Prólogo

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En un callejón obscuro alumbrado únicamente por la luz de la luna y un pequeño foco parpadeante al fondo. Un chico de mediana estatura, cabello rubio y ojos grises, se encontraba acorralado por un alto chico de cabello rojo brillante con los brazos llenos de tatuajes y un piercing en su labio inferior. Poseía un arma blanca punzo cortante colocada en el cuello del menor, sus ojos se encontraban oscuros y llenos de rabia, tenía una mirada profunda y amenazante, digna de el temor de cualquiera, su ropa blanca había sido manchada por sangre del chico frente a él, a causa de la previa pelea a golpes que habían tenido.
El rubio se encontraba esperando lo peor, una muerte rápida pero dolorosa, lo tenía merecido, los errores causados en su pasado, tarde o temprano repercutirían en el, tal y como su jefe le había advertido. Soltó un suspiro pesado seguido de un 'Hazlo' que salió firme y fuerte. Prefería la muerte antes de seguir observando a aquel alto, guapo y desquiciado chico.
El poseedor del arma se acercó depositando un beso en los labios del rubio para luego soltar una muy macabra risa.

-Nos vemos en el infierno Yuk-Hei-

Pronunció el chico antes de hacer una profunda y larga herida en el cuello dejando la sangre salir a chorros empapando su rostro y pecho, su sonrisa se hizo mayor al observar el cuerpo de su ex-amado sin vida frente a él, botó el arma al suelo y se acercó nuevamente al cuerpo besando sus gruesos labios, moviendo los suyos lenta y profundamente. Al separarse solo arregló el cabello del chico y saco su celular abriendo la cámara y tomando una foto al cadáver, el cual, a sus ojos, parecía una obra de arte, sencillamente era algo hermoso, la sangre cubriendo su cuerpo sus ojos abiertos reflejando vacío, su boca entreabierta con aquellos labios hinchados a causa del largo beso dado con anterioridad.

Fuera de aquel callejón un grupo de personas observaba la escena, entre ellos una persona llamó a la policía, la cual llegó luego de unos minutos.

Unas sirenas comenzaron a escucharse a lo lejos, el desquiciado asesino sonrío y guardo el celular en su bolsillo trasero, se puso de pie y camino a la salida del callejon, observo las luces de dos patrullas alumbrar toda la calle, un grupo de personas observando la escena con temor y morbo, aquel chico simplemente paso sus dedos entre su cabello peinandolo de lado esperando por su destino.
Segundos después el chico había sido tomado por dos policías, no había puesto resistencia ya que no temia por la cárcel. Unas esposas fueron colocadas en sus muñecas detrás de su espalda y fue llevado a la patrulla.

Tras las rejas || Vkook +18 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora