NO SOY YO.

Capítulo 19.

/ Narra Erick. /
Habíamos terminado de ver como Joel y Emilia se tiraban agua y fuimos hacia adentro para cambiarnos.

Estuvimos dos horas en la piscina haciando bobadas.

Christopher: ¡Hey, locos! ¡Vengan que les quiero hablar! - Gritó.

Joel bajó las escaleras y se sentó en el sofá mientras yo salía de la cocina para hacer la misma acción que Joel.

Joel: ¿Qué pasa bro? - Dijo.
Christopher: Mañana habíamos planeado una fiesta, ¿recuerdan? - Y nosotros asentimos. - Bueno, Stephanie y Emilia aún no lo saben.
Erick: ¿Y es un problema eso? ¡Le decimos ahora y punto! - Grité.
Emilia: ¿Qué nos tienen que decir? - Dijo bajando las escaleras junto a Stephanie.
Joel: Hace una semana nosotros habíamos planeado hacer una fiesta mañana aquí. - Dijo. - Invitamos a chicas y chicos y esperamos y no les moleste que le hayamos dicho un día antes. - Dijo tranquilamente.
Stephanie: No. No nos molesta, pero ahora debemos ir a comprar vestidos. - Dijo.
Emilia: Tienes razón. - Le dijo. - Ahora, levanten esos enormes traseros y vamos a comprar vestidos.
Erick: Joel, tómate literal lo de "gran trasero". - Dije riendo.
Joel: ¿Me miras el trasero? - Dijo confundido.
Erick: Esta pregunta no se puede responder, por favor, verifique su señal. - Dije y todos rieron.

/ Narra Emilia. /
Nos encontrábamos en el auto cantando la canción de Karol G.

"Ocean".

Luego de hacer un show exclusivo de nosotros para nosotros llegamos al shopping.

Stephanie y yo vimos una tienda con vestidos hermosos en las vidrieras.

Entramos todos menos Erick, que se encontró con su enamorada, Jessica.

Christopher estaba esperando a que Stephanie salga para ver su vestido mientras que Joel me esperaba a mí.

Parecíamos novios, y me gustaba.

Salí por quinta vez con un vestido rosa con brillos.

Algunos de esos brillos eran azules, por lo cual si lo mirabas, resaltaban ante los demás brillos.

Mis caderas la descubrían dos triángulos y el vestido me llegaba hasta el cuello con los brazos descubiertos.

El vestido me llegaba cuatro dedos más abajo de mi trasero.

Me encantaba.

Miré a Joel y este se encontraba observando cada detalle.

Emilia: ¿Te gusta o piensas que es mucho? - Le dije mirándolo.
Joel: Me encanta. - Dijo mirándome.
Xxx: Hola, soy la supervisora de Style, me llamo Melina y es mi obligación preguntar si le gusta o no el vestido, si quiere buscar otro o precisa algo. - Me dijo amablemente.
Emilia: Me encantó este vestido, y quisiera preguntar si hay tacones que combinen con este vestido. - Le dije.
Melina: Sí. Enseguida les traigo algunos pares. - Dijo y se retiró.

Miré hacia un lado y Stephanie saltaba de emoción porque le encantaba su vestido.

Sonreí.

Su vestido era verde manzana con unos tacones negros.

Era lindo.

La supervisora, Melina, me trajo varios tacones que ninguno combinaba mucho, hasta que vi unos color rosa pálido, tan pálido que podría llegar a ser blanco.

Me los probé y quedé satisfecha.

Así quería estar vestida mañana.

Joel insistió tanto que terminó pagando, al igual que Christopher.

Cuando llegamos a la mansión de los chicos, subí para guardar el vestido antes de que algo le sucediera.

Los chicos no habían comprado nada para ellos, y eso era raro.

Quizás tendrían ya la ropa o ya la habían comprado hace una semana y nosotras no nos habíamos dado cuenta.

Sí, de seguro es eso.

¿Que será de mí mañana?

Stephanie principalmente sabe que si yo llego a tomar una gota de alcohol, ya no puedo dejar de tomar.

No quiero crearle malas expectativas sobre mí a Joel.

Había cambiado, sí, había cambiado y mucho desde que lo conocí a él.

Ya no tomaba como solía hacerlo antes.

Ya no me acostaba con chicos.

No besaba a otros chicos, excepto a Zabdiel, que me lo pidió amablemente.

Ya no iba a fiestas.

Y sí, me había cambiado, pero para bien.

Nunca pensé que dejaría las fiestas y muchísimo menos el alcohol.

Había invitado a Zabdiel a la fiesta, ya que me habían dejado invitarlo.

Los chicos invitaron a muchos amigos y no creo que Zabdiel llegue a molestar a alguien.

Mañana seguramente sería un gran día.