NO SOY YO.

Capítulo 16.

/ Narra Emilia. /
Intenté parar de llorar, pero literalmente era absurdo.

El era parte de mí.

Stephanie: ¡Emilia! ¡Joel! ¡Vengan a cenar! - Oí gritar a Stephanie desde abajo.

Fui hacia el baño que se encontraba en mi cuarto y lavé mi rostro.

Mis ojos se encontraban rojos.

Bajé y fui hacia la cocina.

Stephanie: Corazón. - Dijo mirándome. - ¿Que te pasó?
Emilia: No me ha pasado nada. - Dije con la voz quebrada.
Stephanie: Te pasa algo y me lo vas a contar luego de cenar. - Me dijo y yo asentí.

Me senté y miré fijamente a Joel.

No me importaba si el me miraba o no.

Levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los míos.

Sentí que el mundo se paraba a mi alrededor.

Sentí que éramos los únicos que no encontrábamos allí.

Pero duro poco. Muy poco.

El bajó su mirada y comenzó a comer.

Imite su acción. No tenía siquiera hambre. Solamente comía.

De un momento a otro mi vista se nubló, y un pensamiento vino a mi mente.

/ Flashback. /
Joel: Eres maravillosa, princesa. - Me dijo con voz ronca.
/ Fin del flashback. /

Un sollozo se escapó de mis labios.

Las lágrimas amenazaron en salir hasta que lo lograron.

Todos me miraban fijamente.

Stephanie: Vamos, Emi. - Se puso a mi lado. - Vamos a hablar.
Emilia: No. - Solloce. - No necesito. - Solloce de nuevo. - No necesito hablar. Estoy bien.
Stephanie: No lo estás. Vamos. - Dijo y me levanté de la mesa.

Dirigí mi mirada por última vez a Joel, quien me miraba atentamente.

Caminé hacia mi cuarto, entré y me senté en la cama, viendo como Stephanie también se sentaba.

Stephanie: Dime que sucede. - Dijo.
Emilia: - Solloce. - Lo extraño muchísimo.
Stephanie: Emi. - Dijo y me abrazó. - Sé que no soy psicóloga, pero cuéntame lo que sientes. - Se separó y me miró a los ojos.
Emilia: - Respiré hondo. - No puedo sin él. Me hace muchísima falta. Extraño sus besos, sus abrazos, su sonrisa, su malhumor, nuestras peleas, su rostro cuando está enojado, su mirada, lo extraño a él.
Stephanie: ¿Y qué es lo que te hace sentir? - Dijo.
Emilia: Siento como si millones de elfantes bailan en mi estómago. Es raro. Cuando estoy cerca de él me pongo nerviosa o me quedo mirándolo fijamente. No puedo dejar de hacer eso. Cuando sonríe me dan unas ganas inmensas de tirarme arriba de él y besarlo hasta que nuestros labios se desgasten. - Suspire. - Lo quiero de una manera muy especial. No lo quiero como a Christopher y a Erick, lo quiero aún más. - Dije lo más sincera.
Stephanie: Déjame decirte que aunque lo niegues, estás completamente enamorada. - Dijo con una sonrisa.
Emilia: ¿Enamorada? - Dije pensativa.
Stephanie: Enamorada. - Rió. - Debes decirle lo que sientes antes de que sea tarde.
Emilia: Pero él está demasiado enojado conmigo, y lo conozco como para decir que él no va a escucharme. - Cerré los ojos y suspire.
Stephanie: No pierdes nada intentándolo. - Me sonrió.
Emilia: ¡Claro que pierdo algo intentándolo!
Stephanie: Dime qué. - Dijo segura de sí.
Emilia: La dignidad. - Reímos.
Stephanie: No debes preocuparte por perder o no la dignidad. Tienes que decirle. Tienes que confesarte. Tienes que sacar todo lo que sientes. Dicelo. El te va a entender. Y estoy completamente segura de que siente exactamente lo mismo que tú. Se nota es su mirada. - Dijo. - Se nota en sus miradas. - Dijo tocando la punta de mi nariz con su dedo.
Emilia: - Suspire. - Le diré.
Stephanie: ¡Vamos, mejor amiga! - Gritó aplaudiendo. 
Emilia: Pero mañana. - Dije y toda la emoción en el rostro de mi mejor amiga se desvaneció.
Stephanie: Arruinas todo Emilia Sabatini. - Reímos.
Emilia: Lo siento, pero primero está descansar. - Dije y Stephanie asintió dándome la razón.
Stephanie: Buenas noches. Que descanses. - Dijo y se fue.

Apagué la lámpara que estaba a mi lado y cerré los ojos.

Me hizo muy bien hablar con Stephanie sobre esto.

Es una gran amiga y consejera.

Luego de unos minutos el sueño ganó y dormí plácidamente.