Tras las rejas || Vkook +18 (TERMINADA)

Capítulo 14

Namjoon
Kim Namjoon se encontraba caminando por los pasillos de la cárcel seguido de su compañero Jin. Iba pensando en el preso al que quería reunir para poder salir de una vez de aquel lugar.

-Será difícil acercarte a él Nam, dudo que puedas- Habló Jin luego de un corto tiempo en silencio.-Todos aquí sabemos que estará durante un largo tiempo con dos policías de compañeros-

El preso mayor se detuvo de golpe y volteó a ver a su compañero-¿Acaso no recuerdas quien soy?-preguntó con voz fuerte y firme haciendo que Jin bajara la vista-Soy Kim Namjoon y no fallo en nada nunca, ¿escuchaste bien?-Tomó al menor del cuello haciendo que este levantara la mirada amedrentando. Logró decir que si, antes de que su voz comenzara a fallar a causa de la falta de aire-Nunca me vuelvas a subestimar.-

Lo soltó dejando que este comenzara a toser un poco-Y-yo no te subestime-Murmuro con la voz algo baja y la respiración profunda intentando recuperar el aire.

-¿Que dijiste?-El mayor lo observo seriamente a lo que el joven solo negó con la cabeza y se disculpó.

Nam simplemente se dio la vuelta y camino molestó a su celda, el menor se quedó observando como su amado se alejaba, odiaba que lo tratara mal cuando las cosas no eran su culpa y siempre daba lo mejor de él para hacerlo feliz. Pero a pesar del dolor que esto le causaba, no quería dejarlo solo, estaba enamorado y no quería alejarse.

Jin luego de un rato camino por la dirección que había tomado su compañero de celda. Iba observando todo a su alrededor con una radiante y fingida sonrisa, no quería que nadie lo observara mal, siempre reflejaba felicidad a pesar de estar pasando por un mal o pésimo momento.

Por otro lado Nam, ya había llegado a su celda, estaba recostado en su cama pensando en un plan para poder hablar con Tae, solo quería hablar con él para hacerlo su amigo, jamás había intentado algo como esto, simplemente se iba directo al punto, pero esta vez sería distinto, Jin tenía razón, estaba con un oficial pegado a él en todo momento, lo único que le quedaba era ganarse su confianza para luego poder acercarse y darle información de su idea de salir de la cárcel, sin que ningún oficial se enterara, eso simplemente harían sus planes venirse abajo.

Luego de un rato observó a su compañero de celda entrar a aquel espacio, se quedó mirándolo mientras su mente ideaba algo.

-¿Y si comienzo a tener su confianza? Así sería más fácil, ¿no crees?-Preguntó observando a Jin, el cual se había sentado en el borde de la cama con la mirada pérdida. Este solo dijo que si, ya no quería decirle nada negativo o si no quien la pagaría sería el mismo. -Eso haré- Habló convencido y una sonrisa radiante en su rostro.

Nam no sólo tenía planes de salir de la cárcel, quería meter a Tae a su mafia, sabía que era un chico con mucho potencial. Podría ayudar a su mafia a superar a la mafia Norte, la cual había vuelto a salir a flote a causa de la reciente aparición del Dragón, el líder de la mafia opuesta, con la que tenían la rivalidad más fuerte. Tenía que idear algo pronto antes de que la mafia Norte volviera a ser la más nombrada en todo el país. Nadie sabía que Nam era miembro de este crimen organizado, ya que era como el arma secreta de su jefe y padre al mando, siempre lo mantenía como el mejor de todos los involucrados, era el secreto de dicha mafia.

Jin se mantuvo observando al chico en la cama opuesta, estaba tan centrado en sus pensamientos, que no se percataba de esa mirada tan fuerte. Por la mente de Jin solo pasaba aquella vaga idea de por fin decirle lo que sentía, los sentimientos que tenía hacía el, todo era muy difícil, cargar con ese sentimiento y tener que disimular para que nadie lo note.
Luego de un rato pensando sobre ese tema, decidió decírselo, ya había transcurrido mucho tiempo desde que esto pasaba y ya no quería ocultarlo más, tal vez Namjoon sentía lo mismo, pero jamás sabría la respuesta si no se atreve a hablarlo.

-Nam-Susurró el joven esperando por una respuesta, al notar como su compañero no había escuchado, soltó un suspiro y habló ligeramente más fuerte-Nam-

El chico recostado volteó su mirada hacia su costado, observando al chico que no quitaba su mirada de encima, notó la rojiza marca en su cuello causada por el, momentos antes.

-¿Que ocurre?-preguntó sin mucho interés, en ese momento lo único que le importaba era el chico nuevo.

-Y–yo-habló con la voz un poco temblorosa a causa de los nervios de confesarle sus sentimientos-L-lo que ocurre es q-que...-se mantuvo un momento en silencio pensando por las palabras que serían correctas para poder decirle.

-Dilo ahora Seokjin, no estoy para distracciones-El mayor soltó un bufido observando los ojos del chico nervioso, no entendía porque era tan molesto.

-Te amo-Susurró débil bajando la mirada a sus manos, las cuales se encontraban en movimiento a causa de los nervios que recorrían su cuerpo.

-Eso ya lo sé, todos me aman-Rodó los ojos y llevo nuevamente su vista al techo.

-No de ese modo Nam-Habló esta vez más firme, se puso de pie y se acercó al mayor sintiendo sus piernas temblar.-Desde hace tiempo... comencé a quererte de una manera distinta a los demás. Antes no lo creía, p-pero ahora estoy seguro de que estoy enamorado de ti.- Finalizó observando los ojos del mayor los cuales se dirigieron a su rostro.

-¿Amor?-preguntó a lo que Jin asintió con su cabeza sin emitir ni un ruido, Nam soltó una risa seca cargada de burla-Eso no existe Jin, solo me admiras-Negó con la cabeza y se sentó en la cama para así observar al chico frente a él.-Puede que yo te interese para algo más que solo coger, pero a mi no me importas de esa manera, eres mi distracción, mi ayudante, o como me gusta llamarlo... mi perro fiel-Alzó los hombros demostrando su desinterés.-Estoy más interesado en el negocio que en el "amor"-La última palabra la dijo moviendo sus dos dedos de ambas manos en forma de comillas.-Así que no me molestes con cosas tan estupidas como esas.

El menor al escuchar esas palabras sintió como un gran dolor se había hecho presente en su pecho, un vacío en su vientre y unas inmensas ganas de llorar aparecieron. No entendía porque era tan grosero con el, si siempre se mantenía a su lado ayudándolo hasta en los peores momentos. Él tenía razón, solo era un perro fiel, un chico que jamás sería correspondido con sus sentimientos.
Se dio la vuelta sin mencionar nada más, sintiendo una pequeña lágrima recorrer su mejilla derecha. Volvió a su cama recostándose en esta con un gran dolor que jamás había sentido, era mil veces peor que ser dañado físicamente por su mayor, el desprecio y la ironía del chico que amaba, lo había destrozado.
Tomó la cobija de su cama y se cubrió con esta hasta la cabeza, comenzando a llorar en silencio, escuchando los movimientos del mayor.

-Amor-murmuró el mayor y comenzó a reír haciendo que el menor se sintiera cada vez peor.

-No debí decirlo, soy un tonto-pensaba Jin una y otra vez.
Toda la noche se la pasó llorando y arrepintiéndose por aquel error que había cometido.
Esa noche sería tan larga como la primera noche que pasó en la cárcel, igual de difícil, pero más dolorosa.