Capítulo 1.

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Miro lo que he visto desde hace un tiempo, oscuridad mi compañera en este letargo que no sé cuándo acabará.
Me a acompañado en mis sentimientos de tristeza, decepción y traición.

La oscuridad desde el accidente en auto que me condenó a estar presa dentro de mi cuerpo, es mi única compañera.
No se qué día es hoy, si está el cielo nublado o no, si pasan autos por la calle frente a la casa.

Lo que si sé es que estoy en mi antigua casa...La casa de mis padres, de donde nunca debí salir.
También se que todos los doctores que mis padres han contactado para tratarme les dan la misma respuesta.

"Su hija ya se ha ido, les recomiendo desconéctarla"

Ellos siempre se niegan, siempre en ellos están las esperanza de que su hija despertara.
¿Pero acaso lo dudo?
¡Claro que despertaré!
Tengo que despertar y eso espero.

Lo he intentando todo y he estado por rendirme, más no lo hago, hay una voz diciéndome que siga, que no me rinda.

- Hija mía aquí estoy de nuevo - escucho la voz aterciopelada de mi madre, hablar como siempre lo hace desde el accidente.
- Un nuevo día de esperanza, rogando a Dios que despiertes - sonrió, escuchando sus palabras.

Siento la mano tibia de mi madre sostener la mía, con fuerza.
- Necesito que despiertes porque si no lo haces yo...- escucho su zolloso llenar el cilencio del cuarto.

- Y-Yo me...me muero - mis ojos se aguan al escucharla hablar así.
- Ya a pasado mucho mi niña - se recompone.
- Debo irme, si tú padre ve que no estoy lista aún me dejara, te veo al rato - y así es como vuelvo a quedarme de nuevo sola..

Intento de nuevo abrir mis ojos, moverme, escucho la máquina que me mantiene "viva", ir más rápido.

"¡Tienes que despertar!"

"¡Lucha!"

"¡Lucha!"

Abro los ojos de golpe a lo que los vuelvo a cerrar al sentirme segada por una luz.
Intento mover mi mano para frotar mis ojos más duele.
Suelto un quejido al intentar moverme y no poder.

Vuelvo a abrir mis ojos más preparada para recibir la tan añorada luz y lo primero que veo es un techo blanco.
Miro aún lado y rápido identificó que es mi antigua habitación.

Parpadeo repetidas veces al ver un poco nítido.
Escucho como la máquina vuelve a su sonar normal.
Tambien escucho la voz de mi madre y padre a lo que intento de nuevo moverme pero no puedo.

Siento mis ojos llenarse de lágrimas, al saber que he despertado.

¡Vamos Adalia tu puedes!

Suelto un suspiro al saber que no podré moverme, pero estar despierta es un gran avance.
- ¡Espera amor iré a despedirme de nuestra hija! - escuchar la voz de mi padre, me hace llenarme de emoción.

Escucho la perilla de la puerta y está ultima ser abierta.
- Hija tu madre no cam...- me voltea a ver aún en la puerta y se congela al chocar su mirada gris oscuro con la mía idéntica a la de el.
- P-pa..pa - exclamó con dificultad y sintiendo mi garganta rasposa.

Veo como sus ojos se llenan de lágrimas, para acto seguido venir hasta donde estoy.
- ¿Dime qué no estoy soñando? - habla en un susurro, sonrió habiertamente y trato de negar.
De su rostro brota una gran sonrisa, rápido me sostiene de mis mentón y reparte besos por todo mi rostro.

- ¡Dayana ven rápido! - exclama aún sosteniendome.
- Ag...agua - al escucharme se detiene de su sesión de besos y se encamina rápidamente a la jarra de agua que está al otro lado de la cama.

Sirve un poco de esta en un baso de vidrio y viene hacia mí y me ayuda a tomar.
- ¿Que pasa cari...- mi madre queda igual que mi padre cuando me vio despierta.
- ¡Dios mío santo!, ¡Hija! - y es así que abrazándome rompe en llanto, y me dice cuánto me quieren y extrañaron.

- El...El doctor llamemoslo - mi padre asiente ante lo que dijo mi madre y sale de la habitación, ya sintiendo que podré hablar más de una palabra me permito sacarme de la duda.

- ¿Cuánt-o estuve en com-a? - ella frunce el ceño, más no pregunta cómo lo sé.
Sierra sus ojos al momento de responder.
- Sufrimos mucho - confiesa, al momento de abrir sus ojos.
- Cinco años Adalia...Cinco años estuviste en coma - siento como mi mundo se cae, pues sabía que tenía tiempo en ese estado más no pensé que fuera tanto...

MI DESPERTARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora