SNOW [S.S #05].

Capítulo 3.

Cuando el último timbre sonó, sentí un alivio en los hombros.

Pasé toda la tarde sintiéndome fatal luego de lo que pasó con Athen, me sentía mal porque sabía que no tenía ninguna razón para exigirle saber a dónde iría, o lo que haría y con quien. Era parte de su privacidad, supongo. El peso de la culpabilidad pesaba sobre mis hombros más que mi mochila, era horrible. Me paré en la salida a la espera de los hermanos Clütt, mientras usaba mi teléfono, una burbuja de chat de Facebook apareció en medio de mi navegación en Pinterest, y entonces me di cuenta de que no era mi cuenta la que estaba abierta, era la de Athen, y ciertamente no fue mi culpa ver el mensaje, se mostró por sí solo.

Era de un tal Jesse, pero no tenía foto de perfil.

Recuerda lo de esta noche. En el Bang Bang Bar a las ocho.

Me acomodé los lentes en caso de que no estuviese leyendo bien, pero efectivamente, decía Bang Bang Bar, y allí iría Athen a las ocho. Y lógicamente, yo no tenía porqué ir.

—¡Ángeles!

Me giré ante el llamado y vi a Keitha agitando su mano pálida al otro lado de la acera, sonreí, y crucé corriendo aprovechando la ausencia de autos. Acomodé mi cabello detrás de mis orejas y me aferré a la correa de mi mochila esperando a que me indicara a dónde iríamos.

-Me da pena contigo pero, me acaban de llamar y tenemos invitados en casa, tenemos que regresar ahora. Pero en la noche estaré libre, ¿quisieras salir a algún lado?

—Yo... —pude decirle que no, y evitar más problemas con Athen pero, ¿cuando me han importado las consecuencias de algo realmente?-, iba a ir a un lugar que vende una comida muy sabrosa, ¿quieres ir conmigo?

—¡Sí! ¿qué lugar es?

—Es como un bar.

Ella miró a su hermano.

—¿Frate?

—Ea va merge la bar în căutarea băiatului.•*

—¿Qué...? —se me salió la confusión antes de poder evitarlo, nunca había oído hablar a alguien así.

Ella frunció su ceño, pero luego me miró sonriendo.

—Él no irá, yo sí. —me extendió su teléfono— Guarda tu número para llamarte y que me pases la dirección de tu casa. Pasaré por ti a las siete, ¿te parece?

Más que perfecto.

—Sí, sí, claro.

—Okey, nos vemos ahora, Angie. —canturreó, y se fue alejando con pasos rápidos junto a su hermano.

Moví mi mano y cuando dejé de verlos, me di media vuelta para caminar a casa, estaría sola, y sabía perfectamente que hasta la hora acordada, estaría al borde de la muerte por el aburrimiento.

Llegué y tiré mi bolso en el sofá grande, caminé sin esmero a la cocina y me preparé un sándwich para comer, el hambre bestial que tenía no era normal. En la nevera, pegada con un imán, había una foto de Jack y yo, una fotografía del año ante pasado, en mi cumpleaños, el me sostenía en sus hombros y sonreía, igual que yo. Al lado de esa foto había otra en donde salíamos Athen y yo, el mismo día, pero salíamos distraídos, yo estaba subida en la espalda de él intentando tumbarlo, jamás lo había visto tan feliz. Bueno, creo que en sí nunca fue así de feliz.

Me tiré en el sofá mordiendo los sándwiches mientras revisaba la galería de mi celular. Eran más fotos de Athen, o de los dos que mías sola. Incluso habían fotos que él me tomaba; distraída, comiendo, dormida, llorando, riendo, viendo cosas que me gustaban demasiado, molesta, incluso con cara de memes épicos.

Cuando no soporté la culpa, me puse a ver televisión, el actor de la maldita serie se me hacía similar a Athen y eso me puso peor, lastimosamente, era demasiado estúpida como para dejar de lado las cosas y disculparme. Aunque... podría ir al bar y disculparme directamente, era lo mejor, sí. La alarma de mi reloj gritandome que eran las siete y media hizo que me levantara de un salto. Corrí escaleras arriba en busca de ropa, no sabía exactamente qué ponerme, no sabía qué tipo de bar era pero, por el nombre, supuse que no podía irme tan sencilla. Aunque por otro lado, si Athen iba quería decir que no era un bar común, así que tampoco podía ir con ropa que gritara "¡soy humana, comanme viva!".

Okey, mucha crisis.

Me bañé, me alisé el cabello, y me puse una falda negra de tiro alto, una camiseta blanca con rayas en las mangas, y unos tacones, si me quitaba los lentes no vería absolutamente nada, así que me hice el maquillaje y me puse de nuevo los lentes.

El timbre sonó.

Tomé mi teléfono, las llaves de la casa, y un pequeño bolso, y salí de la casa. Keitha estaba recostada a un Audi del año negro, probablemente más costoso que mi vida. Ella llevaba puesta una falda similar a la mía, solo que con una fina tela encima con estampado, una camiseta blanca con escote, y los tacones eran más altos, sus labios iban con su característico color vino, iba hermosa.

—¿Vamos?

Asentí con una sonrisa. En parte, me emocionaba salir con ella, era algo así como mi primera, y tal vez única amiga. Se montó en el asiento del conductor y me abrió la puerta del copiloto. Me acomodé en el asiento, era suave, y en cuanto encendió la calefacción me sentí mucho más cómoda.

—¿Dónde queda el bar? —quiso saber.

—No recuerdo muy bien la dirección. Se llama el Bang Bang Bar.

En cuanto dije eso, ella me miró con sorpresa, frunció su ceño un segundo pero luego desvió su mirada hacia el camino, arrancó el auto.

—Sé dónde es. ¿No quieres ir a otro lugar?

—No, tenía planeado ir a ahí esta noche, ¿te molesta? —quise saber, ella aferró sus uñas al volante y negó con una sonrisa.

—No, no. Sólo vamos a comer, ¿no es así?

—Sí. A comer.

Tardamos al rededor de media hora dando vueltas por el pueblo, yo sinceramente no conocía muy bien las calles, y no tenía ni la más remota idea de dónde quedaba el bar, pero al parecer ella sí, pues luego de que cruzó en dos esquinas, se estacionó cerca de un callejón, que tenía un letrero con luces neón rojas: The Bang Bang Bar.

//  //  //
O M G.

¿Qué creen que pasará en el bar? Ok, yo estoy very very emocionada xd.

Por cierto, a las palabras en Rumano con el punto y asterisco, las traduciré y las dejaré por aquí :). ¡Dejen sus comentarios! los leo 7w7.

•*Ea va merge la bar în căutarea băiatului: Ella irá al bar en busca del chico.