MI DESPERTAR

Capítulo 9.

Me levanto con un leve dolor de cabeza por aver tomado unas copas de más, habro mis ojos y maldigo al que inventó el trabajo.
Me levanto con flojera asta el baño del Penthouse, ¿Porque he amanecido aquí?.

Fácil, no me fui con el chico, me le escape antes de irme con el a donde sea que me iba a llevar, solo "salí" del antro con él para que Apolo viera de lo que se estaba perdiendo cosa que funcionó.

Hago mis necesidades y me doy una ducha de agua fría, después de veinte minutos salgo y me pongo un vestido que me llega hasta mitad de la rodilla floreado, color amarillo bajito, junto con unas sandalias color blancas.

Me hago una cola en mi cabello, y me hecho de maquillaje lo básico, delineador, rimer y me pinto los labios.
Después de eso salgo y tomo mi ración diaria de cafeína.

Minutos después salgo rumbo a mi nuevo trabajo, le doy gracias a Dios que no ahí tráfico.
Llegó al corporativo y estaciono mi auto, bajo y me encaminó a la oficina de mi ahora gefe para que me diga dónde debo trabajar.

Y no mentire, estoy nerviosa, por lo que pasó ayer.
Tocó la puerta de su oficina al no ver a su secretaria en su escritorio.
- Pase - escucho su voz neutra a lo que trago en seco.

Entro y lo veo escribir en su computadora.
- Buenos días - exclamó a lo que el me mira y frunce el ceño.
- ¿Usted? - pregunta a lo que asiento.
- Venía a saber dónde debo ir - no contesta, solo se queda ahí mirándome.

- Está usted confundida - exclama a lo que lo miro desconcertada.
- ¿De qué habla? - le pregunto a lo que el se pone de pie y se pone frente a su escritorio.
- Usted aquí...No tiene trabajo - habro mi boca sorprendida al escucharlo.
- Pero usted dijo ayer que...- hablo más soy interrumpida.
- Se lo que he dicho pero yo a zorras no contrato - claudica.

Sin miramientos me acerco a el y sin que se lo espere le doy una fuerte bofetada que lo hace voltear a un lado su rostro.
- Eres un estúpido - hablo con odio en mi voz.
- A una mujer por tirarse a un hombre le llaman Zorra y aún hombre por tirarse a una mujer lo llaman mujeriego, dime ¿ en qué nos diferenciamos? - pregunto con ganas de llorar al darme cuenta que este no es el hombre del que me enamore.

- ¿Que quiere que piense cuando anoche se fue con un completo desconocido? - sonrió amargamente.
- Le recuerdo que usted mismo dijo que...- empiezo a decir.
- ¡Me vale mierda lo que dije!, No debió irse con el - grita asiendo me retroceder un paso.

- ¿Porque tendría que hacerle caso a usted, si apenas nos conocemos? - se hacerca a mi y me sostiene de mi rostro con sus dos manos.
- Es que te pareces tanto a.....- ciento como poco a poco se forma un nudo en mi garganta.

Veo su mirada tornarse triste.
- Pero no eres ella...Ella era inocente - susurra para el, más yo lo logró escuchar.
- No...Tengo nada que hacer aquí, no estoy contratada ¿No? - me doy la vuelta para irme más el me detiene.

- Acuéstate conmigo - pide, me quedo congelada al oír su propuesta.
- ¿Que dice? - me volteo a mirarlo.
- Puedes quedarte con el trabajo si te acuestas conmigo - niego sintiendo mis ojos llenarse de agua.
- podrá llamarme zorra, más jamás me vendería por un estúpido trabajo - Claudico para después encaminarme a la puerta.

- Pobre de su esposa que lo aguanta, hombres como usted no deberían existir - salgo por fin de ahí y hago puños mis manos.
Me encaminó al tocador, ya ahí reviso que no allá nadie para acto seguido marcar el número de un chico el cual me puede ayudar.

Llamada...

- ¿Bueno? - cierro mis ojos al escuchar su voz ronca y escalofriante.
- Soy yo - exclamó a lo que el hace un ruido de asentimiento.
- ¿Que pasa? - carraspeó al sentir que no podré hablar.

- Quiero que me intentes secuestrar - ordenó.
- ¿Que dices? - pregunta incrédulo.
- Lo que has odio, nesecito empezar ya, y el no me lo está poniendo fácil - explico.

- ¿Cuando? - pregunta con su voz curiosa.
- Te avisaré en estos días solo...Estate preparado - sin esperar que diga más cuelgo.

Fin de la llamada...