Capítulo 26.

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/ Narra Emilia. /
Subí al auto y lo saludé. Él se encontraba sonriendo de una forma muy macabra y yo lo miré extrañada. Me miró y me dijo "Espero te empieces a enamorar de mí, princesa" y una mano con un trapo que tenía un olor espantoso hizo que quedara inconsciente rápidamente.

(•••)

Desperté con un fuerte dolor de cabeza que parecía que se iba a romper en dos.

Abrí los ojos y todo se encontraba totalmente oscuro y entré en pánico.

Abrieron la puerta bruscamente y un hombre entró en donde me encontraba y prendió la luz.

Mi mirada bajó.

Tenía atados los pies y las muñecas con cadenas.

Quise gritar, pero algo se encontraba en mi boca.

Un trapo sucio.

Xxx: Veo que ya haz despertado. - Dijo alguien desde la puerta. Lo miré y quede atónita.

Caminó hacia mí y yo me removía en mi lugar para que ese asqueroso no me tocara.

Sacó el trapo de mi boca y yo lo único que hice fue gritar, mientras él reía a carcajadas.

Xxx: Ay, amorsito. - Se puso a mi altura. - Nadie va a venir a salvarte. Estamos a mitad de la nada. - Rió más fuerte y mis lágrimas comenzaron a salir.
Emilia: ¿Por qué me haces ésto? - Dije. - ¡¿Por qué Zabdiel?!
Zabdiel: ¡A mí no me levantes el tono, estúpida! - Gritó y su mano aterrizó en mi mejilla. - Estás aquí porque eres y serás sólo mía. No te dejaré salir hasta que tenga listo todo para irnos de éste país.
Emilia: ¿Qué? - Dije sollozando.
Zabdiel: ¿Pensaste que me iba a rendir tan fácil? - Rió a carcajadas. - Claro que no.
Emilia: ¡Pero yo no te amo! ¡Yo amo a Joel! ¡Nunca me gustaras! - Grité y el me lanzó una patada.
Zabdiel: ¡Te dije que no levantaras el tono conmigo! ¡¿Entendiste?! - Gritó furioso.
Emilia: Déjame salir. - Dije con la mirada gacha. - Por favor.
Zabdiel: Oh no. Claro que no.
Xxx: Hola amigo. ¿Despertó la chica? - Se movió un poco de lado y me vio.
Zabdiel: Sí, hermano. Está despierta la estúpida. - Dijo mirándolo.
Xxx: Déjame a solas con ella. - Dijo serio y Zabdiel asintió para luego irse. - Mira, chica. Ten esto. - Me entregó un celular y yo lo miré extrañada. - Toma y llama a la policía. - Dijo moviendo el celular para que lo agarrara.
Emilia: Estoy atada. - Le dije y él chico marcó un número y lo puso en mi oreja.

911.
Novecientos once, ¿en qué puedo ayudarle?

¡Auxilio! Mi nombre es Emilia Sabatini y me tie...

911.
¿Hola? ¿Señori...?

Zabdiel nos había descubierto.

Puso el celular en su bolsillo y agarró al chico.

Comenzó a pegarle y yo lo único que hacía y podía hacer es gritar.

Cuando el chico estaba bastante débil, Zabdiel salió de la habitación hecho furia.

Emilia: ¿Estás bien? - Pregunté entrecortadamente.
Xxx: Sí. - Dijo limpiándose el rostro con su campera. - Mi nombre es Richard. - Dijo. - Y te contaré esto porque de seguro hoy es mi último día. - Suspiró. - Zabdiel es un asesino de mujeres. El abusa de ellas. Eso pasó desde que vio a un hombre abusar a su madre y éste no pudo hacer nada porque tenía cinco años y pensó que estaban jugando. Luego el hombre mató a su madre y Zabdiel juró vengarse de todo aquél que no le haga caso o simplemente a aquellos que lo desobedezcan. Por eso mismo hoy es mi último día. Ya pasó con otros.
Emilia: Pero, ¿por qué? Cuando lo conocí parecía diferente.
Richard: Él es así. Intenta conquistarte y luego abusa de ti, pero como tú no le hacías caso, tomó medidas mas drásticas. - Me dijo.

Zabdiel entró furioso a la habitación y se llevó a Richard afuera.

Luego de unos segundos sentí, aproximadamente, diez disparos y gritos desgarradores.

Lo único que hacía era gritar. Richard no parecía ser malo.

Zabdiel volvió a entrar a la habitación con su camisa, sus pantalones y su cara llena de sangre.

Zabdiel: ¡Más te vale que te calles porque sino serás la próxima! - Me gritó.

(•••)

Ya habían pasado muchas horas.

Muchas malditas horas.

Mi estómago no dejaba de hacer ruido y mis lágrimas no paraban se salir.

Extrañaba a los chicos.

Extrañaba a Stephanie, Christopher y Erick.

Extrañaba a Joel.

NO SOY YO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora