COMANDO DRAGON

Capítulo 33: "Sentimientos que siguen creciendo: La llegada de la navidad"

Una rubia de cabello ondulado miraba y escuchaba con disimulo (mientras se fingía dormida en un asiento) la plática que sostenían sus apuestos amigos y a las chicas que a estos les gustaban.

Ya quiero llegar a ese planeta, encontrar lo que el comandante Bills nos dio de misión y regresar a la tierra, decía Bulma con melancolía, tras haber recibido una mirada seria del chico que amaba.

Amiga, decía una rubia de cabello corto abrazándola.

Pues según los cálculos que hizo Gokú hace unos minutos, aún nos resta como dos meses, acotaba con calma una bella pelinegra.

¿Dos meses?, decía Bulma en tono preocupado, cuando escucho.

Chicas, ¿nos ayudan?, decía un calvo, mostrándole a las chicas unas latas.

¿Quieren prepararse algo?, y yo pues no sé qué hacer con esas conservas, acotaba sonriendo Marón.

¿Ya le pidieron permiso a la jefa?, respondió con cierta ironía Dieciocho.

Si, rubiecita hermosa, si, no te me preocupes, dijo el calvo.

Bueno, entonces habrá que ver qué hacemos con eso, la verdad a mí no se me ocurre nada, ¿a ti Milk?, acotó Dieciocho.

¿Me permiten ver las conservas?, decía Milk con dulzura.

Por supuesto bello angelito, respondió Gokú, al tiempo que se acercaba a la pelinegra a entregarle una lata, mientras la peli azul sonreía al ver a su amiga ruborizarse.

¡Gracias¡ decía Milk sonriendo con timidez, mientras Lunch observaba todo sin que nadie lo notase.

¿Qué les gustaría comer hoy?, dijo Bulma posando su mirada en el joven cabello de flama.

A mí me da lo mismo, voy a descansar un poco, respondió Vegueta con indiferencia, pasando junto a la peli azul de cabello corto, haciendo que esta baje la mirada, lo que ella no sabía era que el mismo dolor que ella sintió al escuchar el tono de indiferencia del joven cabello de flama, también lo sintió él al tratarla así, y ello se reflejó en sus ojos y rostro, actitud que no pasó desapercibida por la rubia de cabello ondulado.

Veguetita está sufriendo, tal vez deba hablar con él, estamos cerca a la navidad y pues podría ser como un regalo para él, además nunca probé que lo que pensé era cierto, pensó Lunch, al tiempo que el joven cabello de flama llegó a un asiento contiguo al de la rubia y se sentó en este, cerrando inmediatamente sus ojos.

Bueno, voy al cuarto de programación, alguien tiene que ver si todo está marchando bien, dijo el calvo, haciendo una pausa para decir: ¿Me acompañas Dieciocho?.

¡Eh¡ claro, claro, respondió la rubia de cabello corto.

Bueno, solo nos quedamos los tres, dijo Marón sonriendo.

Si, gustas puedes descansar un poco, yo apoyo a Milk, respondió Gokú sonriendo.

¿En verdad?, decía Marón feliz.

Sí, respondió el apuesto jovencito de cabello alborotado.

Hay gracias, me tomaré tu palabra, mientras tanto voy a aprovechar para establecer contacto con mi Broly, decía emocionada la peli azul de cabello largo mientras se alejaba de los pelinegros.

Nos quedamos solo los dos, dijo Gokú sonriendo mientras sentía su corazón latir a prisa.

¡Eh¡ si, respondió de manera nerviosa la pelinegra, mientras sentía que sus mejillas se empezaban a calentar.

Tú solo dime en que te apoyo, acotó Gokú.

Bien, respondió Milk con una dulce sonrisa.

Si, que es un angelito encantador, pensaba Gokú mientras suspiraba.