La última Uchiha

06: Misión rango C y celos rango S

La brisa de verano estaba tibia y deliciosa, perfecta para descansar.

¡Pero claro! ¡Era una jodida genin y tenía que hacer misiones de mierda más aburridas que observar a un caracol!

—Sasuke, estoy en el punto B.

—Sakura, estoy en el punto C.

—Naruto, estoy en el punto A, ¡de veras!

Mi radio dejó de transmitir sonidos, hasta que se escuchó la voz de Kakashi-sensei.

—Hanako, ¿dónde estás?

—Estoy en Konoha, en el país del fuego, por si las dudas —murmuré aburrida.

La risa de Naruto, el suspiro de Sasuke y Kakashi-sensei, y el pequeño chillido de Sakura se escucharon en mi radio.

—Bromeo, tranquilos. Estoy en punto Z.

—Hanako, no hay punto Z —me recordó Kakashi-sensei.

—Bromeo, nuevamente. No sé para qué decirlo, es más que obvio que estoy en el punto D.

—Eres un dolor de cabeza, Hanako. Muy bien equipo 7, ¡adelante, el objetivo se ha movido, síganlo!

De acuerdo a las instrucciones de mi sensei, me moví, saltando sigilosamente de árbol en árbol.

—Estoy a cinco metros del objetivo —dijo Naruto—. Estoy listo, sólo dé la señal.

—Estoy más que listo —murmuró Sasuke.

—Igual yo.

—¿No tienen una misión más interesante? —pregunté con cansancio.

Volví a escuchar un suspiro de Kakashi-sensei.

—Muy bien... ¡ahora! —nos ordenó nuestro sensei.

Los cuatro saltamos al mismo tiempo al objetivo. Naruto consiguió tomarlo a duras penas ya que el gato rasguñaba y mordía sin piedad... menuda misión más interesante.

—Ya lo tenemos —informó Sasuke a Kakashi.

—¿Puedes ver la cinta en la oreja derecha?

—Ajá.

Sabía que estaba igual o más aburrido que yo, pero se quedaba callado, como siempre.

—Entendido, misión completa, chicos, bien hecho —nos felicitó Kakashi a todos por medio de los radios.

—¡Estas misiones valen caca! —grité por medio del radio.

☮

Una señora regordeta y mal maquillada abrazaba al pobre gato, que tenía pinta de querer escapar nuevamente, o suicidarse, y lo comprendo. Con una dueña así yo ya me hubiera lanzado al mar en un saco de patatas. La señora finalmente se fue agradeciendo con un tono de voz chillón.

—Muy bien, para el equipo 7 tenemos varias misiones y tareas disponibles. Uhm... veamos: cuidar al bebé de tres años del consejero, ayudar a su esposa a hacer las compras, sembrar patatas...

—¡No! ¡Quiero estar en una misión real! —gritó Naruto, negándose a hacer lo que anteriormente nos había ofrecido el Hokage—. ¡Quiero hacer algo peligroso, no estas simples cosas de niños! ¡Anda, ¿si, viejo?!

—¿CÓMO TE ATREVES? —saltó Iruka-sensei— ¡APENAS ERES UN GENIN SIN EXPERIENCIA, E IGUAL QUE LOS DEMÁS, COMENZARÁS CON COSAS SIMPLES PARA MEJORAR TUS HABILIDADES!

—¿HABLAS EN SERIO? —grité, un poco harta— ¿CUIDAR A UN BEBÉ DE 3 AÑOS MEJORARÁ NUESTRO ENTRENAMIENTO NINJA? ¿CÓMO?

—¡CUIDAR A UN MOCOSO NO NOS HARÁ MEJORES NINJAS! —gritó ahora Naruto, apoyándome.