Capítulo 27.

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/ Narra Stephanie. /
Ya habían pasado más de cinco horas y Emilia aún no regresaba.

Ella misma nos dijo que volvía a las cuatro y media, pero son las ocho y cuarenta y cinco y aún no había llegado.

Caminé hacia los chicos y Joel tenía sus manos en el rostro mientras sus codos se apoyaban en sus rodillas.

Christopher y Erick se notaban preocupados.

Stephanie: Chicos. - Los llamé y me miraron Christopher y Erick. - ¿No notan extraño que Emilia aún no ha llegado?
Joel: Enserio quiero pensar que no le ha pasado nada, pero algo dentro de mí me atormenta y me dice que le pasó algo muy malo. - Dijo con su voz entrecortada.
Christopher: Miren, si no viene a las diez, vamos a la comisaría.
Erick: Pero debe pasar veinticuatro horas para poder denunciar. - Nos dijo.
Stephanie: Erick tiene razón.
Joel: No importa si pasan veinticuatro horas o no, iremos a la comisaría y le diremos. - Nos dijo y nosotros asentimos.

/ Narra Joel. /
Enserio no podía dejar de pensar en que le pudo haber pasado algo muy malo a Emilia.

Saqué mi celular rápidamente y le marqué.

Un celular sonó en el interior de la casa.

Había dejado su celular.

Joel: Stephanie. - Me miró. - ¿Te sabes la contraseña de Emilia?
Stephanie: Me parece muy inadecuado que veas sus cosas privadas cuando ella no está.
Joel: Carajo, Stephanie. - Dije enojado. - Pon la contraseña. Tengo una idea de quien puede ser.
Stephanie: Ok, pero calmate.

Stephanie desbloqueo el celular y me lo entregó.

Comencé a buscar alguna pista en el celular y encontré un mensaje con un chat extraño.

Lo abrí y éste contacto era el tal Zabdiel.

Zabdiel.
Te erartseuces.

¿Qué? No entendí nada.

Zabdiel.
Viene se prepárate que lo para.

Habla en español, Zabdiel. No te entiendo absolutamente nada.

Joel: Chicos, miren que mensajes tan extraños le mandaba el tal Zabdiel a Emilia. - Le mostré y ellos fruncieron el seño.
Stephanie: ¿Acaso es ruso o qué? Usa palabras extrañas para hablar.
Christopher: Tienes razón.

Vi que Erick miraba atentamente el celular.

Joel: ¿Erick? - Lo llamé.
Erick: Tiene significados ocultos. - Soltó.
Christopher: ¿Significados ocultos? - Preguntó sin entender.
Erick: Es cuando entreveras las palabras y se hace una oración extraña o palabras extrañas.
Stephanie: Dame un ejemplo porque no entendí absolutamente nada. - Dijo.
Erick: Por ejemplo: leer. Al revés sería reel. ¿Entiendes?
Christopher: Oh, ahora sí.
Joel: Y entonces ¿qué significan esas oraciones extrañas? - Pregunté.
Erick: La que logre descubrir al instante es el segundo mensaje, el que dice "Viene se prepárate que lo para" - Dijo.
Stephanie: ¿Y significa? - Preguntó impaciente.
Erick: Prepárate para lo que se viene. - Dijo.
Christopher: ¿A quién le dices que se prepare para lo que se viene? - Preguntó.
Joel: Eso significa el segundo mensaje, Chris.
Stephanie: ¿Y el primero? ¿Lograste adivinarlo?
Erick: No. No logro adivinarlo. - Dijo con su mano en su mentón y leyendo una y otra vez los mensajes. - Ya lo leí al derecho y al rev... ¡al reves! - Gritó.
Joel: ¿Entonces...?
Erick: - Su rostro quedó neutro. - Aquí dice... - Hizo una pausa.
Christopher: ¡Vamos, Erick! - Gritó.
Erick: Dice... te secuestrare.
Joel: ¡¿Qué?! - Dije levantándome bruscamente. - ¡Sabía que ese estúpido tenía algo que ver con esto!
Stephanie: Calmate. - Me dijo. - Vamos a la comisaría.

Salimos de la casa y nos subimos al auto.

Cuando llegamos a la comisaría entramos rápidamente y le explicamos todo lo sucedido al oficial.

Éste, luego de una hora, rastreo el número de Zabdiel en un campo a cien kilómetros de la ciudad.

Decidimos ir todos a aquella locación.

Estabamos todos seguros de que Zabdiel había secuestrado a Emilia.

/ Narra Emilia. /
Ya no aguantaba más aquí.

Habían pasado muchas horas, el sol se había ocultado hace un tiempo.

Emilia: ¡Sacame de aquí maldito hijo de puta! - Grité y me arrepentí al instante. Zabdiel entró enojado a la habitación en donde me encontraba y su puño aterrizó en mi rostro.
Zabdiel: ¡Ya me tienes harto! - Gritó. - ¡O te cayas o te cayas!
Emilia: ¡No me voy a cayar nada! - Grité. - ¡Déjame salir! ¡¿No ves que no te amo y no lo haré?! ¡Yo amo a Joel y a nadie más, y así será toda la vida!
Zabdiel: Te lo advertí, estúpida. - Dijo sacando un arma de su pantalón.

NO SOY YO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora