35;

1.1K 70 4
                                        

sofía pov

íbamos en el carro camino a la famosa casa de la que cami me había hablado por horas y horas.

-ya me tiene cansado, habla un montón. -susurró rubén en mí oído, sabía que se refería a cami.

-te escuché, rubén.

-ya pues, haz silencio.

-no quiero.

-silencio.

-no.

-sí.

-déjame en paz.

-llorona.

-sofi, dile algo. -dijo cami sacudiendo mi brazo.

yo reí, eran dos niños pequeños.

-basta chicos, pórtense como adultos por favor.

ambos rodaron los ojos y se cruzaron de brazos como dos adolescentes regañados.

-tienen cinco años. -dije yo entre risas.

todos salimos del auto y llegamos hasta la casa, donde había un hombre esperando.

la casa era hermosa, parecía una casa para alguna grabación de una película.

cami y yo íbamos delante del hombre de la inmobiliaria, ella hablaba pero yo no escuchaba nada de lo que decía porque estaba perdida mirando a mi alrededor.

-hola, la vez pasada tú no viniste. no hubiese olvidado a alguien tan bonita. -me dijo el hombre de la inmobiliaria.

qué vergüenza, ¿por qué me decía eso? no me gustaba que las personas sean así, me sentía muy incómoda.

para que no sea incómodo con todos, solo le sonreí y le dije: -no, estaba de viaje.

-¿tú también vas a comprar la casa? puedo ofrecerte un descuento especial, solo para ti. -dijo haciendo un guiño.

-¿un descuento? -dije algo confundida, quizás un descuento nos beneficiaría a nosotros pero no a él.

-sí. si me pasas tú número, te lo mando por mensaje. ¿qué dices? -dijo sonriente.

creo que entendí a lo que se refería, estaba a punto de decirle que no pero javier me interrumpió, ¿estaba escuchando?

-¿vamos a hablar? -dijo él dejándome con la palabra en la boca.

me alejé un poco de ellos para mirar alrededor, se veía una casa gigante. parecía una casa de muñecas, un castillo para una princesa.

estaba mirando alrededor hasta que alguien me habló, me sobresalté porque no me había percatado de su presencia.

-¿está bonita, no? -habló javier.

llevé mi mano a mi pecho y dije: -me asustaste. y sí, está muy bonita ¿cómo la encontraron?

-en internet. -se encongió de hombros.

-parece una de esas casas de muñecas, de las barbies.

-él rió, lo miré y me pareció tener diecisiete otra vez. -es grande, sí.

-¿te puedo hacer una pregunta? -le dije sin pensarlo.

quería hacerle más de una pregunta, quería preguntarle cómo iba con su novia, qué había hecho con su vida, si aún me odiaba con todo su corazón, quería preguntarle por qué no se fue a despedir de mí, muchas cosas le quería decir.

-es... -suspiré, era una cobarde. no podía preguntarle, no quería arruinar el momento. -mejor no, olvídalo.

-anda, dime. -insistió.

-no es el momento, mejor después.

y claro que no era el momento y quizá nunca lo sea, era mejor guardarme las cosas para mí que decirle y arruinar todo.

-bueno. -simplemente de encogió de hombros.

eso solo me demostró que no le importaba, le daba igual lo que tenía para decirle.

asentí y caminé hasta donde rubén, me agarré de su brazo y cami se agarró del otro lado, rubén era como nuestra mejor amiga ahora que dario estaba ocupado. miré donde estaba javi y lo ví fruncir el ceño ¿en qué podría estar pensando? ¿en lo mucho que me odia? ¿en lo mal que le caigo y no quiere que venga a vivir aquí?

se giró y continuó su camino mirando la casa, al parecer cami se había dado cuenta que estaba enojado o algo así porque fue detrás de él.

me había dado cuenta que ellos dos se habían acercado más que antes, incluso javier le llamaba cami y ella le llamaba javi. no habían cambiado mucho ninguno de los chicos, dario seguía diciendo tonterías cada que se le ocurrían nuevas y rubén con sus bromas sin gracia.

recosté mi cabeza sobre el brazo de rubén porque no alcanzaba su hombro, no podía creer que en cinco años no había crecido ni un solo centímetro.

un rato después, cami volvió junto con javier. ella se acercó a nosotros y javier salió ¿a dónde iba? seguro que iba a a verse con su novia. no los había visto aún siendo cariñosos entre ellos pero tenía que prepararme mentalmente para verlos porque no quería sentirme como una tonta o por alguna extraña razón ponerme triste.

y hablando de tristeza... recordé que había terminado con manuel. un día duramos fuera de canadá, un día.

-disculpa sofi, mi mamá es así a veces pero en serio no fue a propósito.

¿en serio me estaba diciendo esto? ¿no fue a propósito? ni siquiera contestaron mi saludo, me miraron como si fuese nada, me trataron horrible y me dice que no fue a propósito.

-no me importa cómo tú lo hayas entendido, a mí no me gustó nada cómo me trataron y no voy a permitir que nadie nunca me trate así, yo no merezco esos tratos.

-¿entonces ya no me amas?

-no, desde hace mucho tiempo atrás que no lo hago.

-sofi...

-se acabó, manuel. déjame en paz, por favor, te lo pido de la mejor manera. no quiero terminar mal contigo por culpa de tus padres, fuiste alguien muy importante en mi vida. -mis ojos se comenzaron a llenar de lágrimas.

no podía ser que yo le terminaba a él pero era yo la que lloraba. se siente un miedo gigante el desapegarte de tu rutina pero me estaba matando, tenía que hacerlo. quería a manuel pero más me quería a mí misma, me merezco lo mejor del mundo.

-él suspiró. -no puedo creer que te enojes y quieras terminar conmigo por eso, madura sofía. te estás portando como una niña.

lo decía la persona que llamó al siguiente día de la situación, me estaba diciendo todo por teléfono. él aparte de inmaduro era cobarde.

-¿me estás hablando en serio, manuel? ni siquiera viniste a verme y me llamaste.

-¿querías que vaya a tu casa?

-no, quería que te vayas al carajo. adiós. -colgué.

ahora sí que estaba llena de enojo, las lágrimas comenzaron a caer. estaba llorando de coraje, de frustración. qué buena decisión había tomado de terminar con manuel, pensé que me quería.

el recordar eso, me había puesto un poco emocional. ¿en serio manuel pensaba que iba a soportar todo lo que me decía su madre? yo entiendo que nadie puede ponerse en contra de su madre pero al menos pudo decirle que deje de hablar o algo ¿no? no me merecía ese trato.

volvimos a casa de cami pero yo volví a mi casa porque no me sentía bien, quería estar sola. tenía mucho qué pensar.

eastside ☽ ; bnetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora