—Wanda no!—negué por quinta vez mientras me arrastraba a un salón de belleza.
Hoy sería el estúpido baile al que me estaban obligando a ir, y Wanda se emocionó por el hecho de arreglarme. Y ahora me llevaba a una estética para arreglar mi cabello, maquillaje y hacerme manicura y pedicura.—vamos! Te veras hermosa—garantizó aún arrastrandome, y yo trataba de detenerla, yo no se porque mis zapatos aún no razgaban el pavimento.
Un hombre en traje pasó y se nos quedo viendo, como diciendo "esta es la juventud de ahora?" Se retórico el bigote y continuo con su camino.Abrió la puerta de la estética y los colores rosas me invadieron los ojos.
《Demaciado femenino》pensé.
Wanda se dirigió a recepción aún tomandome de la mano, llevandome con ella.
—una cita a las once—informó Wanda
—a nombre de?—preguntó la recepcionista, parecía tener un asento francés, llevaba una blusa de tirantes azul, su cabello estaba recogido de forma muy rara, parecía un pulpo azabache ensima de su cabeza, sus verdes ojos estaban delineados de rojo, sombras negras cubrían sus parpados inferiores y superiores y sus labios estaban pintados de lo que parecia ser un rosa de neón.
—Wanda Maximoff—respondio la castaña alegremente, la mujer pareció teclear algo en su computadora, en realidad la chica no parecía verse muy alegre. Quizá también la llevarían a un baile a fuerza, nuca se sabe.
—adelante—dijo masticando lo que parecia ser un chicle.
Wanda me miro emocionada, y yo trate de hacer lo mismo pero no paso.
Me condujo a través de un espacioso pasillo, habían unas grandes maceteras con lo que parecían ser palmas, estas custodiando las puertas de las habitaciones a los lados, al final del pasillo había una amplia zona, como quizá del mismo tamaño que el de la recepción, solo que este estaba lleno de sillas, espejos, bróchas de maquillaje, tintes, mujeres con un mandil negro con el logo de la estética, en las bolsas de el mismo llevaban artefactos como tijeras, peines, una que otra botella; habían algunas mujeres sentadas en las sillas, incluso una pequeña niña, como de cinco años, que tenía entre las manos una revista de belleza con Taylor Swift de portada.Wanda me tomo fuertemente con sus delgadas manos de los hombros y me empujó hasta una silla, acelerando mi paso a mil por minuto.
—vamos!—me sentó de golpe en la blanca silla de piel, se sentó a un lado mío y llamo a una de las estilistas, una de ellas pronto se acercó, de estatura promedio, tenía el cabello rojizo,quizá algo anaranjado, estaba recogido en una ahora desordenada coleta, aún así la chica sonrió, quizá estaba cansada.
—solicitamos todo el servicio para ella, excepto un tinte, eso no—dijo Wanda, por alguna razón me sentía avergonzada.
—claro! Te parece si empezamos con el cabello?—me preguntó la chica, a lo cual sólo asentí. Ella me vio alegremente y fue por los utensilios.
Wanda soltó un chillido de emoción, y yo sólo le mire como si fuera un espécimen raro—no entiendo porque la emoción, no tengo una aparente cita para el baile, así que me estas arreglado sin asunto alguno—confesé mientras que esperaba a que la chica llegará.
—claro que la tienes! Entonces Pietro que? No cuenta como cita?—preguntó, si ya estaba confundida supongo que ahora más
—Pietro que tiene que ver?—pregunté sin entender aún
—oh...así que esa era la parte que no entendía...bueno lo hecho hecho esta—dijo sin responder a mi pregunta, por lo tanto me le quede viendo aún esperando respuesta, trato de evitar mi mirada, y así hizo, pero no, yo no me quedaria sin respuesta
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Ocean Eyes »» Pietro Maximoff y Tu
Science FictionQue tan lejos puedes llegar? y que tan rápido puedes ir?