para poder entregárselas.

–No lo se, desperté con mucho ánimo y ¿porqué no compartir mi felicidad con otros?–

El chico en la celda observó toda la escena con una sonrisa en su rostro, sabía la razón de su sonrisa y era muy placentero saber que el era causante de la felicidad de alguien. Recargó sus brazos en el barrote horizontal de la reja y se dispuso a mirar fijamente al oficial que recién había llegado.

–Está bien... nos vemos en 12 horas Jeon–Respondió manteniendo una sonrisa dulce para poco después comenzar a caminar por aquel largo pasillo.

–Despertó con ánimos ¿eh?–La voz del preso se hizo presente una vez que el otro oficial había desaparecido por aquel pasillo, llevó su mirada al otro chico notando como este se acercaba a él.

–Ujum... con muchos ánimos, gracias aaaa...–Dio una vuelta en su lugar y terminó por señalar al preso–Ti–Soltó una suave risa y siguió observando al preso.

–Oficial que feliz se ve, tendré que acostarme más seguido con usted–Al decir esto las mejillas del menor tomaron instantáneamente un color rosa algo fuerte el cual fue del total agrado del preso, este chico desvió la mirada observando al pasillo recordando las palabras que le había dicho el otro guardia.

–Oficial... ¿Qué sabe a cerca de Jung Hoseok?–Preguntó con la esperanza de que la respuesta de Jungkook lo ayudará a resolver las dudas que rondaban por su mente.

–No mucho la verdad, es un hombre solitario, no hemos conocido nada acerca de familia, parejas o amistades que no sean las de aquí–Alzó sus hombros y ladeo una mueca–Es muy reservado, no nos cuenta nada acerca de su vida o su pasado, solo sabemos su forma de ser y lo que hace aquí–Terminó de decir y luego decidió preguntar algo–¿Porqué el interés en saber? ¿Te gusta?– Preguntó con una voz algo molesta, a leguas se notaban los celos que sentía el joven chico.
Taehyung solo se rió por la boba pregunta del oficial, negó con su cabeza y escuchó el suspiro de alivio que soltó el guardia.

—Solo tengo curiosidad, me gustaría saber todo lo posible a cerca de la gente con la que convivo... por cierto, ¿qué hay de usted?–Preguntó ladeando su cabeza mientras observaba esos bellos ojos ajenos.

–Oh pues, tengo una hermana que es con la que vivo ella tiene dos pequeños hijos, gemelos... adoro los gemelos ¿sabias? Yo siempre quise tener uno, mi vida hubiera sido más divertida con otro pequeño Jungkook–Sonrió de tan solo imaginar aquello, una infancia donde pudiera jugar con alguien de su edad, que pudiera entenderlo y en quien pudiera confiar ciegamente.

–¿Y qué hay de sus padres?–Volvió a preguntar el preso luego de un rato en silencio donde el oficial se mantuvo imaginando.

–Oh pues, mi madre vive sola ya que mi padre falleció hace varios años, es un tema que ya logramos superar, pero a veces me pongo a imaginar cómo hubiera sido una vida con el–Formuló una ligera sonrisa y luego negó con la cabeza–Y bien... ¿qué hay de ti?–Preguntó volviendo a tener aquella dulce sonrisa con la que había llegado.
El chico con cabello rojo al escuchar esta pregunta dudó en si era buena idea decirle la verdad pero cambiando algunas cosas como el trabajo en el que estaba o la gente con la que se relacionaba o si mejor debía mentirle... tuvo que pensar rápido ya que sería muy extraño que se quedara más tiempo en silencio. Así que tomó su decisión.

–Bien oficial, no hay mucho que contar... no conozco a mis padres, no recuerdo muy bien quien fue él o la que me crió desde bebé, extrañamente mi mente ha borrado eso, como varias cosas a cerca de mi vida, pero salí adelante a mis posibilidades, un hombre mayor me adoptó a la edad de 12 años, él tenía una sobrina la cual también la cuidaba ya que sus padres prefirieron irse a otro país dejándola aquí. Hace un par de años ella falleció junto con mi padrastro–Terminó de decir a la vez que alzaba los hombros restándole un poco de importancia al tema.

Jungkook al escuchar esto borró su sonrisa y bajó la mirada sintiéndose algo apenado por haberle preguntado.

–L-lo siento Tae... no lo sabía–Susurró bajó desviando su mirada hacia el pasillo sin saber exactamente qué decir.

–Hey, eso ya pasó–Respondió soltando una risa que desconcertó al contrario provocando que su mirada de confusión fuera con la del mayor–Son temas ya superados, no es como que me lastime recordarlo–Le dedicó una sonrisa y estiró sus manos tomando las del menor, lo jaló hacia las rejas y negó con su cabeza.–Venga oficial, vuelva a sonreír, se ve muy bien estando feliz–Dirigió sus manos en dirección a las mejillas del menor y con sus dedos pulgares jalo un poco las comisuras de sus labios formando una sonrisa, a lo cual el oficial solo río un poco.

–Bien, cambiemos de tema–Comentó el contento oficial sintiendo como las manos del contrario se retiraban de su rostro dejándolas recargadas nuevamente en aquel barrote.

–¿Cómo le fue con el asunto de tu parte trasera? ¿Ya duele menos?–Preguntó el asesino sonriendo lascivamente al recordar aquel momento tan placentero que pasaron.

–Pues me dolía mucho cuando llegué a casa, pero el dolor ha ido disminuyendo, ya puedo sentarme y caminar con normalidad–

El preso asintió con la cabeza para luego recargar su frente en uno de los barrotes observando directamente los ojos contrarios. Al sentir aquella mirada tan potente, el pelinegro, desvió la mirada observando al pasillo igual de oscuro que todas las noches anteriores.

–Cuando se sienta mejor podemos tener una segunda ronda–Susurró con la voz ronca llevando su mano a la mejilla contraria para acariciarla con lentitud.–Bien oficial, ahora que he tenido relaciones con usted, debo decirle algo–La mirada del guardia volvió a aquel chico de cabello rojo–Lo he proclamado, usted es mío Jungkook, y a pesar de estar aquí tras las rejas, no dejaré que nadie se le acerque–Ladeó una sonrisa esperando por ver la reacción del policía.

El menor al escuchar estas palabras lo miró con cierto miedo, jamás le habían dicho eso, y al venir de un asesino era algo realmente escalofriante para el joven. Pero a pesar de aquel temor que lo recorría, sabía que en el fondo lo que quería, su corazón lo pedía a gritos al igual que su cuerpo. A su lado se sentía vivo, feliz y totalmente libre de ser quien era, este preso era el único que sabía acerca de su orientación sexual, y lo había tomado tan bien, que ahora eran más unidos.

–Entonces...–Comenzó a hablar el oficial luego de un tiempo en silencio–¿Qué somos?–Preguntó con un único brillo en sus ojos.

–Eso lo veremos con el tiempo, por lo mientras usted sólo es mío y no se librará de mi–Su labio inferior fue aprisionado entre sus propios dientes, dicho labio fue soltado lentamente hasta volver a sonreír que aquella lasciva forma.

–Ya me tienes atado Taehyung–Susurró el oficial de manera inconsciente cosa que provocó que el preso llevara su mano a la nuca contraria para así juntar sus labios en un largo y profundo beso.

Tras las rejas || Vkook +18 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora