MI DESPERTAR

Capitulo 17.

Escucho el ruido de la alarma haciendome despertar.
Con pereza me levanto al saber que hoy tendré que aguantar al imbécil ese...
Con mis ojos aún cerrados tanteo la mesita de a lado de mi cama, buscando el origen del sonido.

Hasta que sujeto el "ruido" que me hizo despertar y lo apago.
- Que flojera - exclamó frotando mis ojos con mis manos.
Escucho el sonido de mi celular sonar a lo que sin perder tiempo me levanto.

Rápido y ya no sintiendo mi flojera ni sueño, empiezo a buscar el celular.

Ya teniéndolo en mis manos contesto sin demora.

Llamada...

- ¿Si? - pregunto.
- Ya está hecho señora...Ya está aquí conmigo - exclama a lo que sonrió habiertamente.
- ¿Cómo esta? - le pregunto a lo que el toma su tiempo para responderme.

- Se mira bien...Aún no despierta está digamos un poco... inconsciente - explica a lo que asiento sabiendo que el no puede verme.
- Quítale todo aparato que lleve, como también todas sus joyas, no sabemos dónde puede traer un rastreador - pido.

- ¿Usted cree?, No creo que sean tan..- antes de poder terminar lo interrumpo.
- Apolo no es un idiota, el por lo que ví le interesa mucho Kerstin, y se que le por lo menos mando a rastrear su celular, pero es mejor no confiarse - suelto un suspiro de pesadez.

- Yo ahora mismo iré a ver cómo se encuentra el imbécil, para después si aún no lo sabe disfrutar de su cara cuando se entere que su dulce esposa fue secuestrada - sonrió imaginándome el momento.
- ¿Que piensa hacer ahora que la mujer ya no está en su Camino? - escucho su voz curiosa.

Me encojo de hombros, con una media sonrisa en mis labios.
- Hoy sabré parte de la verdad....Le sacaré desde cuándo conoce y está con Kerstin - confieso, sintiendo una leve punzada en el lado de mi corazón.
- Le deseo suerte señora - claudica.
- La suerte no existe...Solo existe el karma - sin más que decir cuelgo..

Fin de la llamada...

Miro por la venta el tiempo nublado que hace hoy, sonrió al saber que hoy será un día de confesiones.
- Hoy Kerstin, sabré que tuviste que ver con mi accidente...Sabré si tú también tienes que ver con la muerte de mi hijo...- exclamó con notable rencor en mi voz.

[...]

Miro sonriente a las personas que encuentro por mi camino hacia la oficina de Apolo.
Me detengo frente a la puerta y tocó, cuando escucho su leve voz de "pase", lo hago y le sonrió al ver que mira detenidamente por la ventana.

- Cariño buen día - exclamó "dulcemente", el voltea a mirarme con una sonrisa adornando sus labios.
- Hola bella dama - se encamina asta donde estoy, para acto seguido detenerse frente a mi y darme un casto beso en mis labios.

- ¿Y este resibimiento? - pregunto al no entender porque está así.
El se encoje de hombros.
- Hoy quiero consentir a la mujer que no sale de mis pensamientos...Por eso hoy te llevaré a mi departamento - explica a lo que pasó mis manos por el cuello de este...

- ¿Departamento? - asiente a lo que se de que me habla...
En ese departamento estuvimos viviendo por unas semana recién casados.
- Si... Estaremos ahí todo una larga noche - trago en seco al saber a qué se refiere.
- ¿Y no has llevado a nadie más ahí? - hablo curiosa.

"Dime la verdad..."

"Necesitamos que nos diga la verdad"

"Dímelo Apolo"

Pienso intentando aguantarme de decirle que me lo diga.
- Solo...- se da la vuelta y se aleja de mi, a lo que frunso el ceño.
- Siento que no es el momento - lo miro fulminandolo con la mirada.
- ¿Aún no confías en mí? - pregunto "herida", por lo que dice.

- Solo he llevado ahí a mi difunta esposa y a Kerstin - confiesa a lo que frunso el ceño.
- ¿Ya casados no? - voltea a verme y niega con su mirada perdida.
- Kerstin ella...era mi amante aún cuando tenía apenas semanas de casado - siento como un mareo llega a mi haciéndome tambalear.

- ¡Adalia! - llega hasta a mí y me sujeta fuerte para que no me caiga.
Siento mis ojos llenarse de agua al escuchar su verdad...

"Te amo Adalia"

"¿Quieres casarte conmigo?"

"Eres mi vida"

"Eres mía, jamás te dejaría"

"Eres mi corazón, mi vida, mi amor"

"Eres todo lo que un día pedí"

Pequeños flashback llegan a mi memoria, de las veces que juro amarme, de las veces que juro que sería solo yo la mujer de su vida...
Lo que nunca fue cierto, pues mientras eso me decía pensaba en otra, estaba con otra..
Me engañaba...