—créeme que me encantaría poder estar contigo ahora—confesó Pietro, detrás de él se escuchaban los sollozos de Wanda, y de mi parte, mis ojos ya no podían sacar más lágrimas, aún seguía dolida, tanto física como sentimentalmente, asentí y sorbí un poco mi nariz para luego cerrar mis ojos, dejando que un par de lágrimas resbalaran, lagrimas que se sentían tan calientes por el ardor.
—escucha, solo, dile a Wanda que todo estará bien—dije tratando de mantener un tono de voz neutro, pero no recibí respuesta de Pietro—si?—y, en esa pequeña sílaba, mi voz se quebró, pronto me desesperé por recuperar mi postura, sentía como las lagrimas comenzaban a brotar con más intensidad, de nuevo, en ríos.
—tranquila hermosa, yo...si es necesario veré la forma de ir a Vienna, te lo prometo—indicó mientras yo limpiaba mis ojos de nuevo
—si, está bien, yo, debo colgar—avisé, para luego tragar mis lágrimas, soltarle un pequeño "te amo", y colgar, dejando el teléfono a un lado, mientras sostenía el teléfono de Mateo en mi mano izquierda, la pantalla estaba totalmente estrellada y con restos de polvo, probablemente eran solo algunas de las cosas que me quedarían de el.
Mire un momento al cielo, quizá el estuviera ahí ahora, prematuramente, había perdido muchas cosas con el, ese calor de familia que aún quedaba, una parte de mi, de mi alma, un amigo, mi hermano, el niño con el que había crecido, el que sin importar cuántas veces metiera la pata, siempre me tomaría de las manos y me mostraría un mejor camino, el que sin importar cuántas veces le hiciera comerse las uñas aún seguiría esperando verme, como una madre a su hijo, quizá el aún seguía aquí, su alma, aún al lado de la mía.—Solo dame una señal, de que en realidad no te fuiste—pedí en voz alta, aún manteniendo la mirada arriba, sin importarme que tanto el sol dañara mis ojos
—La muerte en mi cultura—si, se me olvidaba, T'challa se encontraba sentado a un lado mío, con un rastro de sangre saliendo desde su ceja, manteniendo el anillo de su padre entre sus manos—no es el fin—dijo, pronto le mire, creo justo ahora eso no me reanimaba, necesitaba a mi hermano, sin el, prácticamente estaba sola, solo me quedaba Pietro y Spencer, Adam era un caso perdido que quizá, si el hubiera tenido la oportunidad, ya lo hubiera asesinado con sus propias manos
—es más bien, un punto de impulso, estiras ambas manos y Bast y Sekhmet te guían hacia el campo verde donde podrás...—hizo una pequeña pausa, mirando a la nada, el había perdido a su padre y yo a mi hermano, corrió...sangre inocente, a través de los escombros de cristales y piedras, y demás de metales—correr para siempre—si, se escuchaba bonito
—se escucha muy lindo—admití mientras volvía a cerrar los ojos, dejando resbalar las gotas de agua, para luego sorber mi nariz de nuevo, el me dio una mirada rápida y volvió a hablar
—mi padre así lo creía—dijo colocando el anillo del rey T'Chaka en su dedo anular—pero yo no soy mi padre—entonces su tono de voz se volvió desesperado, furioso, y lo entendía, probablemente mejor que nadie
—T'Challa, la unidad especial decidirá quien atrapa a Barnes—intervino Romanoff, a lo que yo pronto la mire, ese tipo mató a mi hermano sin razón alguna.
—lo siento Nath, pero—sin esperar gran cosa, me puse de pie dispuesta a intervenir, no por el ni por ella, quizá ni por mi, solo por el cuerpo de mi hermano que era lo único que ahora quedaba de el—pero ese hombre se levantó hoy por la mañana, y pensó, "se me antoja plantar una bomba, porqué? Porque me me hinchan los huevos" y así de simple—indiqué con molestia, yo no me quedaría de brazos cruzados a esperar que un escuadrón de equis cosa decidiera hacerse cargo de ese tipo cuando se le diera la gana—cual es el dilema? Que plantó la bomba en el lugar equivocado—afirmé, el plan era simple, lo buscaría, lo encontraría, y le partiría cada una de las membranas de su cuerpo
ESTÁS LEYENDO
Ocean Eyes »» Pietro Maximoff y Tu
Science FictionQue tan lejos puedes llegar? y que tan rápido puedes ir?