47;

1.1K 83 21
                                        

me fui hasta mi departamento, aún tenía cosas qué recoger y podría dormir como una persona decente, en una cama.

apenas entré, me metí a bañar. necesitaba una ducha de doscientas horas pero sería de cinco minutos porque tenemos que cuidar el agua.

salí y me lancé a mi cama, extrañaba dormir cómodo.

al día siguiente me desperté por culpa de mi teléfono. era una llamada de cami.

-¿hola? -dije aún adormilado.

-¡javi! ¿dónde estás? ¿estás bien? estaba preocupada por ti, te he llamado como cien veces.

-perdón, apenas lo escuché. sí, todo bien. estoy en mi departamento porque vine a ver unas cosas, más tarde voy.

-está bien, cuídate. -colgó.

ya que ya estaba despierto, me levanté de la cama. revisé la refri para ver si había algo qué podía desayunar y por suerte, sí.

lamentablemente no podía llevarme esta refri porque pondría mi departamento en alquiler y necesitaba tener algunas cosas dentro.

desayuné y comencé a desarmar mi cama para poder llevarla, ya no soportaba dormir como secuestrado. si acomodaba bien las cosas, entraban bien en mi auto. aún tenía ropa por llevar, zapatos.

me molestaba un poco que no ordenaran, o sea, no lo hacían conscientemente porque se la pasaban jugando o riéndose. hay momento para todo pero ahora tenemos que arreglar las cosas, limpiar. sueno como una señora.

primero tenía que ir a la casa a limpiarla porque a pesar de ser nueva, los pisos estaban sucios. había que hacer un montón de cosas aún.

así que así se siente ser adulto... es difícil eh.

un día eres joven y al otro te enojas porque tus amigos no se toman en serio la limpieza.

terminé de recoger mi cama para poder llevármela y casualmente había encontrado una cajetilla con cinco cigarros dentro. ¿en mi departamento sí podía fumar, verdad? bueno, no dentro pero podía hacerlo en el balcón. y solo tenía que ser uno porque tenía que guardar los demás para el resto del día.

llegué a la casa y veo a todos POR FIN limpiando algo.

-hola. -dije saludando a todos en general.

-¿ya desayunaste? -preguntó rubén. ni siquiera saludó.

-sí, ya.

-¿en serio? ¿dónde y con quién dormiste que hasta te hicieron desayuno?

-reí. -con nadie, yo tengo dos manos y estaba en mi departamento, solo.

-ajá, sí. es como que diga que yo tengo novia.

-mmm, eso no lo sé.

-no tengo eh. -dijo él.

-sí, claro. -dije yo.

si sofi no iba a vengarse, yo sí. iba a molestarlos un poco.

-¡en serio! ¿por qué lo dices, qué sabes?

para mi suerte, en ese momento bajaron cami y sofi. era el momento perfecto.

-nada, ¿no recuerdas ayer la chica del supermercado? ¿no le diste tu número? incluso te acercaste y todo. -dije.

enseguida miró a cami y me volvió a mirar a mí. estaba disfrutando mucho este momento. cami estaba roja, seguro que estaba celosa. y sofi parecía confundida.

-no... yo no... ¿de qué hablas? yo no le pedí el número a nadie.

su cara era un poema, me quería morir de risa.

-no te hagas, rubén. cuando cami fue a buscar más cosas, tú la viste. ¿cuál era su nombre?

-¡javier, sube a limpiar tu cuarto! -me gritó cami.

¿qué estaba pasando? ¿por qué me regañaban a mi?

-ya voy. -dije bufando.

-¡y tú también, sofía! -escuché que le gritó a sofi.

pobre rubén, le esperaba una paliza.

entré a mi habitación, tenía que barrer y pasar el trapo mojado. tenía que quedar bien limpia porque no la volvería a limpiar dentro de algún tiempo.

-javi, ¿me puedes ayudar en algo? -dijo sofi desde la puerta.

¡¡me había dicho javi, por fin!!

-claro, ya voy. -la seguí hasta su cuarto.

-mira, necesito poner estos cuadros en las paredes pero no alcanzo muy arriba y no tenemos escaleras.

-reí. -está bien. ¿tienes los clavos y eso?

-sí, sí.

caminó rápido y recogió las cosas del piso. ¿en serio tenía que ser tan linda? ¿cómo podía ser tan tierna?

me pasó los clavos y el martillo, yo no era ningún experto en esto porque nunca lo había hecho pero mi sentido común me decía que mientras no me martillase los dedos, todo estaría bien.

-¿aquí está bien? ¿más arriba? -pregunté.

-un poquito más arriba.

ella estaba junto a mí, escuché que estornudó. no puede ser que hasta estornudando se oiga tan bonita, no puedo. me está matando.

-¿ahí? -dije.

-sí, sí. -se escuchaba congestionada. ¿cómo podía estar bien y dos segundos después estar enferma?

-¿qué tienes? -pregunté. -¿estás enferma?

-no, es alergia.

¿alergia? ¡claro! ella era alérgica al humo, ¿cómo podía haberlo olvidado? me alejé rapidamente.

-perdón perdón. es mi culpa. -dije caminando hacia atrás.

-¿qué?

-he fumado, tú eres alérgica. ¿no tienes pastillas o algo?

-sí. voy por ellas.

yo hablaba desde afuera de su habitación, la ví acercarse a una caja, después fue al baño y volvió con una sonrisa.

-ya puedes venir, no me voy a morir.

-¿segura? no quiero que mueras.

-sí, está bien.

-disculpa, lo había olvidado completamente. si no te sientes bien solo dime y listo, yo me iré. ¿sabes qué? mejor me cambiaré de ropa y vengo, o mejor me baño y vuelvo.

-rió. -tranquilo, javi. en serio no pasa nada, solo necesito algunos cuadros. será rápido. -se encogió de hombros.

asentí. algo rápido. yo quería pasar todo el día con ella, toda la vida.

eastside ☽ ; bnetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora