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javi pov

escuchar que sofi se iba me había roto el corazón completamente. ahora entendía por qué a veces se ponía nerviosa cuando le preguntaba qué pensaba estudiar o dónde, siempre intentaba cambiar el tema. también entendía por qué esta última semana no me había dejado entrar a su habitación con la excusa de que estaba todo muy desordenado y le daba verguënza. sin embargo, no podía creer que se iba en una semana. sentía un poco de impotencia porque no había mucho tiempo...

las universidades jamás van a avisar algo de un día para otro, mucho menos si es una beca en otro país, en otro continente.

-¿desde cuándo lo sabes? que te vas. -pregunté cuando me dí cuenta de la situación y del por qué se leía culpa a través de sus ojos.

-yo... lo sé desde... hace tres meses.

-¿tres meses, sofía? -dijo camila. ella también estaba desconcertada.

-¿no encontraste nunca el momento adecuado para decirnos? ¿después de todo el tiempo que pasábamos juntos? -dije yo.

tenía razón, siempre estábamos juntos. estaba en su casa, con los chicos, siempre estuve ahí y jamás me dijo nada.

ni siquiera sé lo que respondió porque no la escuché, se iba. y lo tenía que decir justo hoy que cumplíamos seis meses. tanto tiempo para hablar, para contarnos.

entonces ella no confiaba lo suficiente en mi como para contármelo, no existía esa confianza que yo creí que sí existía. me equivoqué. si no había confianza, ni honestidad, no había nada.

-javi... -dijo ella. yo la miré pero no dijo nada.

si no me iba ahora, todo se pondría peor.

me levanté y la miré directamente a los ojos. -espero que te vaya bien pero ya no te quiero ver más.

y me fuí.

estaba profundamente dolido, no había confiado en mí, tampoco había sido honesta conmigo. quizás todo lo que yo pensaba que estábamos construyendo, lo estaba construyendo yo solo.

llegué a mi casa, subí a mi habitación y me tiré en la cama. me arrepentía de muchísimas cosas, pero no de haber estado con sofía. y aunque para ella todo había sido una mentira, yo había sentido todo muy real y me había entregado completamente a lo que teníamos. ahora lo único que me quedaba era volver a empezar y superarlo.

una semana después, el día en que sofía se iba, sabía que tenía y debía ir a despedirme pero no pude. fuí hasta el aeropuerto y la ví, estaban todos en un círculo y al parecer lloraban. noté a sofía alzar la cabeza, mi mente me hizo pensar en que quizá me esté buscando a mí pero enseguida eliminé ese pensamiento porque ella no haría eso. observé desde lejos cómo se despedían y cómo ella entraba lentamente a abordar.

camila abrazó a dario con fuerza y lloró en sus brazos, al igual que la mamá de sofi comenzó a llorar en los brazos de su esposo. era duro verla irse y creo que más duro iba a ser superarla y olvidarla.

¿cómo podía olvidarla si todo me recordaba a ella?

mi cuarto me recordaba a ella, dario y rubén me recordaban a ella, sus padres me recordaban a ella, cada cosa me recordaba a ella. sentía un vacío muy grande, sofía se había llevado con ella una parte de mi corazón que quizá jamás recuperaría, una parte que solo ella podía devolverme.

incluso había establecido una bonita relación con sus padres, su papá me invitaba al estadio algunas veces y yo también a él, hablábamos siempre de fútbol y deportes, siempre me hacía alguna que otra broma y la pasábamos muy bien. la madre de sofía muchas veces me invitó a desayunar y yo también a veces llevaba algo para desayunar con ella, me contaba de un montón de cosas y me daba muchos consejos. me había encariñado mucho con ellos.

comencé a salir por las noches al parque yo solo, miraba a los chicos hacer freestyle y cada vez se me hacía mucho más interesante y divertido. les avisé a rubén y dario y también comenzaron a ir conmigo, comenzamos a competir más y así fuimos construyendo nuestra reputación con todos, el hacer freestyle mantenía mi mente ocupada y no pensaba mucho en sofía, aparte que pronto entraba a la universidad a estudiar. sabía que no quería hacer aquello toda la vida pero por ahora me mantenía alejado de malos pensamientos.

sofía se había ido hace ya tres meses y sentía que cada vez la extrañaba menos y también la pensaba menos. y es que solamente teníamos dieciocho, teníamos mucho más por vivir. muchas personas qué conocer, aún tenemos una vida completa por delante. no podía desperdiciar mi vida estando triste.

sí, sofía había sido alguien muy importante en mi vida. había aprendido mucho de ella y con ella. pero la vida sigue, no se detiene por nada ni por nadie.

eastside ☽ ; bnetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora