MI DESPERTAR

Capitulo 4.

Entro al edificio y sin hablar con la recepcionista paso de largo al ascensor.
Entro y dejo mis maletas en el suelo, para acto seguido apretar el botón del último piso.

Después de unos minutos el ascensor habré y salgo camino por un largo pasillo asta una puerta color madera, que dice Penthouse, habro con la tarjeta que me dió mi madre y entro.
Veo que hicieron los arreglos que pedí, pues este edificio es de mis padres.

Llevo mis maletas a mi habitación y ahí la dejo para acto seguido llamar a el detective que contrato mamá.

Llamada...

- ¿Bueno? - pregunta una voz ronca a lo que sonrió.
- ¿Sabes a dónde irá hoy? - hablo directo al grano.
- Si señora, un contacto me a dicho a donde irá a cenar con su mejor amigo - ruedo los ojos al escuchar que Evans irá con el.

- ¿Donde? - pregunto impaciente.
- Restaurante "anochecer" - habla a lo que sonrió.
- Bien, te depositaré cuando almas acabado el trabajo - cuelgo sin dejarlo hablar.

Fin de la llamada....

Me hacerco a mirar por el gran ventanal que se alza imponente.
Puedo ver de aquí toda la ciudad.
- Ya estoy aquí Apolo....Tú propio verdugo a llegado a la ciudad, tú tentación a llegado, tú Karma, tu deseo llegó y no para satisfacerse - aprieto mis manos hechos puños.

- Te ame Apolo, fuiste el amor de la niña estúpida que vivia en mi, la estúpida niña que mataste....Ahora conocerás a su demonio - me seco la lágrima que derrame y sonrió maliciosamente.
- Debes pagar lo que has hecho - me doy la vuelta y me encaminó a la habitación donde debo ir a cambiarme.

[...]

Después de unas horas ya me encuentro aquí, fuera del restaurante donde cenará Apolo.
Me tuve que vestir muy "provocativa" para que le llame la atención.
Mi atuendo consta de un vestido negro cuatro dedos más arriba de la rodilla, calzado de zapatos negros altos de tacón de aguja.

Del pecho consta de un estampado, mi cabello suelto y un leve maquillaje, con labios rojos.

Y es ahí donde lo veo...A el con facha de galante como siempre, trago en seco al verlo como lo recordaba.

Cabello azabache, sus ojos como dos posas de tan oscuras que son, facciones endurecidas, labios rojos y carnosos y su cuerpo bien trabajado, y con una sonrisa bestial que derretería a cualquiera...

Lo sé porque por una sonrisa es  como lo conocí y se que el puede ser peligros, pero si el lo es yo lo soy más.
Bajo del auto que apenas compré y me encaminó a la entrada del restaurante.

- Buenas noches señorita, tiene reservación? - niego mirando mal al chico.
- Una mesa para una - exclamó metiéndole unos dólares en el bolsillo al chico el cual asiente.
- Siguame por favor - empezamos a caminar hasta llegar donde están las mayorías de mesas ocupados ya sea por parejas o familias.

Nada más dar un paso al frente todos voltean a verme y murmuran "disimuladamente", mirando hacia mí.
- Aquí está su mesa - miro un punto fijo y sonrió al ver que me queda de frente Apolo.
- Gracias chico, atiendeme tu - pido mirándolo deseosa a lo que el se sonroja.

- S..Si señora - me entrega la carta y me dice que platillo me recomienda más yo solo puedo observar a mi enemigo.
- Tráeme una copa de champagne - ordenó a lo que el chico se va.

Veo como Apolo ríe, se ve tan bien...
Se ve tan tranquilo lleno de paz....
Se ve feliz sin...Sin mi....

- Aquí está - me hace entrega de una copa de vino y yo con ella en mano me levanto, moviéndome sensualmente.
Camino hasta donde está el.

- Voy al baño - escucho que dice y ahí veo es mi oportunidad.
Cuando él va a pasar por mi lado hago que se tropieza conmigo, haciendo que el vino se derrame en mi vestido.
- ¡Estúpido! - grito llamando la atención de todos los presentes ahí.

- Disculpa no pensé que...- se queda callado al alzar su mirada y verme, me mira como hipnotizado a lo que sonrió en mi mente...

Ya has caído chico...