Capitulo 21

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Cuarta noche

Ya habían transcurrido cuatro días desde que el nuevo preso había llegado, Jungkook seguía con sus sentimientos confundidos, solo quería que todo fuera un malentendido, no quería terminar enamorándose de un asesino y menos del más temido del momento.

Llegó a la celda del chico observando a su compañero el cual se acercó para darle las llaves de la celda y de las esposas, junto con estas mismas.

—Disfruta tu noche Jungkook, espero sea amena— El oficial Hoseok dijo antes de salir del lugar.

Por su lado, el pelinegro se mantenía con sueño y teniendo demasiada preocupación por su familia, el hecho de que el dragón volviera a hacer aparición, no era tan placido, todo ocurría muy cerca de ellos, y lo único que quería era mantener a salvo a su hermana y a sus lindos sobrinos.

—Oficial, nos vemos de nuevo, ¿qué tal todo?—Preguntó el asesino manteniendo su típica sonrisa cuadrada.

—Bien Tae, todo bien—Mintió sin ver la cara del preso. Al fin, que le iba a interesar su vida a un preso.—¿Tú qué tal? ¿Como vas con Nam?—Se recargó en la pared frente a las rejas para así poder ver directamente al preso.

—Normal, no es como que me interese su presencia, así que no veo como es conmigo—Alzó los hombros restándole importancia a la vez que su mirada se dirigía al oscuro pasillo.—No se porque, pero me da mucha tranquilidad está celda, alejada del resto, en silencio—Dijo sin quitar la vista de aquel pasillo.

—Es raro que digas eso, el ultimo preso que estuvo aquí, lo odiaba por completo, tanto que hasta decidió matarse—Dijo manteniendo una mirada seria al recordar lo ocurrido, el fue quien vió el cadáver a la mañana siguiente.

—Pero ese chico no tenía alguien tan guapo a su lado toda la noche—Alzó sus cejas un par de veces y dirigió su mirada al oficial frente a él.

Rápidamente Jungkook desvió su mirada sintiendo sus mejillas comenzar a tomar color.

—¿Porque te gusta la cárcel?—preguntó el pelinegro para cambiar de tema y que la conversación no terminara en algo como la primer noche.

—Facil, es un lugar en donde puedo estar calmado, me siento libre, a pesar de estar encerrado, me siento cómodo aquí, no es como afuera—Dijo de una sin quitar la sonrisa de su rostro, colocó sus brazos sobre el barrote horizontal de las rejas y se recargó para estar más cómodo.

—Siento que estás equivocado, yo, de tan solo estar aquí como oficial, digo que es horrible, tener que comer, bañarte, dormirte y salir al patio a un horario determinado, es algo molesto... bueno, a mi parecer—

—Créame que esto no es seguir órdenes, esto es como una escuela para lo que llega a haber allá afuera, claro, no es igual para todas las personas, pero para mi, afuera era un infierno— Mencionó soltando un corto suspiro.

—Entonces, deduzco que planeaste el entrar aquí, ¿estoy en lo correcto?—Cuestionó el pelinegro, ansiando saber la respuesta.

—Vaya oficial, si tiene intelecto—Respondió sonriente, seguido de una suave risa, manteniendo su mirada fija en el menor—Quería un descanso de afuera, por lo que maté a ese chico en un lugar público, mi idea era ser descubierto—

Jungkook al escuchar esto, una pregunta se formuló en su cabeza "¿Habrá matado a más personas?" Pero decidió mejor no preguntar, ambos se encontraban tranquilos y no quería desatar su enojo, a parte, sabía que, aunque fuera cierto, no se lo diría, porque eso iba a traer como consecuencias una cadena perpetua, si los casos llegaban a confirmarse.

—Entonces oficial...—Comenzó a hablar el asesino luego de un pequeño lapso de tiempo en silencio—¿No quiere repetir lo de la primera noche?—Lamió su labio inferior en busca de una respuesta positiva, la cual, como era de esperar, no llegó.

El oficial solo negó con la cabeza sin atreverse a mirar a su contrario, y su mirada la dejó en los pies del asesino observando su calzado. Soltó un suspiro y cruzó sus brazos.

—Negación—Respondió inmediatamente el preso—Su cuerpo y sus ojos me lo dicen.—

Jungkook al escuchar esto rápidamente se preocupó, había olvidado que sabía leer las acciones humanas. Soltó un suspiro y se cambió de pared a la que se encontraba junto a las rejas. Su idea era que el asesino dejara de verlo y, sobretodo, que dejara de deducir lo que pensaba y quería realmente.

—Piensa que fue una buena jugada el cambiarse de lugar para que no lo vea, pero, olvido que así estamos más cerca—Mientras hablaba se iba acercando más hacia donde el policía estaba, el estar junto, rodeó su brazo con su mano— Está en Jaque oficial—susurro cerca de su oído provocando un escalofrío en el cuerpo contrario.

—Tu lo que quieres es que me despidan—Dijo el pelinegro sintiendo como en su vientre comenzaba a sentir aquellas tenues cosquillas.

—¿Apoco ha visto que alguien llegue con nosotros a esta hora?—Preguntó el asesino de manera obvia, intentando convencer al menor—Se que quiere oficial—

Al decir esto el chico menor tragó saliva sintiendo como su vientre se alteraba más, haciéndolo querer voltearse y besar al preso de una sola. Se contuvo lo más que pudo y solo logró mover un poco su rostro observando de reojo al atractivo chico en traje naranja.
Por su lado, el mencionado, se acercó más al rostro del menor, siendo separados únicamente por los barrotes de metal. Sus respiraciones se mezclaban de una dulce manera, provocando un ambiente de lujuria, la cual era desatada por el chico tatuado.

—Una lástima que la celda nos separe, ¿no cree?—Preguntó con la voz más ronca que de costumbre a causa de el momento que se estaba creando.

El oficial cerró sus ojos intentando no sentir la cercanía del cuerpo ajeno, esto lo aprovechó Taehyung para acercarse lo más posible, el próximo movimiento lo debía dar el oficial, y así, podrían mezclar sus labios nuevamente.

—Esto está mal—Susurró bajo el pelinegro, su corazón palpitaba en demasía, causando un eco en su pecho, perceptible solo por él.

El silencio del lugar dejaba que hasta sus respiraciones se escucharan, no había nadie cerca y era muy probable que no se acercara nadie hasta el día siguiente, cuando fuera el cambio de turno.

—Y no le excita pensar que haremos algo malo, algo no bien visto por la sociedad, es un riesgo a tomar, el cual lo hará sentir más placer a la hora de hacerlo. Un acto, muchas sensaciones—Mantuvo el mismo tono de voz provocando que el oficial comenzara a sentir aquel cosquilleo viajar hacia abajo.

—Jamás he hecho algo así—Susurró luego de tragar duro, acto que provocó que el preso se sintiera más perteneciente de la situación.

—Siempre hay una primera vez... y yo quiero ser esa vez—Dicho esto sacó su mano de las rejas, dirigiéndola a la mejilla del contrario jalando levemente esta haciendo que el oficial quedara frente su rostro.

Este abrió los ojos, topándose con la profunda y brillante mirada del asesino. Tomó aire y movió su cuerpo para quedar de frente, dejando así la distancia tan corta, que una palabra más, haría que sus labios rozaran.
El preso, para provocarlo más, sonrió, sin llegar a mostrar sus dientes, sacó su lengua para lamer su labio inferior propio, provocando que la contraparte de esta, lamiera de misma manera los labios contrarios.
Al sentir esto, el menor cerró sus ojos, sin aguantar más acortó la poca distancia que quedaba iniciando así un profundo beso.
Su mano se introdujo a la celda, comenzando a tocar el costado del cuerpo ajeno, subió lentamente hasta llegar a su cuello, y así poder atraerlo más a él, los barrotes impedían que sus cuerpos quedaran completamente juntos, esto molestaba a ambos chicos por igual. Pero el oficial no iba a dejarse llevar por un preso para entrar a la celda. O eso creía...

Tras las rejas || Vkook +18 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora