Emanciparse

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Ambos íbamos riendo por la calles fríamente iluminadas con plateados los círculos de luz.
Nuestras ropas estaban tan mojadas y sucias, de ellas escurría agua lodosa. Cuando las luces se encendieron aparecieron chicos de otros campus, buscando una especie de "batalla final" por lo tanto todos se agarraron unos contra otros. Comenzó a llover y a mitad de la pelea yo empuje accidentalmente a Pietro, este cayó en un charco de lodo y me arrastró consigo, poco después otros más fueron arrojados, por suerte ya cuando nos hablamos levantado, de hecho pocos segundos después. Los directores llegaron y algunos logramos huir antes de que nos obligarán a recoger el desastre.
Llevaba mis zapatos en una mano, y por el frío que la lluvia habia dejado, como un recuerdo de su presencia, Pietro me había dado su saco el cual ahora colgaba de mis hombros. En cuanto lo tomé, el olor a auténtica fragancia masculina no tardo en inundar mi nariz, lindo olor a Pietro.

—creo que...no me había divertido así en años—confensé aún con una sonrisa, Pietro tenia las manos en los bolsillos de su pantalón, de el bolsillo derecho sobresalía el listón blanco de su moño, el cual se había desecho cuando alguien lo jaló de el cuello, pensando que era alguien más, la escena fue algo así como:"-maldito imbécil! Te acostaste con mi hermana! Y a el escritorio de la profesora!-"le dijo el tipo, Pietro lo el contrario se le quedo mirando raro, pero cuando sintió que lo golpearían, se adelantó dándole un fuerte puñetazo, el tío cayó al húmedo cesped, y Pietro solo le dijo:-yo no fui hermano-y sobó sus nudillos"

—te hacía falta el estilo Maximoff—garantizó

—me queda como anillo al dedo-confese, quizá ya era hora de que conviviera con otras personas fuera de mi habitual círculo—tu eres el anillo y yo el dedo—agregue

—no, es al revés—corrigió, a lo cual yo le mire extrañada

—por que?—inquirí con confusión a tope, el tambor estaba podido y vi manchas cafés en la ropa, en especial en la camisa

—porque yo soy el dedo y tu el anillo, entiendes?—entonces comprendí el doble sentido en sus palabras

—eres tan obseno—critique viéndole con los ojos entrecerrados—pero me gusta—agregue con una sonrisa.
El sonrió de forma extraña, se encogió de hombros y sacudió su blanca cabellera, chispiando mi cara con millones de gotas cafesosas.

—me cayó en la boca estúpido—me queje limpiando mis labios con el dorso de la mano, el sólo rio por mi comentario y continuo agitandose de un lado a otro.
Continuamos caminando por la gris y recién mojada acera, era probable que mañana amanecieramos enfermos de gripa o tos, pero quizás en mi caso abría válido la pena.
Pietro paro un momento, y no tarde mucho en advertirlo, pero yo paré unos cuantos pasos después

—creo que el clima en tu lindo hogar está siendo...agresivo—dijo, me le quede viendo, el levantó la cabeza, señalando con la barbilla el lugar al que se refería.
La casa estaba a unos metros, los suficientes como para notar a seis personas formando una especie de círculo deforme, y hasta una que otra palabra que se dirigían.

—mierda...—susurré, me acerqué a paso rápido, nisiquiera me preocupe por si Maximoff me seguia, entre más me acercaba mejor podia distinguir los rostros, avenaze hasta ver que se trataba de mamá toda histérica, Gregg la sostenía para evitar que se abalanzara sobre papá, Adam y Mateo se veían muy a la defensiva y Wanda tenía una maleta en sus pies.

—que está pasando?—pregunté en el tono más tranquilo que mis cuerdas bucales podían expresar, quizá si me alterába sólo empeoraria la situlación.

—cosas de adultos ____—respondió mi madre viendo con desprecio a mi verdadero padre

—lo dices como si ella fuera una niña de cinco años—crítico Adam con rabia muy bien disfrazada, justo ahora comenzaba a distinguir que parecían divididos en bandos, estaba el de mamá, y el de papá, Mateo estaba de el lado de mi padre y solo Gregg estaba de el de Mamá, Wanda estaba hasta atrás con una actitud arrepentida, y Adam estaba unos pasos enfrente mío, e de suponer que a estas horas Spencer estaba dormido

Ocean Eyes »» Pietro Maximoff y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora