NO SOY YO.

Capítulo 14.

/ Narra Emilia. /
Lloraba tanto.

Tenía a mi ex novio delante de mí, mirándome como si fuese un extraterrestre que cayó en la Tierra.

Lo veía furioso, ¿y cómo no estarlo?

Lo destrocé aquella vez.

Pero había cambiado.

Por eso mismo no me gustaba que digan mi primer nombre.

Emilia: ¡En serio lo siento! - Dije derramando lágrimas. - ¡No sé qué me pasaba en ese momento! - Grité. - ¡Eras tan cariñoso y atento que tuve que deshacerme de ti de alguna manera porque no estaba acostumbrada a que alguien me amara de la manera en la que me amabas tú! - Caían lágrimas por mis ojos. - ¡Estaba borracha! ¡Sé que eso no es nada para justificar mi error pero estaba loca! ¡No sabía lo que hacía! - Solloce. - ¡Nadie me amaba! ¡Todos decían que era una cualquiera! ¡Que no servía para nada! ¡Que sólo quería tener sexo con el primero que se me cruce! ¡Y llegaste tú! - Solloce aún más fuerte. - ¡Un chico que haría cualquier cosa por besar mis labios! ¡Un chico que me prestaba la atención que no merecía! ¡Un chico que en verdad me amaba! ¡Pero yo no lo hacía! - Joel jaló su cabello frustrado. - ¡Yo no te amaba porque no tenía la capacidad para hacerlo! ¡¿Cómo crees que podría llegar a amar a una persona si no me amaba a mí misma primero?! - Grité con lágrimas que amenazaban en salir.
Joel: ¡Debiste aprovecharme! - Gritó. - ¡Me destrozaste completamente cuando te vi acostada con Noah! ¡Me habías dicho que nunca te habías acostado con nadie, y que si lo hacías era conmigo! - Solloce. - ¡Las personas me decían que tú eras una cualquiera, pero simplemente no les creí! ¡¿Por qué no les creí?! ¡Porque estaba completamente segado de amor por ti! - Lloré aún más. - ¡Yo podría haber hecho cualquier cosa que a ti se te podría haber cruzado por la cabeza! ¡Hasta podría haberme alejado si me lo decías! ¡¿Pero qué hiciste?! ¡¿Qué hiciste?! ¡Te revolcaste con Noah! - Caí de rodillas al suelo.
Stephanie: ¡Hey Joel! ¡Déjala! - Dijo entrando rápidamente. - ¡La haces sentir mal!
Emilia: Déjalo. - Dije entre sollozos.
Stephanie: Mira como estás. Levántate y salgamos a caminar. - Me dijo.
Emilia: ¡No Stephanie! - Me miró. - Déjanos solos. - Solloce. - Por favor.

Stephanie se fue hacia afuera nuevamente.

Emilia: - Sollozo tras sollozo. - Lo siento.
Joel: No. No lo sientes. - Dijo furioso.
Emilia: - Lo miré a los ojos y me levanté. - ¡Lo siento Joel! ¡Lo siento! - Grité. - ¡Siento haber sido una estúpida! ¡Siento haberte sido infiel! ¡Siento haberte hecho sufrir! - Grité mientras sollozaba. - ¡Siento todo lo mal que te hice! - Me acerqué rápidamente y lo besé.

Lo empujé hacia la pared y seguí besándolo.

Me sentía una asquerosa.

Nunca me puse a pensar en cómo se pudo haber sentido Joel en el momento en el que lo engañe.

El era luz y yo oscuridad.

El era el sol y yo la luna

El era el día y yo la noche.

El brillaba mientras que yo cada día me apagaba más.

El me había seguido el beso, y de alguna manera me sentía feliz por eso.

Se que un beso no arreglará nada, pero necesitaba de sus labios para calmarme.

Lo necesitaba.

Nos separamos del beso y lo miré.

Emilia: Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. - Le dije. - Estaría años disculpándome hasta que aceptes mis disculpas, porque te quiero. Te quiero más de lo que me quiero a mí.

Lo besé nuevamente, pero este beso era lento. Nada que ver al anterior.

Sus labios encajaban perfectamente con los míos, y en mi estómago se sentía una manada de elefantes saltando mientras escuchaban música electrónica.

Mi mano fue hacia su cuello y lo atraje más a mí, mientras el tomaba mi cintura.

Lo quería.

Lo quería y mucho.

Pero lo que no quería ni tampoco soportaría era perderlo.

No soportaría estar ni un segundo sin él.

Con él pasé la mejor noche de mi vida.

Era el único que con tan sólo ver su hermosa y reluciente sonrisa podía cambiar un día nublado a uno soleado.

Era increíble lo que este hombre me hacía sentir.

Nos separamos y le sonreí.

Le sonreí porque era lo único que podía hacer.

Le sonreí porque era lo más lindo que me había sucedido.

Le sonreí porque lo quería y mucho.