1.20 El peligro te persigue

34K 1.4K 145
                                    

Ana

—Larah.... ella se desmayó... tienen que venir. Ya—Dije levantando la voz, escuché los pasos de los padres de Larah, él la tomó en sus brazos y fue directo a su habitación.

—Ana por favor llama a un médico ya. —Dijo. Lo hice de inmediato.

—Viene enseguida. —Dije.

—¿Que fue lo qué pasó? —Preguntó.

—Nada.... desde que llegué la noté muy extraña y se desmayó. —Dije nerviosa.

Larah

—Estoy bien Papá. No te preocupes por mi, ya por fin todo se solucionó. —Sonreí un poco.

—Lo sé, tu abogado me dijo que él te daría personalmente la noticia. —Acarició mi mejilla.

—Ya todo este infierno se acabó papá. Por fin dejaré de ser señalada, mal mirada. Ofendida por algo que no hice. —Exhalé.

—Y nos encargaremos de contra demandar a Joseph..... el no debió hablar con la prensa señalándote como la asesina. —Dijo mi padre.

—No papá. Ya no quiero seguir con este conflicto. Estoy cansada. —Dije.

El médico llegó y comenzó a revisarme. Mi padre recibió una llamada y salió serio de la habitación.

Joseph.

—Te advertí que no te quería en esta casa y mucho menos cerca de mi hija. —Dijo su padre serio.

—Por favor Antonio... necesito hablar con Larah... mis abogados me.... —Interrumpió.

—No voy a permitir que vuelvas a acercarte a mi hija, bastante daño le has hecho. —Me levantó la voz.

—Solo quiero pedirle una disculpa. Necesito verla.... por favor. —Dije.

—Has una disculpa pública que también dañaste mucho su imagen. Pero a ella no vuelves a acercarte...... Seguridad, llévense a este hombre de mi casa y no vuelvan a permitir que entre. —Dijo. Su seguridad me escoltó hasta mi auto.

—¿Todo bien señor? —Preguntó mi seguridad.

—Convoca a una reunión con la prensa. Esta misma tarde. —Dije.

—Pero señor...... la señora Lindsay le está esperando en.... —Interrumpí.

—Te di una orden. Después me encargaré de mi esposa. —Dije entrando a mi auto.

Larah

—Necesito que se haga unos exámenes señorita Mateos, le daré instrucciones y le veré en una semana. —Dijo. Asentí. Mi padre regresó a la habitación.

—¿Que tiene mi hija? —Miró al médico.

—Todo parece estar en orden, pero solo para asegurarme de que así sea necesito unos exámenes. La agende para mañana por la mañana en el hospital, los resultados los tendremos en una semana. —Dijo el médico.

—Ya ves, te dije que estaba bien Papá. —

—Eso me tranquiliza. Iré a arreglar unos asuntos. Te veré después y por favor descansa. —Besó mi frente y se fue de ahí.

Lindsay

Alain se acercó a mi enojado tomándome fuertemente del brazo.

—Oye ¿que mierda te pasa? —Dije. —Está la hermana y los amigos de Joseph aquí, pueden sospechar algo. —Me solté.

—Ve la puta televisión. Joseph está dando ahora mismo una disculpa pública a Larah. El idiota que contratamos confesó. Ya me encargué de él, mande a matarlo así que no le dará tiempo de decir nuestros nombres. —

—Maldita sea. ¿Y si ya hablo? —Dije.

—No. Mi contacto dijo que no se atrevió a hacerlo pero no le daremos tiempo para que lo presionen y termine hablando. —Dijo.

—Entonces la idiota de Larah sigue siendo un estorbo y no podemos permitirlo y menos ahora que estamos apunto de culminar con nuestro plan. Ya por fin soy esposa de Joseph y no podemos permitir que él vuelva a acercarse a ella. —Dije.

—Tengo una idea. Podemos hacer con ella lo mismo que hicimos con los padres de Joseph. Debemos matarla. —Dijo. Sonreí.

—Que sea esta misma noche. Mi luna de miel terminará en un doloroso luto. —Reí.

—Prepararé todo. Tú quédate aquí para que nadie sospeche. —Dijo.

Larah

—Mira.... Joseph dando una disculpa pública. Para limpiar tu nombre ante la prensa. —Dijo Ana.

—Ojalá y su disculpa remediara todo. Sabes Ana creo que todos tenemos un límite y esto jamás voy a perdonárselo.... no quiero perdonárselo. Sabes...... él ni siquiera me quiso escuchar. —Exhalé.

—Pues es mejor que retomes tu vida normal ahora... que regreses a nuestro departamento.... que salgas, que conozcas a chicos. —Rió un poco. —De olvidarte de la mierda de Joseph. —Dijo.

—Tu tienes razón. Es hora de cerrar el capítulo de Joseph. —Exhalé. Decidida.

Joseph.

—Bruce.... necesito las llaves de tu departamento en la ciudad. Quiero estar solo, por favor. —Dije.

—Amigo, es tu noche de bodas, ¿vas a pasarla solo? No seas ridículo. —Dijo.

—No estoy de humor para chistes tontos. Por favor Bruce. Lindsay sabe la dirección de todos mis departamentos y con lo obsesiva que es no quiero que vaya a buscarme. —

—¿Y que le dirás? —Preguntó Bruce.

—No lo sé.... le dejaré un mensaje diciendo que surgió un negocio importante. —Dije. Así fue. Bruce me dejó quedarme en su departamento.

Larah

—Hija, apenas ayer se solucionó todo. No creo conveniente que te vayas de casa. —Dijo mi padre.

—Papá quiero... retomar mi vida. Estaré bien.... te lo prometo. —Dije.

—Está bien. Pero esta vez si te pondré seguridad, al menos por un tiempo. Recuerda que los que te inculparon aún están libres. El peligro no ha pasado. —Dijo. Asentí.

—Si eso te pone tranquilo, está bien Papá. Ahora tengo que irme. Tengo que ir a hacerme esos exámenes que me pidió el doctor. Iré con Ana. —Dije.

Lindsay.

La llamada más esperada entró a mi móvil. Alain respondió enseguida.

—Señores..... la tenemos ubicada. La estamos siguiendo en su auto. Va con una joven y dos hombres de seguridad. —

—Bien... procedan con el plan. La queremos muerta ya. —Dijo Alain.

—Señor, usted sabe que nunca fallamos. En menos de una hora Larah Mateos dejará este mundo. —Reímos. Colgando la llamada.

Ahora si, no más interrupciones.

¿Que sucederá ahora? 🤪🔥

TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora