eastside ☽ ; bnet

11;

el rió y abrió la puerta de atrás, sacó un abrigo. -siempre tengo un abrigo atrás, en caso de que a alguien se le olvide el suyo.

-a una chica, ¿no? -dije yo.

-rió. -¿estás celosa?

-nada que ver, solo decía.

el abrigo que me prestó olía mucho a cigarro, ¿era mal momento para decir que era alérgica al humo del cigarro? creo que sí, era el peor momento. solo me lo puse encima y traté de no morir.

-¿te pasa algo?

-es que... tu abrigo huele a cigarro y yo soy alérgica.

-¿en serio? jamás había conocido a alguien con esa alergia.

me quité el abrigo y se lo pasé. -si lo uso, puedo morir ahogada.

él asintió y se sacó el que traía puesto. -este está limpio, no me digas que eres alérgica al perfume también.

-no, a eso no. -sonreí.

no me había fijado del lugar en el que estábamos, era precioso. era una pequeña montaña donde se podía ver el mundo entero. bueno, exageraba. pero sí era precioso.

-qué bonito lugar.

-sí. me gusta venir aquí. aunque lo descubrí hace muy poco.

-¿vienes siempre? ¿desde cuándo?

-sí, a pensar. el día que fuí a tu casa.

me giré y él estaba apoyado sobre el capó del auto.

-te ves como todo un bad boy, te tomaré una foto.

-rió y se cubrió la cara. -no, no quiero.

-anda, javi. te ves muy bien.

-¿ah sí?

-no voy a dejar que me intimides esta vez. -le saqué la lengua y él rió.

-a ver, acércate.

yo me acerqué hasta quedar frente a él, bueno, frente a sus piernas larguísimas.

-aquí estoy, lista para enfrentarte.

él movió sus piernas y ahora parecía que estaba muy lejos de él.

-estás lejos.

-tú has movido las piernas, eso no es justo eh.

-rió. -no hay reglas.

yo me acerqué y esta vez sí estábamos más cerca el uno del otro, lo suficientemente cerca para que él llevara sus manos a mi cintura y me acercase aún más.

-ya te has puesto colorada. -dijo sonriendo. -¿estás nerviosa?

-no. -dije mirando mi teléfono entre mis manos.

él llevó su mano a mí mentón y lo levantó.

-tienes que mirarme a los ojos.

-no estoy nerviosa, javi. el hecho de que te haya dicho que me gustabas no significa que me ponga nerviosa, o sea sí estoy un poco colorada pero solo es por el frío, ¿sabes? es que hace frío, no sé cuándo se terminará esta época del frío, ya me tiene cansada. o sea... sí me gusta pero es que me da muchísimo frío y no me gusta, mis huesos sufren.

-él sonrió. -no escuché nada de lo que dijiste, pero, ¿te puedo besar?

yo CLARAMENTE estaba a punto de explotar, quería morir y gritarle que me besara hasta que se nos gasten los labios o algo así pero me contuve.

-javi, no puedes no escucharme, ¿qué tal que te decía algo importante? es como la vez que... -pero no pude terminar de hablar porque javi ya me estaba besando.

al separarnos habló y dijo: -hablas mucho cuando estás nerviosa.

-¿te puedo dar un abrazo?

-sí.

y por fin hice lo que estaba muriendo por hacer desde el primer momento en que lo ví. un abrazo. es que las personas no entendían la magnitud de un abrazo, porque si así fuese, todos viviríamos felices. pienso que un abrazo es una manera de saber que la otra persona está ahí, contigo. que su aroma, su esencia, te llena. que no importa a cuántas personas abraces, si abrazas con el corazón, cada abrazo será diferente. cada abrazo esconde una magia diferente. y finalmente abrazar a quién has estado muriendo por abrazar es tan gratificante que sientes una corriente dentro de ti. no lo sabes aún pero te sientes agradecido con la vida por haber puesto a esa persona en tu camino. porque es hermoso coincidir.

podía escuchar los latidos de su corazón, iba tan rápido como el mío. sonreí.

-tu corazón está latiendo súper rápido. -dije.

-nooo. no es mi corazón, es el auto.

me separé y lo miré con una sonrisa.

-mientes. tu corazón se aceleró aún más.

-no miento, te digo de verdad.

-reí. -y no me miras a los ojos.

-¿cómo te atreves a usar mis hechizos contra mí, potter?

reímos.

-me gusta estar aquí. me gusta estar contigo.

-a mí también pero no dejes de abrazarme, tus abrazos son mi nueva cosa favorita en el mundo. -dijo él haciendo que se me derrita el corazón.