Me dolía todo, en especial las piernas, las yemas de los dedos me ardían y mi cueyo se sentía sofocado.
Abrí los ojos a mi paso, y encuanto los abrí, fueron brutalmente osicalados por una luz blanca. Me levanté con pesar, y entonces entre un mareo y pesadez, pude ver donde estaba.
Era un cuarto, no muy pequeño, con una banca metalica en cada pared, paredes blancas y acolchonadas, como si estuviera en un manicomio, entonces mire al frente, una pared de vidrio que me dejaba ver al frente. Parecía estar en alguna parte alta.
Logre ver a Mateo en otra banca, acostado, el parecía verdaderamente dormido, la imagen de el arrodillado se me vino como un disparo, las pequeñas explosiones a su alrededor que le mutilavan el cuerpo poco a poco.
Adam estaba tirado en el suelo, con los brazos y las piernas bien abiertas. Y Simon, recargado en la pared de vidrio, deducía que estábamos en una parte alta porque había un barandal, y un estrecho pasillo por el cual solo dos personas podrían caminar como máximo.-y si la rompemos?-propuse mientras me reincorporaba
-no se puede, es aprueba de balas-respondio Simon mirando atraves del vidrio, y aunque sabia que miraba más haya de el, parecía perdido, desconcertado
-y los demás?-inquiri
-Se quedaron den donde los dejaron, no los trajeron, solo a nosotros-respondio Adam aún con los ojos cerrados, el cabello rizado ahora estaba desarreglado, y era muy fácil que mi hermano estuviera mal, tenía tantas cosas que controlar en el, y ese grotesco collar metálico solo lo volvía más difícil
-los mataron?-inquiri, los ojos de Pietro se atascáron en ni mente, la frialdad en ellos, la monotonía, su boca ented abierta, no se podía percibir ni el aire entrando o saliendo de su nariz si es que estaba vivo.
-los cedaron, a algunos les colocaron un paralizante-respondio Adam, genial, vamos a morir.
-y Anwar?-inquiri, si, recordaba que lo habían traído junto con nosotros, pero no estaba en este...cuarto-celda?
-lo sacaron, o más bien cuando recién llegamos se lo llevaron a otro lugar-respondio Mateo, aún con la cara contra el metal de la banca
-no está frío?-inquirio Adam con burla
-telosico morro-respondio Mateo aun en la misma posición de antes
-no creo que sea momento de bromas, probablemente nos saquen hasta la última gota de sangre-dijo Simon, agachó la cabeza, el cabello le cubrió el rostro y luego se escuchó un suspiro.
El ambiente no se puso tenso, solo, silencioso, hasta que miro a arriba. Lagrimas, sus labios un tanto rojizos, y una gota resbaló por su mejilla, se detuvo en su mentón, y continuó deslizándose hasta desaparecer-estas llorando?-inquirio Mateo, por primera vez desde anoche vi sus ojos, era como ver una via láctea, los ojos completamente negros, y un aro de tonalidades azules, grises, morados. Además que alrededor de sus cuencas había un tono rojo, no estaba bien, incluso estaba pálido.
Estuve apunto de abrir la boca para preguntarle, cuando Adam me apretó la muñeca-esta ciego-me susurró, entonces de nuevo mire a mi hermano, se veía tan inexpresivo-piensa que solo tiene los ojos vendados-agrego, y luego me soltó
-aparentabas ser más fuerte-critico Adam, y después miro a otro lado
-callate...-exigio Simon-si tu madre les hubiera contado nada hubiera pasado-indico, entonces se talló los ojos
-pense que eras como Luck, pero eso lo llevas entre las uñas-confeso, y el ceño de Adam se frunció al instante-eres la misma sanguijuela que tu madre-entonces se giro, also el brazo y golpeo con fuerza el cristal, y una descarga le impactó el cuerpo, cayendo rendido al suelo.
ESTÁS LEYENDO
Ocean Eyes »» Pietro Maximoff y Tu
Ficção CientíficaQue tan lejos puedes llegar? y que tan rápido puedes ir?