NO SOY YO.

Capítulo 21.

/ Narra Joel. /
Emilia recibió un mensaje y sonrió.

Emilia: Zabdiel ha llegado. - Dijo sonriéndome.
Joel: ¿Zabdiel? ¿Quién es ese? - Dije juntando mis cejas.
Emilia: El chico con el cual salí el día anterior de mudarme a esta casa.
Joel: Ah sí. - Dije. - Samuel.
Emilia: - Rodó los ojos. - Es Zabdiel.
Joel: Y, ¿ya llegó o qué? - Ella abrió sus ojos a más no poder.
Emilia: Me había olvidado un instante de que me está esperando afuera sólo por hablar contigo. - Dijo y comenzó a caminar.
Joel: - La seguí por detrás. - ¿Te gusta ese chico?
Emilia: No. Claro que no. - Dijo. - Zabdiel sólo es un buen amigo.
Joel: ¿Qué buen amigo, no? - Dije y me miró extrañada.
Emilia: ¿Por qué lo dices?
Joel: Los amigos no se besan. - Dije y ella abrió sus ojos.
Emilia: Yo solamente lo besé porque me lo pidió amablemente.
Joel: Claro. Y si yo te lo pido amablemente, ¿me darías un beso?
Emilia: No.
Joel: ¿Por qué? - Le dije.
Emilia: Porque Joel y amable no van en la misma frase.
Joel: ¿Acaso estás diciendo que no soy amable? - Pare en seco.
Emilia: Obvio que lo eres, pero muy pocas veces. - Me dijo y me tomó la mano hasta llegar a afuera. - Vamos, no te enojes pestañitas.
Joel: Si me das un beso se me pasa. - ¿Lo dije o lo pensé?

Ella se acercó lentamente y unió nuestros labios en un suave y lento beso.

Alguien carraspeo y fue el motivo por el cual nos separamos.

Xxx: Hola. Lamento interrumpir. - Dijo mirando a Emilia triste.
Emilia: No interrupes nada. - Le sonrió. - Zabdiel, el es Joel. Joel, el es Zabdiel.
Zabdiel: Un gusto.
Joel: No puedo decir lo mismo. - Dije más para mí pero lamentablemente se escuchó y Emilia me miró enojada.
Zabdiel: ¿Ustedes son novios? - Preguntó.
Emilia: En realidad... - La interrumpi.
Joel: Sí, somos novios. ¿Hacemos linda pareja no? - Le dije al chico y el asintió triste.

/ Narra Emilia. /
No sé que le está pasando a Joel, pero no se despega ni un segundo de mí y siento que cuando Zabdiel y yo hablamos el gruñe.

Zabdiel es un buen chico, pero no estoy enamorada de él.

Unos chicos invitaron a Zabdiel a beber alcohol y el aceptó después de preguntarme, en el cual Joel respondió con "es mejor que te vayas con ellos así por fin nos dejas solos".

Me sentía enojada con Joel porque no sabía el porqué de su comportamiento.

Emilia: ¿Me puedes decir que te pasa? - Le pregunté.
Joel: ¿Qué me pasa? Nada. - Me dijo.
Emilia: ¿Por qué tratas así a Zabdiel? El no te ha hecho absolutamente nada.
Joel: Mira, simplemente no me cae bien.
Emilia: Joel Pimentel dime que te pasa. - Dije firme. - Porque sino me dices soy capaz de irme con Zabdiel y no hablarte en toda la noche.
Joel: - Suspiró. - Estoy celoso. - Espera, ¿qué? ¿Oí bien o el chico por el cual muero de amor cada segundo que lo veo me está diciendo que está celoso de Zabdiel?
Emilia: ¿Qué? - Dije sonriendo.
Joel: Estoy celoso y es porque ese chico se apega mucho a ti. Es asqueroso ver como te sonríe y tu le devuelves la sonrisa. - Dijo enojado.
Emilia: Siempre he dicho que el amor verdadero no existe, ¿sabes?
Joel: - Me miró. - ¿Aún sigues creyendo eso?
Emilia: No. - Miré hacia otro lado y volví a mirarlo. Suspire. - Absolutamente no.
Joel: ¿Qué te hizo cambiar de opinión? - Preguntó.
Emilia: Tú. - Solté.
Joel: ¿Yo? - Dijo confundido.
Emilia: Sí. Tú. - Suspire.
Joel: ¿Y por qué yo te hice cambiar de opinión? - Preguntó nuevamente.
Emilia: Porque tú simplemente me haces sentir de otra manera. Cuando estoy contigo todo es realmente perfecto y no hay nada ni nadie que pueda arruinarlo. - Suspire y miré sus ojos. - Sé que contigo soy y puedo ser la persona más feliz de todo el mundo. Nunca sentí algo tan especial como lo que siento por ti. Cada vez que te veo siento como millones de elefantes saltan y bailan en mi estómago. - Rió. - Me haces sentir especial, y nunca nadie me había hecho sentir así. - Suspire. - Sé que me equivoqué y mucho, y que a pesar de que me perdones sé que muy en el fondo aún no lo haz hecho, pero simplemente no sabía lo que hacía. - Me acerqué más a él. - Nunca en mi vida le he dicho a una persona que la amo, pero sin embargo a ti sí lo hago. - Cerré lo ojos. - Te amo, Joel. - Le dije y luego de unos segundos sentí una presión en mis labios.

Joel me estaba besando, ¡otra vez!