La última Uchiha

13: Empezando con el pie izquierdo

—Parece que esto será muy divertido, o al menos lo será para quienes sean lo suficientemente buenos, ¿o no, Sasuke? —preguntó Kiba menospreciando a lo demás.

—Trata de no confiarte demasiado, Kiba —aconsejó Sasuke con una sonrisita.

—Esperen y nos desharemos de todos ustedes —prosiguió el chico.

—Me aburres —bufé revoloteando mis ojos.

—Parece que además de la apariencia, la falta de respeto también se hereda dentro del clan —me dijo Kiba observándome de arriba abajo.

—Sólo soy buena con quién lo merece, no con niñitos raros que tienen tanta confianza en ellos.

—Tengo confianza porque sé que los demás no llegan a mi nivel.

—Al único nivel que nadie te alcanza es al de estupidez —gruñí.

—Oigan, ustedes —llamó un chico de cabello blanco y anteojos—. Quizás quieran bajarle a su alboroto. Digo, no se ofendan, pero ustedes son los 10 novatos, ¿no? Recién salidos de la academia.

—Somos como carne fresca —dije, observando cómo los demás chicos en el salón nos examinaban.

—Exacto. Si yo fuera ustedes no me pondría en ridículo.

—Pues este chico —señalé a Kiba—, se pone en ridículo con sólo mostrar su cara.

—Hanako —me llamó la atención Sasuke picándome el costado con su dedo índice.

Refunfuñé por lo bajo, me crucé de brazos y me arrimé cerca de él.

—Hey, relájense. Esto no es un campamento escolar.

—¿Y tú qué? —preguntó Ino—. ¿Quién eres?

—Yo soy Yakushi Kabuto —respondió—. Vean a su alrededor, están dando una muy mala impresión. —Me volteé, y en efecto, todos los raros del salón nos miraban con mala cara. Había un montón de ninjas, tanto de nuestra aldea como de las vecinas. —Pero claro, no los culpo. Cuando era un novato estaba igual que ustedes, fue hace años.

—¿Hace años? —pregunté.

—Así es. Todos los años se realizan estos exámenes, dos veces. Este es mi séptimo intento y mi cuarto año. Aunque, bueno —se encogió de hombros—, dicen que el siete es el número de la buena suerte.

—¡Un veterano! —exclamó Sakura—. Ya debes ser un experto.

—¿Podrías darnos algunos concejos? —preguntó Naruto.

—Un experto que está en su séptimo intento —recordó Shikamaru frunciendo el ceño—. Eso significa que nunca ha aprobado...

—No quiero que nos des consejos sobre cómo fracasar —dije cruzándome de brazos.

—Qué fastidio... los rumores de que este examen es difícil de pasar son ciertos —siguió gruñendo Shikamaru mientras se sobaba la parte posterior de la cabeza—, qué flojera...

—Pero muchachos, no se desanimen. Puedo ayudarlos un poco con mis info-tarjetas ninjas —declaró sacando de sus vestimentas algunas tarjetas en blanco.

—Hey, parece que vas a tener que conseguirte otros anteojos, están blancas —obvié.

—Es algo difícil de explicar, pero estas tarjetas han sido codificadas con el chakra de todo lo que he aprendido en estos cuatro años y más. Tengo más de doscientas así que no he perdido por completo mi tiempo —nos dijo arrodillándose y dejándolas en el suelo.

—¿Y qué tienen de especial esas tarjetas? —pregunté al ver como ponía una sola en el suelo.

—El nombre lo dice, entregan información ninja. Están en blanco porque no quiero que cualquiera pueda acceder a la información que he recolectado. —Puso un dedo sobre la tarjeta y comenzó a girarla. —Estoy utilizando mi chakra para que revele su contenido —nos explicó.