Bad Blood

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Sólo quedaba esperar a papá, eran las nueve y media aproximadamente, desde la mañana mamá no nos a dirigido alguna palabra, sólo cosas como "buenos días", y "ujum". Aunque no es la única con quien se mantenía así, también con Adam y, en lo que cabe, para ella era como si Pietro y Wanda no existieran, conmigo no porque yo me negaba a dirigirle la palabra.
Literalmente había dejado mi habitación vacía, lleve todo lo más preciado para mi, incluyendo a Michi. Tenía al pequeño Gato cargado y bien acurrucado, técnicamente el pequeño era mío, y Yogi, Yogi se negaba a dejar a Mateo.

—por Dios perro!-dijo mientras seguía estirando su pierna para que Yogi soltara su pantalón-aún no me voy!-como pudo tomo al peludo de la cabeza y lo alejó, Yogi a regañadientes dejo su pantalón, y se volvió muy digno a mi
Wanda acerco su mano a el para tocarlo, el se dejó muy cariñoso, incluso se hecho para que rascara su pancita

-es un buen antiestres—comento, yo solo le sonreí.
Pietro pareció a un lado mio

—lamentó todo lo sucedido—dije en cuanto paro a un lado mio

—tengo que admitir que padres me han tratado peor, pero, nadie había llegado tan lejos como para encerrar a su hija—confesó

—eres todo un mujeriego, ehh Maximoff—dije metiendo las manos en los bolsillos de mi pantalon

—Womanizer—corrigió

—es lo mismo—destaque griandome para verle, tenía que levantar mi cabeza si quería encontrar su mirada

—pero suena mejor, o me lo vas a negar?—pregunto inclinandose para quedar a centímetros de mi nariz

—depende de que estemos hablando—dije dándole un doble sentido a sus palabras, el rio suavemente por ello, se reincorporó y miro al frente, a la nada aparentemente

—con que pervertida eh—dijo y yo solo me encogí de hombros.

—no les conviene estar tan cerca—intervino Mateo, paseo la cabeza en un rápido movimiento mostrando a que se refería.
Mamá estaba recargada en una pared con una taza llena de lo que deberia ser té, tenia la mirada fija en nosotros, quizá buscando analizar que decíamos o que hacíamos

—me imagino que...—empezo a hablar Pietro—se pondría furiosa si...—levantó su brazo y lo colcó sobre mi hombros.
Mi mente pareció quedarse en blanco, me dieron ganas de soltar un chillido de emoción más reprimí toda gana de ello, en vez de eso baje su brazo con delicadeza

—no juegues así Maximoff—pedí, Mateo y el cruzaron miradas y despues rieron levemente
Se escuchó el crujir de la puerta a la hora de abrirse, de ella entro papá ligeramente mojado

—afuera esta lloviendo—informo, revolviendo su cabello con una mano mientras que con la otra cerraba la puerta detrás de el

—no pongas ni un pie más!—ordenó mamá—no quiero que el lodo de tus sucias botas ensucien mi alfombra—dijo con asco, papá se le quedo viendo y despues puso su pie sobre la amarilla alfombra

—ups—dijo sin expresar un sentimiento exacto, un tono monótono e indiferente—en fin, si desean ya podemos irnos—
Mateo asintió y tomo sus cosas y salió, sin decir nada, absolutamente nada, de el siguio Pietro, detrás de el salí yo y Wanda al final.
Al subir a la camioneta, quede justo al lado de Pietro, aunque el es tan en el centro, Wanda y yo estábamos en las dos ventanas ya que nos sentamos en los asientos de la segunda cabina, mientras que Meteo y papá iban en la primera

—Spencer quería venir—comento Mateo

—para el soy un completo extraño, porque quedria venir?—cuestionó papá comenzando a conducir

Ocean Eyes »» Pietro Maximoff y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora