Larah
—¿De que mierda hablas? —Intenté soltarme.
—No intentes negármelo. Hoy los vi juntos en el café. —Dijo serio.
—No voy a gastar mi tiempo dándome explicaciones. Vete ahora de aquí Joseph, no quiero verte. —Dije. Él seguía sin soltarme.
—No me iré de aquí hasta que no me digas lo qué hiciste con ese idiota. —Levantó la voz, me estaba cansando. Así que haré que se vaya de una vez por todas.
—¿Quieres que te cuente como me hizo gemir? ¿Eso quieres oír? —Dije, el me soltó, sus ojos se cristalizaron.
—Mientes. —Susurró.
—No tendría por que hacerlo. —Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, comenzaba a sentirme mal.
—Supongo que ahora si te perdí. —Me miró.
—Nunca me tuviste— No se como pudo salir eso de mis labios.
—Ten una linda noche. —Dijo saliendo de mi casa, ahora era yo la que estaba envuelta en llanto.
Joseph
—Vamos a casa de Lindsay. —Le Dije a mi chofer, limpie mis lágrimas..... después de esto, necesito recuperarme.
Así que..... haré lo que me aconsejo Bruce. Llegué a casa de Lindsay, un hombre abrió la puerta.
—¿Tu quien eres? —Pregunté serio. Lindsay apareció de repente.
—Es Alain, mi hermano. —Dijo un poco nerviosa.
—No me lo habías presentado antes. Conozco a casi toda tu familia. —Dije.
—Es por que soy el bastardo de la familia, soy hijo de su padre con otra mujer, con la única persona con la que cuento en la familia es con Lindsay. —Dijo aquel hombre.
—Pues me alegra que estés aquí, por que vengo a hablar de algo importante con tu hermana...... me alegra que alguien de su familia esté presente. —Dije exhalando.
No se si esta decisión sea la correcta.
—¿Pasa algo cariño? —Preguntó Lindsay. Estaba confundida.
—Quiero casarme contigo. —Dije. No pude fingir una sonrisa, lo pregunté serio y... decidido.
—¿Estas pidiéndome matrimonio? —Sonrío emocionada.
—Si. —Ella se lanzó a mis brazos.
—Acepto. Yo también quiero que nos casemos, que seamos felices. —Ella me besó sonriente.
Estaba hecho. Mierda.
Larah
Ya por fin había terminado otra semana en la universidad, Ana se iría todo el fin con sus padres a la playa así que yo estaría sola.
—Deberías llamar a ese chico, Cameron, puede hacerte compañía en la casa. —Se rió.
—No lo he visto desde el café, no quiero responderle. Él le mintió a Joseph sobre mi......... —Dije.
—¿Que le dijo? —Confundida.
—Joseph llegó a decirme que me había acostado con Cameron, justo el mismo día que ellos se quedaron hablando en el café. —Le Dije.
—¿Y si es un invento de Joseph? Ese hombre está obsesionado contigo, quizá te dijo eso para que pensaras que Cameron lo había dicho y te alejarás de él. Cameron no parece ser así.... deberías de darle al menos el beneficio de la duda. —Dijo Ana.
—Quizá tengas razón..... —Dije.
—Ojalá la tenga, por que casualmente él viene para acá. —Dijo Ana. Era verdad, Cameron estaba caminando hacia nosotras.
—Larah, te he dejado cientos de mensajes... llamadas.... sin respuesta. ¿Estas bien? Estaba muy preocupado por ti. —Dijo. Ana se fue...
—Estoy bien.... solo un poco ocupada. Ya sabes.... los finales en la universidad son un desastre. —Dije.
—Me imagino.... pero puedo ayudarte si quieres... pase por eso. —Rió un poco. Exhalé.
—No puedo quedarme con esta duda. Por favor... quiero que seas sincero conmigo. ¿Por qué le dijiste a Joseph que tú y yo tuvimos sexo? —Dije.
—¿De que estás hablando? —Dijo, parecía confundido.
—Solo respóndeme. ¿Por que le dijiste eso? —
—Yo no le dije nada, si ese idiota te lo dijo es porque seguramente no quiere que tú y yo seamos amigos. Siempre es así. —Dijo comenzando a enojarse.
—Calma, solo hice una pregunta. Quería salir de dudas. —Dije.
—Ese idiota.... pobre Lindsay, ahora que se casarán no me imagino como va a tratarla........... —Dijo.
—¿Va a casarse? —Dije, esto debe ser una broma.
—Si, hace una semana se comprometió con ella... ¿No lo sabias? —Dijo Cameron. Negué.
—Debo irme. —Dije.
—Pero.... —Lo interrumpí.
—De verdad debo irme, tengo muchas cosas por hacer. —Dije, me dirigí a mi auto y comencé a conducir, comencé a soltar algunas lágrimas.
<<Ya olvídalo Larah>> pensaba. Además, yo fui quien le dijo que se fuera.....
Lindsay
—No estoy muy contento de que te cases con ese idiota. —Dijo Alain. Me solté de él y comencé a vestirme.
—Tu dijiste que podíamos bajarle un buen dinero a Joseph y esta es una oportunidad perfecta. Cuando sea su esposa todo lo de él también será mío.... y tuyo también mi amor........ —Sonreí.
—¿Y nosotros que? —Dijo serio.
—Seremos millonarios. Y cuando tengamos lo suficiente, nos iremos lejos. —Volví a la cama, besándolo.
—Me gustas tanto. No se como ese idiota pudo creerse la mentira de que somos hermanos. Patético. —Ambos Reímos.
Larah
Estaba sola, en viernes por la noche. Ana ya se había ido. Decidí salir de casa, iría a tomarme unos tragos a un bar cerca de casa. Me vestí con algo sencillo y conduje.
—Tequila. —Le Dije al chico del bar.
—Una cerveza, por favor. —Pidió un hombre, la voz me resultaba bastante familiar, Joseph.
—Tequila y cerveza. —Dijo aquel hombre sirviéndonos. Joseph me miró. Serio.
—¿Cameron vendrá? —Dijo sarcástico.
—Seguramente está por llegar.—Dije, tomándome de un trago el tequila. Suspire, mirándolo. —Felicidades por lo de tu boda, espero la invitación. —Dije.
—Supongo que Cameron amablemente fue a decirte. —Dijo.
—Quizá. —Dije, pedí otro tequila. Se veía frustrado. Exhaló y tomó mi mano.
—Al menos Dime que él te hace feliz. —Me miró fijamente a los ojos.
Gracias a los que siguen leyendo la historia 😊🎉🎉♥️
