Capítulo 3.

5.5K 355 23
                                        

- ¿Estás lista hija? - asiento mirándome en el espejo, viendo que tan cambiada estoy.

Ya han pasado dos meses que de nuevo renasi como un ave fénix.
- ¿Nos habidas cuando llegues? - asiento.
- Me voy hoy madre, pero no como la chica que tú criaste, buena, dulce, inocente...- explico mirandola por el espejo.

- Esa pobre chica murió ese día, en el accidente, la chica que ves aquí, es la obra maestra de ellos, la chica que no puede sentir amor, tristeza...La chica que solo puede sentir odio he irá, y deseos de venganza....¿Lo sabes verdad? - veo como de sus ojos se desbordan sus lágrimas.

- Lo se...Y no sabes lo mucho que deseo que sufran mucho por haber matado a mi niña - sonrió maliciosamente.
- Pagarán madre, te lo aseguro - hablo segura.
- ¿Por quien empezarás? - me encojo de hombros.

- Por todos y nadie....Todos ellos se abalanzaron contra mi de una vez, yo haré lo mismo, mataré a todos los pájaros de un solo golpe - explico.
- ¿Que pasa si te descubren? - pregunta.
- Tendré que hacer las cosas más difíciles y sin jugar y eso no me divierte, quiero que Apolo, no pueda vivir sin mi, que tenga que estar presente para poder seguir con su día, con su vida - me volteo a mirarla fijamente.

- Y cuando eso pase, lo tendré aquí - le muestro mi mano.
- Comiendo de mi mano, pero haré la táctica que utilizo conmigo, porque de tenerme en el cielo me bajo al infierno y yo haré lo mismo con el...Bajará al infierno para jugar conmigo, con su demonio personal - muerdo mi labio inferior.

- Te apoyaré en todo lo que hagas - la miro y cierro por un momento mis ojos.
- El incluso matará por mi...Sin imaginarse que es será mi arma para su propia familia - habro aún con mis ojos cerrados imaginado me ese momento.

- Y cuando allá derrocado a la Familia Ivanov haré que pida de rodillas perdón para después hacer que se suicide fácil y rápido - habro mis ojos y veo a mi madre mirarme sin emoción alguna.

- Debes irte....Llegarás tarde al vuelo - sonrió.
- Prometo regresar teniendo el triunfo en mis manos madre, prometo hacer sufrir a esa familia como nunca - ella me da un beso en la frente en un acto protector.
- Vengarse si es lo que quieres, que sufran como lo hiciste tú estos cinco largos años...- la miro una última vez para acto seguido salir de mi casa...De mi hogar...

De la cual tenía que salir, a buscar mi tan añorada venganza, esa de la cual no prometo salir herida pero si con una victoria..

[...]

Después de como cuatro horas he llegado a Rusia, el cual será el escenario de mi venganza, salgo del aeropuerto y le hago señas a un taxi.
Rápidamente me subo junto con mis maletas en mano.

Veo la ciudad y recuerdos vienen a mi mente.
- ¿Está como turista en la ciudad? - miro al taxista y niego.
- He venido por...Trabajo - exclamó, rápido a mi cabeza me llega una idea.
- Que bueno - habla el señor.
- Dicen que aquí es donde vive ese magnate hombre de negocios, ¿Cómo se llama?...- hago como si estuviera pensando.

- ¿El señor Apolo Ivanov? - le sonrió viéndolo por el espejo retrovisor.
- Si, ¿Ha escuchado hablar de él? - pregunto a lo que el asiente, veo como se detiene en un semáforo en rojo.
- ¡Si!, Es el más rico de aquí, y su esposa uff está muy bonita, aunque no se compara con la que tuvo - me interesó al escuchar de su "antigua" esposa.

- ¿Así porque? - pregunto a lo que el se encoje de hombros.
- Se veía que era dulce, buena gente, que era inocente...Pero lastimosamente murió en un grave accidente y después se supo que no era la perita en dulce que todos pensamos que era - frunso el ceño.

- ¿Porque? - el mira para la ventanilla.
- Su familia política dió a conocer una grabación de ella diciendo que "los odiaba a todos y que jamás quiso estar ahí, porque no amaba a su  esposo" - muerdo el interior de mi mejilla para no decir algo imprudente.

- Valla...Chica, ¿Usted cree eso? - niega con su cabeza lo que me sorprende.
- No jamás, en las noticias o cuando ella salía en la tele, siempre la ví que era buena - sonrió melancólica.
- Quizá ella fue así...- hablo recordando que me gustaba ayudar a los demás.

- Pero ahora ya no...Ya está muerta de todas formas - exclamó con mi voz neutra, el hombre asiente.
- Ya emos llegado señorita - por estar tan enfrascada en la plática no me había dado cuenta que había llegado al edificio.

- Gracias - le pago y me bajo, dejo mis maletas en el suelo y paso una de mis manos por mi cabello.
- Pagarán por cada una de las cosas que me hicieron - juro...

MI DESPERTARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora