NO SOY YO.

Capítulo 05.

Lloraba desconsoladamente mientras iba caminando por alguna calle. No sé ni por dónde me encuentro, pero no me importaba. Quería alejarme de esos tres chicos.

No entendía porque lloraba, pero necesitaba desahogarme.

Pasaron tres horas, y ya estaba oscureciendo. Steph debía de estar totalmente preocupada por mí.

No sabía en dónde me encontraba ni tampoco como regresar a mi casa. Estaba perdida.

Sentía miedo, frío y muchísimos nervios. Me puede pasar cualquier cosa aquí.

Aún seguía derramando algunas lágrimas. No se había ido aquél nudo en mi garganta. Me sentía destrozada.

Miraba hacia todos lados. No hayaba nada reconocido.

Caminaba y caminaba intentando hayar alguna casa cerca, pero literalmente no había nada allí, solo podía ver árboles y más árboles a los lados de la carretera por la cual estaba caminando.

Algo me alumbró, miré hacia atrás y una moto venía directo hacia mí. No sabía que hacer. ¡Estaba muy asustada! ¿Y si era un violador? ¿Si me hace algo? ¿Si me secuestra? Un chico bajó de la moto y se acercó a mí.

Xxx: ¿Hola? ¿Qué haces por aquí a estas horas de la noche? - Dijo.
Emilia: - Quedé callada. No sabía si me iba a hacer algo.
Xxx: Vamos. No te haré nada. - Dijo acercándose. - Mi nombre es Zabdiel de Jesús, ¿el tuyo? - Dijo amablemente.
Emilia: Emilia Sabatini. - Dije asustada.
Zabdiel: Lindo nombre. - Sonrió. - ¿Qué haces por aquí a estas horas? - Volvió a preguntar.
Emilia: Me alejé de mi mejor amiga y me he perdido. Ni siquiera conozco algo de por aquí. - Dije mirando sus ojos.
Zabdiel: Yo te llevo hasta tu casa si quieres. ¿Dónde vives? - Dijo aquél chico.
Emilia: Vivo en el centro.
Zabdiel: ¡Oh! Te haz alejado mucho. Estamos a 100 kilómetros del centro.
Emilia: Ah. Espera, ¡¿qué?! - Dije abriendo mis ojos a más no poder.
Zabdiel: Si quieres te llevo. No hay ningún problema. - Dijo caminando hacia su moto y se subió. - Vamos, ven.
Emilia: No quiero causar molestias. - Dije mirándolo apenada.
Zabdiel: Reitero lo dicho, no hay ningún problema. - Sonrió, me dio un casco y le dije la dirección. Este arrancó la moto.

Zabdiel iba algo rápido. Nunca me gustó andar en moto. Abrazaba su cintura. No quería soltarlo porque en mi mente venían varias formas de caerme.

Sentí como disminuía la velocidad, y de un momento a otro Zabdiel me habló.

Zabdiel: Emilia, ya hemos llegado. - Dijo.
Emilia: - Abrí mis ojos rápidamente y sí, habíamos llegado. Recordé que aún lo abrazaba y avergonzada lo solté y bajé de la moto entregándole el casco. - Enserio muchísimas gracias por haberse molestado y traerme. - Dije amablemente. Estaba totalmente agradecida con este chico. - ¿Cómo puedo recompensarte?
Zabdiel: No necesito ninguna recompensa. - Dijo sonriendo.
Emilia: Vamos, Zabdiel. Me haz traído hasta aquí. Al menos algo tengo que hacer por ti. - Le dije.
Zabdiel: Mmmm. - Pensó. - ¿Me pasarías tu número? No quisiera no tener el número de una chica tan linda como tú. - Sonrió. Yo también sonreí.
Emilia: Claro. Es *****. - Le dije mientras el lo anotaba en su celular.
Zabdiel: Bueno, debo irme. Fue un gusto haberte conocido. Luego te hablo. - Dijo y sonreí. Arrancó la moto y le dije.
Emilia: Enserio, gracias. - Lo abracé.
Zabdiel: No hay nada que agradecer hermosa. Si necesitas algo, mañana te mandaré un mensaje y ahí tendrás mi número. - Sonrió.
Emilia: Lo tendré en cuenta. Adiós. - Dije y caminé hacia dentro del departamento. Sentí como Zabdiel se iba.

Subí por el ascensor, caminé hacia la puerta y busqué la llave dentro de mi chaqueta y la encontré. La introduje en la cerradura y la abrí.

Me encontré con Stephanie, Christopher, Erick y Joel realmente preocupados. Me miraron.