Capitulo 44

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El descanso

El oficial pelinegro se encontraba sentado en el pequeño sillón que tenía Min Yoongi en su oficina quien estaba en su silla contestando llamadas de superiores intentando contarles a todo lo que ocurría, diciéndoles a la vez, que es lo que sus oficiales se encontraban haciendo. Jungkook había llegado a las siete y media al trabajo y se había pasado ayudando su jefe con todo lo del caso del escape, el tiempo transcurrió y el reloj apuntaba a la una de la madrugada, ambos se encontraban cansados por todo lo que estaba ocurriendo, pero el que más la estaba sufriendo era Yoongi, ya que todo el problema recaía en sus hombros siendo el quien debía dar la cara por toda la cárcel, tanto para sus superiores como para los medios.

- No creo que los encontremos. - Susurró Yoongi al terminar la llamada en la que estaba recargando a la vez sus codos en su escritorio y su frente en sus palmas, pasando sus dedos por las hebras de su cabello en forma de desesperación.

- Tenemos que admitir que son muy inteligentes, no por nada eran los tres mejores presos, pero no debemos darnos por vencidos, la justicia tiene que ganar. - Respondió Jungkook quien intentaba no entrar en colapso.

- La justicia no siempre gana y eso lo sabemos de sobra, y sabes, no quiero que por causa de esto tu salgas afectado, esto ocurrió cuando no estabas en turno, así que es solo mi responsabilidad, quiero que te tomes unos días de descanso. - Dijo esto último mirando fijamente al pelinegro frente a él. - No quiero escusas, estarás en tu casa mientras todo el ajetreo se acabe. -

El oficial al escuchar esto se sintió impotente, quería hacer algo para encontrar a esos chicos, y el estar en su casa no sería de utilidad. Soltó un suspiro y decidió discutir el asunto con la esperanza de cambiar la perspectiva de su jefe y que lo dejara trabajar en la búsqueda de los presos.

- Jefe, no quiero contradecirlo, pero debería dejarme estar en la búsqueda, conviví todo este año con el preso, puedo ser de ayuda, no quiero permanecer en casa mientras todo esto ocurre, puedo... - Fue abruptamente interrumpido por Yoongi.

- No está a discusión, ya lo decidí, irás a tu casa y vas a dejar que los investigadores hagan su trabajo, el que hayas convivido con él no será muy esencial para esto, recuerda que es un asesino, y esas personas suelen ser muy manipuladoras, no sabemos si te haya contado algo que era totalmente falso... Solo déjalo y ve a tu casa, es una orden. - Dicho esto se recargó en el respaldo de su asiento y terminó por cerrar los ojos en busca de un poco de paz. - Cierra la puerta al salir, no quiero tener oficiales acá adentro, ya ha sido suficiente por el día de hoy. 

El chico en el sillón no pudo hacer nada más, solo se puso de pie y salió de la oficina sin decir nada. Se dirigió hacia el estacionamiento donde subió a su carro quedándose ahí sin encender el motor. Estuvo varios segundos mirando a la pared frente a él sintiendo que no era suficiente como para poder hacer algo. 

Luego de pasar varios minutos lamentándose, tomó sus llaves y las introdujo en el tablero del carro girando para encenderlo, soltó un largo suspiro y arrancó manejando directamente a su casa. Todo el camino se la pasó pensando en Taehyung, las cosas serían bastante diferentes de ahora en adelante, lamentablemente se había enamorado de quien no debía, dio su corazón sin pensar en las consecuencias, grabe error. La gente suele decir una frase "No decides de quien enamorarte" pero lo cierto es que, aquello que si decides es si quieres seguir aferrándote a esa persona, y esa decisión él no la quería tomar, prefería dejar que las cosas pasaran y a ver como el futuro lo ayudaría a poder superarlo. Estaba cierto de que no encontraría a alguien como Tae, ya que dos personas iguales no existen en el mundo, lo que sí es encontrar a alguien con algunas características similares, pero está claro que no es lo mismo y si te enamoras de una persona es porque hay una conexión entre ambos la cual deja que todo lo demás pueda seguir en pie.

Los minutos pasaron y el pelinegro llegó a su casa con la intención de irse a dormir, todo esto lo estaba haciéndose sentir raro, como si cada uno de sus actos los hiciera por inercia sin ser totalmente consiente de lo que hacía. 

Sin percatarse bien de cómo, ya se encontraba subiendo las escaleras de su hogar, todo estaba en silencio, dando a entender que su hermana y sobrinos ya estaban dormidos, soltó un suspiro y se quedó frente a la puerta de su habitación un par de minutos, su mente no podía sacarse a aquel bello hombre que había robado su corazón, solo quería buscarlo y estar con él, dejar todo de lado para buscar vivir una vida a su lado, pero a pesar de estar cegado por sus sentimientos, sabía que nada de eso iba a ocurrir, cada uno tenía sus caminos marcados, apuntando a distintos finales, el bien y el mal, y esos caminos se habían juntado por un tiempo, dejando una experiencia en ambos y el aferrarse no iba a cambiar mucho esto.

- ¿Jungkook? - Una voz femenina llegó a los oídos del oficial quien rápidamente reaccionó y volteó a su derecha viendo aquel pasillo oscuro alumbrado solamente por la lámpara del celular de su hermana. - ¿Qué haces aquí? ¿Pasó algo? - Preguntó ella acercándose a su hermano con preocupación.

- Pues si hermana, los presos, Namjoon, Seokjin y Taehyung escaparon esta tarde de la cárcel, el oficial Yoongi está desesperado intentando buscarlos y me pidió tomar un descanso en lo que esto se arregla o al menos se calme un poco.

- ¿Se escaparon? - Preguntó ella con sorpresa. - ¿No se supone que la cárcel donde trabajas es una de las que cuenta con mejor seguridad? -

- Como dijiste, se supone. Después de todo, Namjoon está involucrado con la mafia, tiene formas de poder escapar, con todo ese dinero e influencias que maneja, no podía quedarse encerrado de por vida, todos lo sabíamos. Pero llevarse a Jin y a Tae, bueno es algo más extraño. -

- Pues como tú me contabas, ellos convivían mucho, tal vez se propusieron el trabajar juntos, las influencias mueven todo y si alguien ya está en el camino del mal, meterse a algo más poderoso como una mafia es de las mejores decisiones que pueden tomar, trae dinero y poder más fácil, aunque siga siendo algo bastante sucio e ilegal, así se maneja el mundo, por eso existen las leyes y la policía. - Terminó por decir a la vez que seguía mirando a su hermano, quien era alumbrado solamente por la luz del teléfono. - Vamos, metete a descansar, mañana podemos pasar un día de hermanos, como en los viejos tiempos, podríamos ir a visitar a mamá, hace tiempo que no lo hacemos. Los niños se pondrían muy feliz de ver a su abuela. O puedo hablar con nuestra prima Jinny, convivir con ellos sería algo lindo, hace tiempo no vamos con la familia, tomemos este descanso como unas vacaciones. - Comentó la hermana dedicándole una sonrisa para hacerlo sentir mejor, ya que sabía muy bien que su vida era el trabajo, y que ahora no pudiera ir sería un golpe fuerte.

- Te amo tanto noona, muchas gracias. - Le devolvió esa dulce sonrisa y estiró sus brazos para así rodearla en un cálido abrazo, cerró sus ojos un momento, quedándose un rato en esa posición. Al separarse dejó un suave beso en su frente y tomó el pomo de la puerta de su habitación abriéndola al instante - Descansa, nos vemos mañana. - Susurró sonriente metiéndose a su habitación donde su sonrisa volvió a desaparecer en cuanto la puerta estaba nuevamente cerrada. Negó con la cabeza y se dirigió a su armario para cambiar su ropa por pijama y así meterse a la cama para dormir.

Tras las rejas || Vkook +18 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora