Mis ojos fueron brutalmente sofocados por una luz blanca, misma luz que me provocó parpadear en varias ocaciones, al menos hasta que mi organismo se acopló.
Lo primero que vi fue una pared blanca, tengo que admitir que pensé que había muerto y que estaba en el cielo, pero no creo que eso fuera posible por mi lista de pecados, así que lo descarte y me dediqué a ver más haya, después me topé con una silla enfrente mío, una puerta también blanca, una especie de maquinita a mi lado, como esas de los hospitales, después vi como estaba recostada sobre una camilla también con de los hospitales. Estaba en un hospital.
Pronto sentí pesades, algo de flojera, algo así como un cansancio pero no la clase de cansancio con la cual quieres dormirte, quizá justo ahora lo que quería era todo lo contrario.
El crujir de la cerradura se escucho, y no tardé de ver al platinado. Mi corazon se aceleró de forma inigualable y la máquina me delató con constantes pitidos, pronto sus ojos de océano se desviaron de la plateada perilla para verme—esas cosas son muy chismosa no es asi?—dijo mientras se acercaba, aunque estaba cojeando
—sólo tengo un cable y está en mi dedo, eso es bueno—comenté mientras el tomaba asiento a un lado mio
—pero no escucho un "gracias por salvarme con tus fuertes y sexis brazos oh gran y hermoso Pietro"—dijo viéndome con diversión
—salvarme? Estoy en una camilla, y de hospital—dije viendole con los ojos entrecerrados. Si esto era salvar no quiero ni imaginarme como no lo sería
—y yo me torcí un tobillo! A ti te tienen en camilla porque te desmayaste, pero dijeron que fue una sobredosis de adrenalina en tu cuerpecito—explico
—pero trate de empujarte y no pude, que no la adrenalina te hace más fuerte?—inquirí
—pues no siempre al parecer—respondio
—pues, espero que esto no haya interferido contigo y tu vegetariana—más sincera no podía serle.
—creo que justo ahora lo que más me preocupa es que te encuentres bien—dijo tomando mi mano, la cual justo ahora tenía en el dedo índice una especie de pinsitita blanca.
Y de nuevo la máquina hija de pocta comenzó a soñar—que esa mierda no que puede callar un puto mes?—inquirí viendo con furia al aparato
—lamentó si te lastime—dijo bajando la mirada con arrepentimiento, y es que parecia tan sincero
—pensaste que jugaba?—cuestione, se encogió de hombros
—lo di por caso perdido—respondio
—Pietro solo fueron tres meses no seas dramas—dije, logre sacarle una risita
—que puedo decir, me gusta la rapidez guapa—admitió con una bella sonrisa
—cuando tiempo llevo aquí?—pregunté acomodandome en la camilla, tomando una postura derecha
—una noche, una noche después de que salieras a correr como loca detrás mio—respondió
—no corrí detrás de ti—negué, quiza el hecho de que solo fuera un dia no me alteraba lo suficiente como para que le diera una gran importancia
—si lo hiciste, igual, no te sientas mal, causó eso en las mujeres—se autoalago
—y los demas vengadores?—inquirí haciendo caso omiso a sus últimas palabras, no era momento de ponerme celosa y/o pelearme con el
—pues, cuando te desmayaste debajo de mi, tenía dos opciones, tomarte y salir corriendo, literalmente, a un hospital, o llevarte a la torre, y te traje a un hospital, pero como Wanda vio, le aviso a todos, y tu hermano le aviso a tu familia, la cual está afuera junto a los demas—explico—sabías que tu hermano es sumamente fuerte?—inquirió en cuanto vio que tarde en responder
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Ocean Eyes »» Pietro Maximoff y Tu
Science FictionQue tan lejos puedes llegar? y que tan rápido puedes ir?