Capítulo 40: "Luchando juntos por un sueño"

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(Últimos capítulos)


Un par de pelinegros volvían tomados de la mano a la casa de uno de ellos mientras platicaban.

¿Hablar con papá?, decía sorprendida la pelinegra.

Sí, yo quiero que él sepa que mis intenciones contigo son las mejores, que yo sabré cuidarte y amarte, respondía Gokú, haciendo una pausa para continuar diciendo: A partir de ahora los dos lucharemos juntos por un mismo sueño, ser parte del "Comando Dragón".

Si, dijo feliz, Milk.

¿Entonces puedo decirle tú padre de lo nuestro?, respondió Gokú.

Bien, hablemos con él de los nuestro, dijo Milk.

En tanto:

En otro pueblo, para ser más específica en uno de los ambientes del ejército un grupo de jóvenes platicaban.

Mañana lo repetimos, decía un calvo, mientras su novia sonreía.

Está bien, pero está vez mi Bulma y yo elegimos el reto respondía Vegueta, mientras su novia peli azul asentía.

Me parece justo, dijo el calvo.

Y como será nuestro último día de libre antes de volver a las misiones con el comandante Bills, yo propongo que culminemos la noche, bailando, acoto Bulma, con una amplia sonrisa en su rostro.

Es buena idea, dijo Dieciocho.

¿Bailando?, dijeron a la vez los novios de las jóvenes.

Si, vayamos a un pub, dijeron las jovencitas, mientras sus novios se miraron entre si, luego miraron a sus novias y asintieron.

Fri pan:

Un gigantesco hombre miraba fijamente a un par de pelinegros, luego de que uno de ellos le haya confirmado lo que él ya sospechaba.

Solo me queda apoyarlos, ¿no?, dijo sonriendo el gigantesco hombre.

Papá, Gokú...., decía la pelinegra.

No tienes que decir nada mi niña, se nota que es buen muchacho, y sobre todo muy correcto, claro que acepto su amor, y lo apoyo, dijo el señor Ox, al tiempo que los pelinegros se acercaron a abrazarlo.

¡Gracias¡ dijeron los pelinegros.

Luego de ello los pelinegros se dirigieron a sus respectivas habitaciones.

Al día siguiente:

Un par de pelinegros platicaban con gigantesco hombre, mientras desayunaban.

Entonces a las 10 sale su tren, decía el gigantesco hombre.

Si padre, la idea es que, para mañana, a las 6 estemos nuevamente en el ejército, respondió la pelinegra.

Claro, comprendo, dijo el señor Ox.

Tal vez en otra oportunidad podamos venir nuevamente y nos quedemos más tiempo, acoto Gokú.

Espero y esa oportunidad se dé muchacho, respondió el señor Ox.

Tras compartir unas horas más con el señor Ox, los pelinegros y el gigantesco hombre, fueron a la estación de trenes de Fri pan.

Nos vemos padre, dijo Milk, tras un efusivo abrazo con su padre.

Hasta pronto señor Ox, acoto Gokú.

Cuida de mi hija, dijo el gigantesco hombre, mientras el apuesto jovencito asentía, tras ello, el par de pelinegros subieron al tren.

Horas después:

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