Capitulo 35.

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Miro a la chica dormir plácidamente en una esquina del cuarto lleno de musgo en donde la tengo.

Muerdo mi labio inferior al saber que debo hacer, porque primero es mi venganza y después la llamada compacion.

- ¿A qué hora has llegado? - escucho un pequeño susurro tras de mí y se quién es.
- Hace apenas media hora - contesto sin mirarlo.
- ¿Donde estabas? - lo miro por sobre mi hombro, enarcando una ceja.
- ¿Porque debería decirte? - se encoje de hombros.

- Porque me preocupo por ti - vuelvo mi vista al bulto en la esquina y Resoplo.
- Fui a la empresa de Apolo a verlo - confieso fríamente.
- ¿acostarte con el supongo? - sonrió de medio lado.
- Supones bien - nos quedamos en cilencio por lo que parecen horas.

- ¿Ya decidiste que harás con ella? - siento un escalofrío recorrerme el cuerpo entero...

"Tú tienes en tus manos la vida o la muerte de esta chica"

"Es tuya la decisión"

"¿Matarla?"

"¿Dejar que viva?"

- ¿Que decidí? - sonrió sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas.
- ¿Te das cuenta? - pregunto.
- ¿De qué? - trago el nudo que se me formó en mi garganta.
- En una situación así estubo Apolo....- expreso.

- A el también le preguntaron que decidía....¿Matarme? O ¿Dejarme viva? - llevo una de mis manos a mi vientre...El cual se encuentra vacío...Sin mi hijo.

- ¿Entonces? - me doy la vuelta clavando mi mirada en la de el.
- Le pagaré con la misma moneda - abre los ojos como platos al escucharme.
- ¿La matarás? - sonrió negando.

- Para ellos....Ella - señaló el cuerpo de la chica.
- Estará muerta - declaró, porque aunque quiera, aunque lo intente no puedo matar un bebé que no tiene la culpa de llevar en su sangre la maldad.

No tiene la culpa de tener unos padres malditos.
- ¿E-enserio? - tartamudea.
- Sabes...Estoy cansada - me tambaleó al sentir un leve mareo.

- ¡Adalia! - Nicolás se hacerca rápidamente a mi, sosteniendo me para que no me caiga.
- Siento mi mundo acabar...Mi mundo caerse - confieso sintiendo la primera lágrima rodar por una de mis mejillas.

- No me queda nada ¿No es cierto? - recargo mi frente a su pecho.
- Estoy sola...Y así me quedaré - suelta una leve risa amarga.
- Pero si él debe cumplir su penitencia por mandarme a matar y matar a mi hijo, yo debo pagar por tomar venganza por mi propia mano - sierro los un momento mis ojos.

- El tiempo se le acabó...Y maldigo el día en que lo ví - una de sus manos llega a mi espalda pasándola de arriba a bajo queriendo así, "reconfortarme".

- Si necesitas llorar hazlo - niego con mi cabeza.
- Ya lo he hecho por demaciado tiempo, no reconosco en quién me he convertido - trago en seco.
- Mi madre y padre se que aunque no me lo digan no me reconocen...Soy una completa extraña para ellos - confieso.

- ¿No has pensado en abandonar tu venganza? - levanto mi mirada desolada, fijandola en su rostro inesprecibo.
- Vámonos, no tienes porqué hacer esto - súplica.
- Vámonos solo nosotros....Olvídate de ellos - niego separándome lentamente de el.


- ¿Y dejarlos ganar?, ¿Dejarlos sin herida alguna? - niego incrédula.
- No me pidas eso...No ahora que estoy por llegar a la meta - me hacerco silenciosamente al cuerpo de la chica dormida en la esquina.

- Ellos pagarán con su sufrimiento lo que me hicieron - saco de mi bolsa una pistola que logré conseguir.
- ¿Q-que haces? - tartamudea, apunto a Kerstin la cual por lo que se ve esta sedada.
- Ellos pagarán por lo que me hicieron - bajo mi mano en la cual sostengo el arma.


- Menos ese niño...Que no tiene culpa de nada, el bebé nacerá - dictaminó.
- Porque no haré lo que ellos hicieron, el bebé nacer sano y salvó...Lejos de esos malditos - sin más salgo de ahí, sin ver a nadie.

Porque quizas algunos me jueguen pero ¿Que pecado hizo el bebé para merecer la muerte?...


¿Solo por tener la sangre de El debo matarlo?



No....





No puedo ser una maldita con un angelito el cual podría ser mi propio hijo....



Por eso decidí que el y su madre vivirían....




Porque si yo hubiera elegido entre sí me mataban a mi o a mi hijo....





Elegiría que me mataran antes de tocarlo a el...Quizá nunca conocí su rostro, ni toque su delicada piel pero....




Se que estuvo aquí....Junto a mi...Y eso es lo que siempre recordaré.....




MI DESPERTARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora