Capítulo 23: "Intrusos que generan molestias"

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Un par de jóvenes miraban con molestia a las dos personas que serían los apoyos de su maestro en el examen práctico.

No lo puedo creer, dijo con molestia un joven cabello de flama cruzándose de brazos, mientras miraba con molestia a un apuesto joven de cabello negro lacio, que lo observaba sin comprender porque aquel joven lo miraba de esa manera.

Diecisiete, pensó la peli azul mirando con preocupación al joven de cabello negro lacio y al joven cabello de flama.

Pero él no era el único que estaba inconforme con la presencia de uno de los asistentes de su maestro, su apuesto amigo de cabello alborotado, estaba igual de inconforme y ello lo reflejaba en su mirada.

Nuevamente ese, dijo en voz baja con molestia Gokú.

¿Qué dices?, pregunto Milk con calma.

¡Eh¡ nada, nada, respondió Gokú, mientras pensaba: Sería mucha mala suerte que estemos bajo su evaluación.

Pues me pareció oírte decir algo, pero a lo mejor me confundí, respondió con dulzura la pelinegra.

Si angelito, te confundiste, acoto Gokú mientras posaba su mirada en su maestro que les estaba asignando a sus alumnos a la persona que se encargaría de su evaluación.

Lo que me faltaba, dijo un joven cabello de flama con molestia al escuchar el nombre de la persona que estaría a cargo de su evaluación.

Vegueta, dijo Bulma mirando al joven cabello de flama.

¿Debes estar muy contenta?, ¿verdad?, respondió en tono irónico el joven cabello de flama, mirando a los ojos de la peli azul, poniéndola nerviosa.

Sí, si lo estoy, a Diecisiete lo con....., decía la peli azul, siendo interrumpido por el joven cabello de flama.

No me importan los detalles, respondió Vegueta con firmeza, mientras dirigía su mirada al lugar donde estaba su maestro de curso asignando grupos.

Nos tocó ser evaluadas por el mismo maestro, decía una peli azul de cabello largo a una rubia de cabello corto.

Sí, respondió con calma Dieciocho.

Dieciocho yo,....., decía Marón.

No hablemos del pasado, ello ya no importa, respondió Dieciocho con una sonrisa en su rostro.

Claro, dijo Marón, mientras el maestro seguía hablando.

Los soldados, Son Gokú y Milk Ox, completan el grupo del comandante Zamas, decía el maestro del curso, mientras el nombrado, dirigió su mirada hacia el lugar donde estaba la pelinegra, al tiempo que una ligera sonrisa se plasmaba en su rostro.

Nos toco el comandante Zamas, dijo Milk con calma.

¿Quéeeeee?, respondió alarmado Gokú, que había estado ensimismado en sus pensamientos, haciendo que los jóvenes que estaban en el lugar, incluso sus superiores lo miraran.

¿Sucede algo soldado Son?, ¿acaso le genera inconformidad estar bajo mi evaluación?, dijo Zamas de manera irónica, mientras posaba su mirada en el joven de cabello alborotado, al tiempo que la pelinegra también posaba su vista en él.

No tiene caso responder a algo obvio, dijo Gokú con molestia.

¡Gokú¡ dijo un calvo que estaba tras de él.

¿Por qué tengo tan mala suerte?, se lamentaba el joven de cabello alborotado.

Eso se llamaba karma amigo, dijo el calvo sonriendo.

¿Lo dices por experiencia?, respondió el joven de cabello alborotado haciendo que el calvo se tornara serio, mientras el joven que hacía equipo con él se hacía el desentendido.

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