Capitulo 38.

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Salgo de la mansión y condusco hasta la cafetería más cercana de la empresa, esperando que Apolo se aparesca lo cual hace diez minutos después de que llegó.


Me levanto y cruzo la calle, para posteriormente entrar a la empresa cuidando que no me vea...

Lo veo entrar en el elevador a lo que yo subo lo más rápido por las escaleras, minutos después ya estoy fuera de su oficina en donde el se encuentra encerrado.





Me siento en mi escritorio y espero...




- ¿Está mi hijo? - veo a la señora MaGneta aparecer lo que me hace abrir los ojos.
- Si pero...¿Puedo preguntarle algo? - frunce el ceño pero asiente.
- ¿Que se siente ser engañada por el que decía amarla? - pregunto con una sonrisa de medio lado.


- ¡¿Cómo te atreves?!, ¡Estás despedida! - tomo mi bolsa y sonrió.
- Gracias...Pero debe saber que en estos momentos todo el mundo sabe del desliz de su querido marido - sin más me voy de ahí.


Entro al ascensor guiñándole un ojo a MaGneta la cual me mira furiosa, cuando las puertas se cierran tomo mi teléfono y marcó el número de mi ayudante.


Llamada...

- ¿Bueno? - pregunta una voz femenina tras la línea.
- Mérida soy yo...- la línea se queda un momento en silencio.
- ¿Que necesitas? - me encojo de hombros aún sabiendo que no me mira.

- Que mandes a que avisen a MaGneta conociendo la como lo hago, tomara un avión esta tarde a su casa de la playa - pido oprimiendo el último botón.

- ¿Y qué pasará? - sonrió.
- Ya lo verás solo hazlo - sin más corto.

Fin de la llamada..


Busco en mi teléfono el contacto que dará el golpe final...

Llamada...

- ¿Si? - Escucho decir del otro lado.

- Debes hacerlo ahora, no debes perder tiempo - siento su sonrisa tras la línea.
- Lo deducía...Por eso ya está en función - muerdo mi labio inferior.
- Bien...Fue un gusto hacer un trato contigo...Querido amigo - exclamó.

- ¿Que pases después de eso? - pregunta con su tono de voz bañado en duda.

- Soy la tormenta que vino a acabarlos...Pero así como vino la tormenta así se irá...Dejando los simples estragos de su tempestad - recito saliendo del ascensor.

- ¿Entonces jamás volveré a verte? - miro al frente.
- Adiós...- sin más cuelgo.

Fin de la llamada.

Salgo y veo un coche negro con vidrios polarizados frenta a la compañía, sin demora subo y encuentro de piloto a Nicolás el cual ve por el espejo retrovisor a nuestra compañía la cual va en los asientos traseros.

- Adiós Apolo...Me iré lejos de ti...De tu maldad...Lejos con MI hijo...Espero jamás volver a verte - mira al frente y sonrió al ver la seguridad de Kerstin..



Porque ella me pidió llevarla lejos...Porque después de todo es un ser humano y se cansó de ser utilizada como clon de alguien más...


Cómo clon mío...




Quiere empezar de cero...Con su hijo, con esa luz que la hizo ver que la vida que llevaba no lo era...

- Vámonos - veo por última vez la compañía, sintiendo como una imperceptible lágrima baja por mi mejilla derecha...

Minutos después, Nicolás me deja fuera de mi departamento, me volteo a verlos a los dos.

- Espero llegues bien a tu destino Kerstin...Y Nicolás espero llegues con tu familia - el asiente.
- Cuídate...Vendré a verte mañana - siento un nudo en mi garganta al escucharlo.

- Mañana nos vemos - los veo partir...Una con dirección a Un país lejano, donde nadie la conocerá y empezará una nueva vida pero Yano como Kerstin...Tendrá un mejor nombre...



Y Nicolás...Regresa con su familia, de la cual jamás debió alejarse...




Entro a la recepción de mi edificio y veo a la recepcionista.
- ¡Hola señora! - exclama alegremente.
- ¿Tienes mis maletas? - ella asiente efusivamente.
- Si..Pero aún no puedo creer que se valla - se entristece.

- Cosas que pasan - tomo mis tres maletas y me doy la cuenta para irme, más me detengo para mirarla.
- Si alguien te pregunta por mí....- ella asiente sería.
- Lose...Debo decir que ninguna Adalia nunca vivió aquí - sonrió y salgo de mi edificio...

El cual fue mi hogar en esta cruda venganza...


Narra Apolo...

Veo al hombre frente a mi con el ceño fruncido.
- ¿Puede repetirme a que vino? - el asiente sacando de su maleta unos papeles.
- Mi jefe me a pedido venir a reclamar Su empresa la cual es esta - mira alrededor de mi oficina con lujo de detalle.


- Se equivoca...Está es mi empresa - niega con una sonrisa.
- Tome usted mismo los firmo - tomo los papeles que me dió y los leo.

Me quedo congelado al verlo...


Está firma hace constar que todas y cada una de las propiedades Ivanov pasan a hacer de El señor Maik Rivera.

Veo mi firma bajo ella y el color se me va de mi rostro.
- Ya he ido con las autoridades en cuestión y mi jefe puede tomar desde hoy la empresa y todo lo Ivanov - levanto mi mirada y lo encuentro con una sonrisa.

- Al propósito...Le manda saludo Adalia - sin más se levanta y cuando está apunto de salir se detiene y me mira.
- Sorpresa - sin más se va...

- ¿Adalia? - susurro con los ojos como platos...

MI DESPERTARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora