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*6 meses después*

hoy javi y yo cumplíamos seis meses de novios, estaba feliz y triste a la vez.

cuando había salido del instituto, yo había aplicado a una beca por la cual me esforcé muchísimo y finalmente, después de tres meses llegó la carta de aceptación. apenas llegó, la abrí junto con mis papás, todos estábamos muy felices, pero cuando me dí cuenta todo lo que tenía que dejar atrás... quería hacerlo, quería irme y a la vez no. me dolía dejar a los chicos, a todos. todos se habían convertido en parte importante y fundamental en mi vida.

apenas llegó la carta, me dije a mí misma que debía decirle a javi pero se me hacía imposible porque no quería verlo mal, sabía que mientras más se lo ocultaba, más iba a doler pero no podía decirle, no era lo suficientemente valiente.

faltaba una semana para que me vaya y yo quería morir, no había invitado a nadie a mi casa porque había empezado a hacer la maleta y no quería que se enteren o se den cuenta.

javi me había mandado un mensaje que estaba en casa de dario y si yo iba a ir, no sabía si justo hoy que cumplíamos seis meses era el momento indicado para decirles a todos pero no sabía si tendría otra oportunidad.

respiré profundo y me dirigí a la casa de cami, estaba muy nerviosa.

toqué la puerta y entré, javi me recibió con una gran sonrisa y un beso. ¿cómo podía hacerle algo así? ¿será que me odiará? ¿cómo lo tomaría cami? ni siquiera a ella se lo había dicho.

javi notó mi nerviosismo y dijo:

-hey ¿qué te pasa? te noto un poco nerviosa, nena.

-no es nada. -apenas esbocé una sonrisa. -¿están todos aquí?

-sí, rubén también llegó.

-bueno, es que tengo algo importante que decirles.

javi me miró extrañado y asintió, me dijo que iría a buscar a los chicos, todos llegaron y se sentaron en el sillón. yo me paré frente a ellos.

-chicos... tengo que decirles algo, es muy importante.

-ay no me digas que estás embarazada. -dijo dario.

reí. iba a extrañarlo mucho, se había convertido en un hermano mayor, nos cuidaba mucho a cami y a mi. -no, no es eso.

-¿qué es?

-apenas salí del instituto, salí con la idea de querer estudiar en el extranjero, estudié muchísimo y me esforcé un montón para poder ganarme una beca, me costaron muchísimas noches sin dormir, casi me enfermé... pero lo logré, apliqué a la universidad que quería y... lo logré. conseguí la beca. la siguiente semana me voy.

todo quedó en silencio y me tomé el tiempo de analizar la cara de cada uno, cami tenía los ojos aguosos, iba a llorar. dario parecía no entender lo que estaba pasando, se veía confundido. rubén tenía cara de sorpresa. y javi tenía la mirada perdida, parecía estar pensando en otra cosa. creo que nadie sabía cómo reaccionar, ni siquiera yo.

-¿desde cuándo lo sabes? que te vas. -preguntó finalmente. sabía que me preguntaría, no era ningún tonto.

-yo... lo sé desde... hace tres meses.

-¿tres meses, sofía? -dijo camila llorando.

-¿no encontraste nunca el momento adecuado para decirnos? ¿después de todo el tiempo que pasábamos juntos? -dijo javi.

no pensaba victimizarme porque sabía que era mi culpa, debí haberles dicho apenas llegó la carta.

-no podía chicos. no estaba preparada para decirles.

-¿ni siquiera a mí? -me miró cami a los ojos.

-pensé que confiabas en nosotros, sofi. -dijo dario, se le escuchaba dolido.

-y lo hago, en serio. quería evitar pensar en eso, no había un día en el que no me sintiera culpable.

-tampoco te íbamos a detener, sofi. es tu sueño, somos tus amigos y siempre vamos a querer lo mejor para ti, no te hubiésemos pedido quedarte o tratado de detenerte. -esta vez habló rubén.

-¿y cuándo vuelves? -preguntó dario.

-cuando termine la carrera, en cinco o seis años.

javi y cami ni siquiera me miraban, estaban en otro mundo. ellos eran con quiénes más hablaba y más compartía cada cosa de mi vida.

-javi... -me miró, ni siquiera sabía por qué lo había llamado, no sabía qué podía decirle.

javi se levantó. -espero que te vaya muy bien pero ya no te quiero ver más, pensé que teníamos algo especial, algo... diferente.

se fue.

salió de la casa junto con la mitad de mi corazón porque la otra mitad estaba con cami. escuché la puerta cerrarse y comencé a llorar.

sentí unos brazos a mi alredor, era cami.

-ahora te odio y estoy enojada contigo pero aún así eres mi amiga.

yo no paraba de llorar y cami tampoco, los chicos se quedaron con nosotras tratando de consolarnos pero no había manera.

cuando se hizo más noche, decidí irme a casa. a pesar de que cami insistió en que me quede a dormir, le dije que no podía y volví a casa.

cuando llegué, ni siquiera tuve que decir una palabra porque mis padres ya se imaginaban lo que había ocurrido. mi mamá me abrazó y mi papá me pasaba la mano por la espalda.

-javi dijo que no me quería volver a ver más. -dije entre lágrimas.

-solo lo dijo porque estaba enojado, en realidad no piensa eso. -dijo mi mamá.

-solo habló su enojo, sofi. -dijo mi papá.

en el tiempo que estuvimos saliendo, javi se acercó mucho más a mis papás. bueno, más a mi papá porque a veces iban al estadio a ver a su equipo jugar, javi se llevaba con mi papá mejor que conmigo y en cierto punto me enojaba pero luego lo superé y me parecía gracioso. a veces venía por las mañanas a desayunar con mi mamá, yo ni siquiera despertaba pero él ya estaba aquí en casa, conversando como una vieja chismosa. me solía enojar hasta que se hizo una costumbre verlo aquí, hasta se me hacía raro cuando no estaba aquí.

eastside ☽ ; bnetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora