Capítulo 9 (Especial): No inventes...

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Es oficial, me gusta V.

Miento, no me gusta... ¡Me encanta!

Pero ¿Cómo no encantarme? si me inspira tranquilidad. Hay algo en sus ojos que aún no descifro, es muy extraño, como si me conectara con su alma con sólo una mirada. Y ni hablar de su cabello, suave y brillante, el color rojo le luce bastante, lo hace resaltar pero no como algo malo, sino lo hace diferente de otros chicos, reflejando lo singular que es.

Lo he escuchado cantar unas cuantas veces mientras ensaya en los pasillos, aunque su voz es grave, siento que transmite algo cálido y especial a quien sea que lo escuche, un mensaje profundo por descubrir entre las letras de una estrofa, que dice más de lo que parece. Esa conexión nunca la había sentido, ni con mis cantantes favoritos.

Nos encontramos seguido en el trabajo, a veces en las oficinas, el estudio o la cafetería, es casi como si estuviera planeado o destinado. Él es muy gracioso y siento confianza y comodidad como si estuviera con un amigo de toda la vida, no de unas semanas. También siento constantemente dejavus, sobre todo cuando sonríe; Tiene una hermosa sonrisa rectangular, tan sincera que hace que sus ojos desaparezcan. Tristemente, nunca puedo descifrar exactamente de dónde lo recuerdo.

Alguien se sentó a mi lado, sacándome de mis pensamientos.

¿De nuevo pensando en Bieber?—

«Hablando del rey de roma. Ja, si supieras en qué estaba pensando».

—Ugh desde que te conté que es mi cantante favorito, no me has dejado en paz con eso — le dije.

—Ahh pero si estabas pensando en él— Dijo V, levantando una ceja.

—No inventes, Vespasiano— dije riendo. Sabía que no le iba a gustar que lo llamara por su nombre — yo simplemente pensaba en todo lo que debo hacer tan pronto termine mi hora de descanso—

—Ey, no te aproveches, te dije que pocos lo sabían y odio que me llamen así— me dio un suave golpe en el brazo.

— Ya ya, perdón... Vespasiano— Reí al ver su expresión de desagrado.

¿Tienes tiempo suficiente para ir a comer algo conmigo? ¡Yo invito! — dijo, cambiando el tema.

— Está bien, tengo unos 30 minutos, alcanzamos a ir por pizza — contesté emocionada.

Fuimos al lugar de pizza que queda a la vuelta de la esquina, la cual es rica y queda cerca del trabajo, encajaba perfecto con lo que queríamos. No lo ocultaré, mientras caminábamos un impulso de tomar su mano se apoderó de mí, pero era demasiado arriesgado y mejor guardé mis manos en los bolsillos de mi chaqueta. Al llegar nos sentamos en una mesa lejos de las ventanas y esperamos que nos atendieran.

¿Quieres pedir un trozo individual, o compartimos una pizza grande? — Me preguntó él, al ver que no venía la mesera.

— Sorpréndeme —

— Como ordenes — Se puso de pie y se fue a pedir directamente a la barra.

Luego de unos minutos volvió con una pizza enorme de pepperoni, pollo, salami y muchísimo queso.

—Wow, se ve delicioso. — Tomé un trozo y comencé a comer.

—Provecho. — dijo y tomó un trozo de pizza. —En un momento traen las bebidas

—Debió costar bastante, a la próxima yo invito.—

— Está bien, será tu turno de sorprenderme. — aceptó tomando un trozo de pizza.

— Acepto el reto — los dos reímos porque sabíamos que lo llevaría a "House of cards", su restaurante favorito, al que yo nunca había ido y del que tanto me había hablado.

— Aquí están las bebidas que ordenaron — Dijo la mesera, colocando dos vasos en la mesa. ¿Desean pedir algo más? —

— No gracias, estamos bien —

— Okay, si necesitan algo pueden llamarme. Y disculpen el atrevimiento, pero se ven muy lindos juntos, disfruten la comida — y sin decir más, dio media vuelta y se alejó, dejándome algo sorprendida por el comentario.

Los dos nos miramos y él comenzó a reír. ¿Realmente era tan gracioso que pensaran que estábamos juntos? Mentiría si digo que no me hirió un poco pero entonces...

— Tienes la cara llena de salsa — tomó una servilleta y la pasó delicadamente por mi mejilla.

—Ohh — dije algo apenada mientras me limpiaba la cara con otra servilleta. — Gracias.

— No te preocupes, al menos así se que te gustó — dijo, burlándose de mi descuido.

— Ja ja, que gracioso — «normalmente no me ensucio comiendo... ¿Por qué con el chico que me gusta sí?», pensé.

Comimos más de la mitad de la pizza, ya no podíamos con otro pedazo, pero la verdad es que sí estaba deliciosa.

—Bueno, creo que es hora de volver o llegarás tarde. — dijo.

— Vamos — Concordé con V, mientras él pagaba, fui por los abrigos y lo esperé en la entrada.

~~

V y Jade llegaron a la oficina justo a tiempo, se despidieron y cada uno fue a terminar su trabajo.

Jade no dejaba de pensar en lo bien que la había pasado con V, cada vez que se veían, ella se sentía recargada de energía y muy feliz. Por otro lado, él no dejaba de pensar en Jade, lo hermosa que le parecía, como su cabello castaño combinaba con el color de sus ojos, y como su sonrisa hacía saltar su corazón. Estaba claro que ambos se gustaban, pero... ¿Quién tomaría la iniciativa sin estar seguro de los sentimientos del otro?


🌟🌙


¿Quién mas quedo antojado de pizza? 🍕 Esperamos que les haya gustado, sabemos que fue corto pero sustancioso. ¡Que tengan una linda semana!

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